miércoles, 28 de diciembre de 2011

Metas y reglas

Si bien las metas son importantes, tanto o más lo son las reglas por las cuales vivimos.


Esta es la época del año en que casi todos aprovechamos para ponernos algunas metas y objetivos a cumplir en el año que está por empezar. Lamentablemente, está comprobado por muchos estudios que la mayoría (casi el 95%) no persiste en esos propósitos y difícilmente los alcanza. ¿De qué lado quiere estar usted dentro de un año, en el 5 que sí los logra o en el 95% que no?

Este tema me ha apasionado por mucho tiempo y he leído y encontrado cuanta teoría se le pueda imaginar de cómo uno puede lograr sus objetivos, desde los más razonables hasta algunos francamente descabellados. En ese peregrinar algo he ido aprendiendo y afortunadamente siempre continúo encontrando cosas nuevas.

Hay quienes dicen que uno se debe poner una sola meta a cumplir en el año, que puede estar bien porque lo enfoca a uno, pero también debemos comprender que nuestra vida consiste de muchas facetas y no podemos enfocarnos en una sola de ellas y olvidarnos de las demás. En este sentido me gusta el consejo que da uno de los que considero mis mentores (por lo que ha escrito, ya que no lo conozco personalmente), Michael Masterson, que uno debiera fijarse un propósito en cada una de cuatro áreas: salud, finanzas, desarrollo personal y vida social. Leyendo y reflexionando, he aprendido también que al final de la vida, lo más importante son nuestras relaciones con los demás, por lo que considero que este lineamiento debe ser parte inherente de cada uno de esos propósitos, para que vivamos una vida plena y satisfactoria.

Sin embargo, reconozco que aunque uno se proponga objetivos y metas, llevarlos a la práctica es muy difícil y requiere constancia, disciplina y pasión (si no fuera así, el porcentaje de quienes logran sus objetivos sería mucho mayor). Hay también muchas metodologías al respecto pero, indistintamente de cuál usted escoja, lo más importante es dar el primer paso. La acción es lo más importante y mientras usted no actúe, nada sucederá.

Por último, he encontrado que adicionalmente a las metas y objetivos que uno tenga, uno debe tener reglas muy bien definidas que representen la visión que uno tiene de la vida y que le permitan tomar decisiones ante las mil y una circunstancias que deberemos enfrentar en nuestro diario caminar. Es importante que uno reflexione sobre estas reglas y las ponga por escrito.

No tienen necesariamente que ser reglas muy sofisticadas, puede ser algo tan sencillo como a qué hora va a dormir y despertarse todos los días. Si lo primero que va a hacer al despertar es hacer ejercicio, leer o escribir y por cuánto tiempo. En estas doradas épocas de las redes sociales, una regla muy importante puede ser cuántas veces en el día y a qué horas se va a permitir revisarlas, por ejemplo. Lo importante es que usted mismo establezca aquellas reglas que le permitan vivir una vida más ordenada, con menos stress y culpas, que al final lo acerquen a ese objetivo principal de todos: ser felices.

Es mi deseo que el 2,012 le traiga muchos éxitos y bendiciones. ¡Feliz Año Nuevo!

P.S.: En mi blog (www.jorgejacobs.com) pongo el link a un par de artículos que desarrollan algunos de los conceptos que aquí menciono. 

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 29 de diciembre de 2,011.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Acción de Gracias

Este es un buen momento para detenernos en el camino y dar gracias.

Aunque la acción de gracias se tiende a vincular más con una celebración del mes pasado, creo que la Navidad es el momento ideal para hacer un alto en el camino y dar gracias por todas las bendiciones recibidas, los éxitos alcanzados, los retos vencidos, las tristezas, las alegrías; en fin, por todo lo que obtuvimos este año. Al dar gracias por la vida que hemos tenido, creo que debemos empezar por aquellos que nos dejaron este año.

Hace apenas un par de días se fue una muy querida tía, Blanca Alvarado de Del Valle.
La tía Blanca, prima de mi mamá, era una persona admirable. Muy emprendedora y comerciante, pero además muy sencilla y de gran corazón; siempre dispuesta a ayudar a los demás. En mi caso particular, su ayuda y apoyo fueron decisivos en algunos de los momentos más difíciles de mi vida. Por lo cual siempre la recordaré y le estaré muy agradecido.

