jueves, 5 de agosto de 2010

Indocumentados












Lo ridículo es que ahora muchos guatemaltecos están indocumentados en la propia Guatemala.


Carlos, un guatemalteco muy emprendedor, vivía desde hace varios años de “mojado” en Estados Unidos. Específicamente en Phoenix, Arizona, donde había logrado sentar cabeza trabajando como jardinero, plomero y carpintero. Se casó con una salvadoreña y procrearon dos hijos “americanos”. Cuando empezó a ver las sombras de las consecuencias de la aplicación de la norma SB1070 en la que ya casi consideraba su ciudad, meditó mucho sobre lo que debería de hacer, y llegó a la conclusión de que lo mejor era regresarse a Guatemala. No sabía el calvario que le esperaba.

Durante el tiempo que trabajó en Arizona había logrado acumular buenos ahorros y estaba convencido de que con todo lo que había aprendido de empresarialidad se las podría arreglar en su terruño. La amenaza de que lo llegasen a separar de sus hijos fue, quizá, el factor que más pesó en la decisión. Antes de que entrara en vigencia la atemorizadora norma, partió con su familia para Guatemala.

Llegaron llenos de ilusiones. Visitaron a todos los familiares que tenía años de no ver, a quienes les presentó a su nueva familia. En las pláticas con sus familiares y amigos, ellos le comentaban lo difícil que estaba la situación debido a la violencia. Algunos de ellos habían tenido que abandonar sus casas, por las amenazas y extorsiones de los mareros. Pero todo ello no los desilusionó. Venían dispuestos a dar lo que fuera necesario.

Carlos quería hacerlo todo en regla. Poner un negocio formal. Pero pronto se encontró con muchas trabas. La primera fue que durante el viaje a Estados Unidos había perdido su cédula, así que tenía que obtener una nueva para iniciar los trámites. No podía ni abrir una cuenta en el banco, no digamos inscribir su empresa en la SAT, así que empezó a hacer los trámites. Fue allí donde se enteró del nuevo DPI. En la municipalidad no le pudieron emitir una reposición de la cédula, ya que ahora tenía que hacer el trámite en el Renap. Allí le dijeron que tampoco le podían emitir una cédula, sino que debía tramitar de una vez su DPI. Primero tenía que sacar su certificación de nacimiento. Luego de la espera para que se la emitieran, resultó que habían ingresado mal sus datos y sus apellidos no estaban correctos. Esa corrección le llevó varias colas y varias semanas.

Mientras tanto, empezó a ver qué hacía. Puso una distribuidora “informal” de productos que traía estilo “paca”, a través de contactos que había hecho durante su estadía en Estados Unidos. El negocio empezó a caminar, pero también los problemas. Mareros lo extorsionaron, le robaron un par de veces la mercadería. Y no podía presentar ninguna queja porque era “informal”.

Cuando finalmente le entregaron su certificación corregida, hizo el trámite para sacar el DPI. Le dijeron que en un mes estaría el ansiado documento. Pasó el mes. Se presentó nuevamente al Renap, donde le informaron que habían revisado la información y el sistema les decía que él había muerto en 1921, por lo que no podían emitirle el DPI. Le dijeron que debía iniciar nuevamente los trámites. No valieron ni sus ruegos ni sus quejas.

En eso se enteró de que una jueza había detenido temporalmente la SB1070. No le costó mucho tomar una decisión. Para estar indocumentado en su propio país, prefería estar indocumentado en Estados Unidos, donde por lo menos tendría el consuelo de que no lo extorsionarían por ser exitoso. Regresó a su casa, tomó a su familia y emprendió el viaje de regreso al norte.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 29 de julio de 2,010.

Foto: Prensa Libre.

3 comentarios:

Mynor dijo...

Que dolor tener que correr de tu país a esconderte de "los tuyos", a un lugar donde tampoco perteneces, porque los cangrejos fracasados no te perminte salirte del cubo.

Roberto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Roberto dijo...

Impactante realidad la que describe. Es evidente que para él la decisión era clara y fácil de tomar con los pros y contras.

Además espero pronto se agilicen los trámites en el RENAP pues justo hoy no nos dieron una certificación que debía estar en mayo.