jueves, 16 de abril de 2009

La carta del sicario

Por azares del destino (¿o no?), de manera para mí incomprensible, llegó a mis manos una carta de lo más extraña. Como buen comunicador, no me pude quedar con el secreto (que además no había jurado a nadie en este caso), así que se las transcribo como me llegó.

Señor

Salvador Gándara

Ministro de Gobernación

Su despacho.

Estimado compa Gándara:

Esperando que al recibo de la presente esté disfrutando de las mieles del poder en el güacamolón y para no quitarle mucho de su valiosísimo tiempo, paso de una vez al tema de que le quiero platicar.

La semana pasada usted, junto con el compa Colom, prohibieron que las motos lleven más de una persona a la vez. Según entiendo, ustedes creen que con esto evitarán que nosotros matemos gente.

Mire compa, le quisiera pedir que por favor no se las quiera dar de ingenuo. Usted sabe bien que a nosotros lo que diga la ley nos viene mil veces del norte; de otra manera, no haríamos los trabajitos que hacemos. O usted qué cree, que cuando nos contratan para ir a matar a alguien, decimos “No, porque la ley lo prohíbe”… Nombre, compa, las cosas no son así.

Es igual que la otra ley que usted le pidió a Dios que se la aprobaran, esa que hace difícil que uno pueda registrar su escuadra. ¿Y usted realmente cree que yo tengo registrada mi escuadra o que me interesaría registrarla? Para su referencia, compa Gándara, ni aunque quisiera me dejarían registrar todas las armas que tengo. Ya se imagina usted, ¿en qué vida me van a dejar allí en el Decam registrar mi AK? De hecho, compa, yo también le agradezco a Dios que le hayan aprobado esa su leyecita, ya que ahora tendré menos riesgo de encontrarme alguna víctima brinconcita y armada.

El problema es que con esto de las motos sí se les pasó la mano, compa. Ahora resulta que mi hermanito, que ni enterado está de los trances que yo hago, ya no puede llevar a mi hermana al colegio en la moto. Tampoco puede llevar a mi santa madre a hacer las compras a la terminal. Y entonces ¿para qué…. me arriesgué haciendo tanto trabajo para comprarles un su modo de transporte decente?

Claro, hay que reconocer que todo tiene su lado bueno: ahora resulta que los que podemos usar la escuadra y manejar la moto al mismo tiempo, somos mano de obra “más calificada” y podemos cobrar más por cada trabajito.

Pero eso para nada justifica el atropello que ustedes le hicieron a mi santa madre. Ella es honrada, se esforzó mucho en sacarnos adelante a toda la prole y ahora resulta que no puede usar la moto que les regalé. O qué, ¿ahora espera que le compre un su carro? ¿Se imagina la cantidad de trabajitos que voy a tener que hacer para comprarle un su cacharrito, y después, para mantenerlo?

Nombre, compa. No sean mala onda. Quite esa su ley. Como ya le dije, a mí y a los demás muchachos no nos hace ni cosquillas ese su reglamento de dizque tránsito. Pero a nuestras familias, así como a la mayoría de los del barrio, esos pobres que tienen que ir a trabajar todos los días, a esos sí los están fregando.

Así que, por favor, compa, póngase la mano en la conciencia y quite esa cosa.

Atentamente,

Jordi, el sicario

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 16 de abril de 2,009.

3 comentarios:

Ed Gilmour dijo...

Excelente Jorge. Gracias por compartir... Y pobre el Jordi¡Saludos!

. dijo...

Esto parece un chiste, este señor sicario se tomó su "valioso tiempo" para escribirle al ministro y reclamarle! jajaaja que chiste.

Pavel Vega, estudiante de Periodismo dijo...

Entonces entiendo por esto, en primer lugar, (obvio) que usted no está de acuerdo con la ley, ¿podría decir su razón? Más allá del punto de vista de la delincuencia. Porque le comento que yo estoy a favor, no porque sea esta medida una que desarme a los grupos organizados, sino que yo la veo desde el punto de vista de la seguridad de los pilotos y sus acompañantes. No puede permitirse que que dos niños, una señora y un señor viajen en una moto, eso debe ser penado por la ley, por la seguridad de ellos mismos. Ahora, la ley fue planteada como medida en contra de los delincuentes, por tanto, debe refutarse esa teoría, pero tome en cuenta mi postura, si lo desea; que la ley en sí no está mal, es el punto de vista y el objetivo que le dieron los funcionarios. Me gustaría saber si esa carta es real o es una "parodia" para hacer válido su punto. Si es real, ¿cómo la obtuvo?
Por otra parte, pero en la misma temática, me gustaría también, saber su punto de vista, ¿cuákes son las medidas favorables para el enfrentamiento a la delincuencia? Según su opinión, por supuesto.