Si usted ha perdido también a una persona querida y cercana recientemente, dé gracias por haberla tenido un tiempo en su vida y por todo lo que compartieron juntos. Al final, lo que queda son esos recuerdos de una vida bien vivida.

Demos gracias por la vida. Por no ser una más de las estadísticas en Guatemala. Sé que en la mayoría de los casos, nosotros o nuestros allegados hemos flirteado con la muerte en uno de los países más violentos del mundo. Sin embargo, aquí seguimos y eso es razón suficiente para dar gracias.

Demos gracias por nuestra familia y nuestros amigos. Su compañía hace que nuestro andar por esta vida sea más feliz y placentero. Con ellos que se puede disfrutar mejor una cena, una película, un viaje, una excursión, una conversación y hasta el silencio.

Demos gracias también por los fracasos que hemos tenido este año. Porque solo tienen fracasos aquellos que se arriesgan y actúan. Quienes nunca fracasan, lo más probable es que nunca hallan intentado hacer nada fuera de su zona de confort. Y solo quienes se han arriesgado, fracasado y seguido adelante, entienden que el fracaso es un paso más que nos acerca al éxito. Así que si quiere ser exitoso, dé gracias por las lecciones aprendidas a través de los fracasos.

Demos gracias por nuestro trabajo, que si lo hemos escogido bien no es una carga, sino un placer. Y si para usted es una carga, es porque no ha encontrado aquello que le gusta hacer. El día que lo encuentre no tendrá que trabajar nunca más, como bien lo dijo Mark Twain.

Demos gracias por los éxitos que hemos alcanzado este año. Seguramente se deben a nuestra dedicación, esfuerzo, constancia, pasión y a que en algún momento tomamos las decisiones correctas. Que estos sean el combustible que alimente nuestras metas para el siguiente año.

Seamos agradecidos con todos aquellos que este año cooperaron con nosotros para que alcanzáramos nuestras metas. Y cooperemos nosotros también con otros para que alcancen sus metas.

Por último, yo doy gracias a Dios por todas las bendiciones recibidas este año. ¡Que tengan todos una muy Feliz Navidad!

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 22 de diciembre de 2,011.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Dejamos atrás

Este año nos trajo muchos retos y satisfacciones, pero principalmente, muchos cambios.

Este año fue uno extraordinario. Nos trajo muchos retos, muchos desafíos, muchas victorias, algunas derrotas, muchas bendiciones pero sobre todo muchos cambios, aquí y en todas partes. Creo que va a ser uno de esos años dignos de recordar.

Uno de los cambios para mí más memorables es la transformación de varios países del norte de África. Nadie podría haber previsto hace un año que la inmolación de un tunecino iba a ser la chispa que encendiera el fuego que consumió a varios dictadores.Mucho menos que un año después ya no quedarían ni las huellas de Muamar el Gadafi.

Ciertamente, no podemos decir que la “primavera árabe” ya haya terminado ni mucho menos que haya acabado con los vicios que la generaron, pero creo que es el inicio de más cambios en esa región. Mucha gente cree que esta será la puerta para que se radicalicen esos países; sin embargo, yo estoy convencido de que los orígenes de estos cambios tienen su raíz en deseos de la gente de más libertad, por lo que creo que, aunque haya tropiezos y reveses, poco a poco se irán consolidando sociedades más abiertas.

Otro de los cambios que más atención me han merecido es el que también creo que es el inicio del fin del Estado benefactor-mercantilista en su encarnación actual —digo esto porque no descarto la increíble capacidad que tienen para reinventarse quienes gustan de vivir a expensas de los demás—. Este proceso lo podemos ver palpablemente en varios países de Europa, los cuales están llegando a niveles insostenibles de déficit y deuda.

A este respecto, siempre recuerdo una de las frases célebres de Margaret Thatcher: “El socialismo funciona hasta que se les acaba el dinero de las demás personas”. Y esto es precisamente lo que podemos ver actualmente en varios países de Europa. Se dedicaron a vivir de “prestado” durante mucho tiempo, creyendo que nunca se les acabaría el dinero de “alguien más”, pero la fuente no podía ser eterna y son varios los gobiernos que ya llegaron al punto donde no pueden conseguir más dinero prestado.

Como suele suceder en estos sistemas llenos de incentivos perversos, quienes siempre terminan pagando el pato son los más trabajadores y responsables, en este caso los ciudadanos alemanes, pero no nos debería extrañar que, tarde o temprano, hasta ellos le zafen bulto a sus gobernantes y se nieguen a pagar lo que los demás se comieron.

