miércoles, 26 de diciembre de 2007

Reflexiones

Hay mucho por qué estar agradecidos y mucho que buscar el año que viene.

Estas épocas siempre me ponen reflexivo, sin embargo unas cuantas charlas, un par de películas y libros añadieron todavía más a ese ánimo reflexivo de "fin de año". Mi conclusión es que éste ha sido un buen año y tengo muchas cosas por las cuales estar agradecido y que el 2008 se presenta también como un buen año, si tan sólo nos ocupamos en buscar nuestros objetivos.

El 2007 fue un buen año para mí. Me trajo muchas bendiciones y tengo muchísimas cosas por las cuales estar agradecido. Le agradezco a Dios, primeramente por mi familia, mi esposa y mi hija: son las mejores joyas que me pudo dar y sin ellas mi vida estaría vacía. También estoy muy agradecido porque, luego de casi 20 años de separación, finalmente este año mi familia volvió a reunirse.

También estoy agradecido por los amigos que tengo. Con algunos trabajo todo el tiempo, a otros apenas los veo quizá una vez al año, pero poco a poco, esos lazos de amistad van creciendo a veces incluso más que los familiares. Este año debo agradecer también que nuevas personas se han incorporado a ese círculo de amigos, en especial, las madres y los niños del Hogar Rafael Ayau.

También estoy agradecido por la salud y las oportunidades que hemos tenido este año. Por las muchas satisfacciones, batallas, éxitos, alegrías, tristezas y muchos conocidos que el trabajo en los medios me ha permitido experimentar y conocer. Por haberme iniciado formalmente en el hobby de la fotografía. Incluso hasta las cosas que al principio parecían malas, como el tener que mudarme por causa del Transmetro, al final resultaron siendo una bendición.

En fin, para mí el 2007 ha sido un buen año y deseo con todo corazón que también lo haya sido para usted.

Ahora nos enfrentamos al nuevo reto, al nuevo año, al 2008. Como soy optimista a más no poder, creo que el nuevo año también será muy bueno. Qué vaya a suceder, no tengo la más remota idea, así como hace un año no sabía que viviría en otra casa, que tendría nuevos amigos, las batallas que me tocaría pelear.

Lo que sí podemos hacer es trazarnos metas, objetivos, que nos den un norte hacia dónde dirigirnos y saber que, si bien es cierto hay muchas cosas y circunstancias que no dependen de nosotros, siempre, ante cualquier situación, tendremos la oportunidad de decidir si queremos ser dueños de nuestro destino y responsabilizarnos por las decisiones que tomamos o simples "víctimas" de las circunstancias en busca de alguien a quien echarle la culpa de nuestras desgracias.

En una de las lecturas recientes encontré una cita de Benjamín Franklin que me gustó: "mantente siempre en guerra contra tus vicios, en paz con tus vecinos, y que cada año nuevo te encuentre como una mejor persona". Le deseo que el año entrante usted pueda volver su mirada atrás y ver que, en efecto, es una mejor persona. ¡Feliz 2,008!

Publicado en Prensa Libre el jueves 27 de diciembre de 2007.

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