Es interesantísimo notar, a pesar de las acusaciones en contra del “capitalismo”, que la crisis, el déficit y la deuda es de los gobiernos, y no de las empresas y personas trabajadoras. Así que, que no lo engañen, esta no es una crisis del capitalismo, es una crisis del Estado benefactor-mercantilista.

¿Y en Guatemala? Dejamos atrás, finalmente, a esta administración llena de corrupción e ineficiencia como la que más. Lo que no es garantía de que la siguiente no sea igual, por lo que tenemos todos los ciudadanos la obligación de seguir atentos a fiscalizar a los gobernantes para que no abusen del poder.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 15 de diciembre de 2,011.

Foto: Futurity: Hussein Elkhafaif

¿Caída o enroque?

Es bueno que se persiga a Gloria Torres, pero, ¿por qué sólo a ella y por algo de otra administración?

La noticia reciente más sonada en Guatemala es la persecución penal contra Gloria Torres, hermana de la exesposa del presidente, por acusaciones de lavado de dinero y corrupción. La pregunta del millón es: ¿es esta exclusivamente una legítima persecución penal o es una venganza fraguada desde los languidecientes círculos de poder de esta administración?

La pregunta es clave ya que creo que casi nadie cuestiona el hecho de que se persiga estos casos de corrupción. Esta persecución penal debiera servir de ejemplo a todos aquellos que de una u otra manera se apropian ilegítima e ilegalmente de los fondos de los tributarios.

Lamentablemente, aquí llegamos al verdadero quid del asunto: ¿podemos esperar que el Ministerio Público y el resto del sistema judicial investiguen y persigan todos los casos de corrupción que se dan dentro de la administración pública o simplemente vemos, como muchos sospechamos, una persecución penal avivada por presiones políticas con el fin de vengar rencillas familiares pasadas?

Si este último es el caso, en lugar de sentar un buen precedente, esta persecución lo único que haría es enseñarle a los pícaros que no deben pelearse ni traicionar a quienes por el momento “detentan el poder”, so pena de caer en desgracia y parar en la cárcel.

Las sospechas al respecto son muchas. ¿Por qué hasta ahora y no antes, cuando desde hace dos años ya había sido denunciado públicamente en los medios de comunicación y algunos de los involucrados en las investigaciones periodísticas cuentan la renuencia que había en ese momento de parte de las autoridades para darle seguimiento al caso?

¿Por qué solo este caso, que no está directamente vinculado con la administración actual, cuando también han habido varias denuncias de lavado de dinero contra la misma Gloria Torres durante esta administración y en mucho mayor volumen, como por ejemplo el caso de las maletas de dinero trasladadas a Panamá por allegados a ella?

Hilando más fino. ¿Será que Gloria Torres simplemente es el chivo expiatorio negociado entre la administración saliente y la entrante para garantizar impunidad a los salientes? Hay que ponerle mucho ojo a esto y los del PP tienen mucho camino que recorrer para demostrar que esta no es una negociación como la que se ha dado en todos los cambios de gobierno anteriores, en donde ambas administraciones deciden a quién se perseguirá por corrupción de la administración saliente para que la entrante pueda lavarse la cara y decir que sí persiguió la corrupción del gobierno anterior, pero sin que esta persecución llegue a las más altas esferas, bajo la premisa de que “mañana me lo pueden hacer a mí”.

Como en Guatemala el “piensa mal y acertarás” tiene mucha trascendencia, queda ahora en el MP y en el PP demostrar que la persecución contra Gloria Torres no es una venganza o una negociación política. ¿Cómo lo demuestran? Persiguiendo los demás casos de corrupción que se dieron durante la administración de los Colom Torres.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 8 de diciembre de 2,011.

Caricatura: Fo de Prensa Libre.

Las primeras tranzas

Hay que entender de dónde vienen las cosas.


El gobierno del Partido Patriota (PP) no ha ni empezado y ya comienzan a flirtear con las “tranzas” con tal de lograr sus objetivos. La verdad es que deja mal sabor el arranque del gobierno como lo han venido planteando en el Congreso.

Sin descansar prácticamente nada —lo cual es encomiable—, la nueva administración empezó desde el día después de la elección a mover a sus elementos en el Congreso para comenzar, según ellos, con el pie derecho en el gobierno. Para ello se dedicaron a aprobar a como diera lugar el presupuesto
para el año entrante, subiéndolo un poco de como lo presentó la administración de Colom, y haciendo algunos cambios en las asignaciones.

Luego, quieren aprobar también, a como dé lugar, varios préstamos, la “Ley Antievasión II”, el impuesto al Tabaco y la Ley de Eliminación del Secreto Bancario. Para ello, han tenido que lidiar con la oposición inicial de la UNE y del partido Líder, ambos con pretensiones de utilizar el mismo mecanismo utilizado durante los últimos tiempos por el PP para evitar que las cosas caminen en el Congreso, a saber, la interpelación de ministros. La UNE ya desistió de tal interpelación, y los de Líder están en ese proceso, aunque para ello han planteado una negociación.

La negociación pareciera fuera de lugar, ya que lo que están pidiendo es que se autorice un préstamo, denominado C4i, por medio del cual se pretende comprar radares y aviones brasileños con el supuesto fin de combatir el narcotráfico y el “cambio climático”. Y digo que pareciera fuera de lugar porque no haría mucho sentido la insistencia de Líder por ese préstamo, de no ser por un pequeño detalle: el préstamo es un robo en descampado en el que, según las malas lenguas, los principales beneficiarios son algunos de los financistas de su campaña.

Esta compra la vienen negociando desde hace dos años, inicialmente por US$100 millones y ahora la subieron a casi US$170 millones. Desde hace dos años yo describí en esta columna por qué no se debería autorizar esa compra y los argumentos son aún más válidos ahora con casi el doble de sobreprecio.

Sin embargo, el diputado Villate tuvo el descaro de decir que “los que se opongan son narcos” (S21, 29/11/11, p.3). Pues de una vez le contesto al diputado Villate: ni los radares ni los aviones van a servir contra el narcotráfico. Esta compra solo va a servir para que se roben buena parte de ese dinero de los tributarios.

Y les digo a los del PP, las malas lenguas cuentan también que los mismos financistas participaron en su campaña, por lo que no extrañaría que ustedes también aprueben este funesto robo. Si no quieren que su imagen se siga deteriorando, sepan bien en qué se están metiendo porque el lodo también les podría salpicar.

En cuanto a las otras leyes, también sepan bien en lo que se están metiendo, porque los intereses detrás son mucho más grandes que el suyo de recaudar más impuestos.

Adicionalmente, ¿por qué tanto énfasis en el tema de los ingresos, cuando ni siquiera han dimensionado el efecto de la corrupción que dicen querer combatir? ¿Por qué no poner por lo menos el mismo énfasis en aprobar, por ejemplo, la iniciativa 4410?

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 1 de diciembre de 2,011.

El sentido menos común

El sentido común, como decía El Muso, es el menos común de los sentidos.


Si quiere entender por qué el sentido común es el menos común de los sentidos, le recomiendo leer el libro Sentido Común en el que se publican algunas columnas que Manuel F. Ayau, mejor conocido como el Muso, publicó a lo largo de 50 años de periodismo de opinión, manteniendo siempre una impresionante congruencia de pensamiento. Al leerlo me entra nostalgia por el amigo que conocí, pero también cólera, al ver que si le hubiesen hecho caso hace 40 años, la situación de los guatemaltecos sería muy distinta.

A él le quedó la satisfacción no solo de decirlo en el momento que se debía decir, sino actuar basado en esos principios para cambiar las cosas que estaban mal.
Pero él sabía que cambios de esta envergadura no se hacen de la noche a la mañana. Lleva mucho tiempo de convencimiento a varias generaciones para lograr la masa crítica necesaria. Y a eso dedicó su vida, a sabiendas de que muy probablemente no vería muchos de los cambios por los cuales debatió durante tanto tiempo.

A pesar de los aparentes reveses y vicisitudes, se mantuvo auténtico, defendiendo los principios de una sociedad de personas libres y responsables, regida por la igualdad ante la ley —estado de Derecho— en un sistema económico de intercambio voluntario —mercado—; o lo que es lo mismo, el liberalismo.

Y no solo los guatemaltecos dejaron pasar esas enseñanzas. Cito por ejemplo un artículo publicado hace 40 años sobre el sistema monetario: “No creo que se adopte el oro hasta que el fracaso monetario internacional sea de mucha mayor magnitud que la crisis actual. Hasta que no degenere la situación en un caos, no claudicarán los economistas que hoy manejan el sistema monetario, aunque ya no pueden negar que han fracasado rotundamente en su objetivo de lograr la estabilidad monetaria a nivel mundial”.

¿Podía prever el Muso que un año después de su muerte podríamos estar llegando a ese momento? Por supuesto que no, pero lo importante es que los principios aplicables son los mismos, y desde aquella época, con un poco de sentido común, se podía prever que tarde o temprano la crisis irremediablemente llegaría.

Recorrer ese libro implica una conversación con su autor. Descubrir que no hay nada nuevo bajo el sol. Las respuestas y soluciones allí están, siempre lo han estado, pero son pocos los que tienen la humildad para reconocerlas y la valentía para defenderlas. El Muso fue uno de ellos y nos marcó el camino a muchos guatemaltecos que voluntariamente tomamos la estafeta para continuar en esa larga tarea de convencimiento por persuasión.

Lo más impresionante es que nunca se desanimó, como lo demuestra este párrafo escrito en los últimos años de su labor periodística:

“No pierdo la esperanza de que algún día echemos por la borda, al basurero intelectual, todas las teorías derivadas del fracasado colectivismo utópico que considera al ser humano como un instrumento de la sociedad y no como una criatura de Dios, con individualidad propia, con derechos inherentes a su condición humana, y no concedidos graciosamente por los políticos de los gobiernos.”

Busque el sentido común.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 24 de noviembre de 2,011.

Harold y la CC

Creo importante que Caballeros consulte ahora a la CC y no pasar por el mismo martirio dentro de 4 años.

Desde hace días tengo una inquietud,que a estas alturas del partido podría parecer irrelevante, pero que ante el claro inicio de la campaña presidencial del 2015, apenas unos días después de la segunda vuelta, no me queda otra que plantearlo: considero necesario que Harold Caballeros, si todavía tiene alguna aspiración presidencial —como en efecto parece ser—, consulte desde ahorita a la Corte de Constitucionalidad (CC) si él puede o no puede ser candidato presidencial.

La primera reacción de todas las personas a quienes se los he planteado es que eso ya quedó claro en esta elección, ya que fue candidato presidencial y, de haber ganado, hubiese sido presidente de Guatemala. El argumento continúa en que el caso llegó hasta la CC y esta lo rechazó—que fue la razón por la que Harold pudo ser candidato—, por lo que el tema ya está zanjado y no hay nada más que hablar.
Pero la cosa no es tan sencilla, particularmente en las oscuras aguas de la politiquería criolla.

El punto toral aquí es que la CC no conoció el fondo del tema. El amparo que le rechazó a la UNE lo hizo por cuestiones de forma, y no de fondo. Es decir, la CC no llegó a “conocer”, mucho menos a dictaminar, sobre el meollo del asunto: cuándo y en qué forma un “ministro religioso”, en este caso evangélico, deja de serlo y, más importante aún, cómo interpretar la —lamentablemente— vaga prohibición constitucional.

Yo no soy abogado constitucionalista, pero la experiencia de haber planteado ya varias acciones de inconstitucionalidad —desde hace más de 15 años y con varias cortes— me demuestra que los magistrados muy fácilmente pueden lavarse las manos de conocer el fondo de un caso, argumentando que la “forma” de plantearlo no es la correcta, que, entiendo, fue lo que hicieron en el caso de la UNE contra Harold. En pocas palabras, todavía la CC no ha establecido claramente cómo se interpreta la prohibición constitucional.


¿Y qué importancia tiene esto ahorita? Pues mucha, por lo menos para Harold y sus partidarios, ya que al no haber una sentencia de la CC al respecto, dentro de cuatro años, cuando se trate de inscribir nuevamente, tanto el Registro de Ciudadanos como el TSE, así como cualquier contendiente por el guacamolón podrían nuevamente oponerse a su inscripción y debería pasar otra vez por todo el peregrinaje de las cortes, lo que de seguro minaría considerablemente sus fuerzas y recursos, como lo hizo en esta ocasión, para ser uno de los finalistas. Y que tenga por seguro que más de alguien lo hará.

Así que, para curarnos todos en salud y de una vez definir este punto, le recomiendo a Harold hacer esa consulta a la CC, que, por cierto, es la misma que estará en ese momento. Si le dan vía libre, tiene cuatro años para prepararse. Si le dicen que no, tiene los mismos cuatro años para preparar a su reemplazo. ¿Para qué pasar por el calvario dos veces?

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 17 de noviembre de 2,011.