jueves, 28 de julio de 2005

Democracia en América

Mañana se cumplen 200 años del nacimiento de Alexis de Tocqueville, autor del libro "La Democracia en América". ¿Qué tiene eso de importancia para nosotros, los guatemaltecos del siglo XXI? Mucho. 170 años después que ese agudo observador describiera lo que encontró en la naciente democracia del norte, nosotros todavía parecemos perdidos y sin encontrar ese rumbo que, en menos de un siglo, sacó a un país del subdesarrollo hasta posicionarlo como uno de los países más desarrollados.

Tocqueville, hijo de aristócratas que creció en el turbulento primer cuarto del siglo XIX en Francia, realizó su ya famoso viaje de investigación a Estados Unidos en 1,831, acompañado de su amigo Gustave de Beaumont. El propósito oficial del viaje era estudiar el sistema penitenciario de Estados Unidos, pero Tocqueville tenía una inquietud mucho más grande. Quería saber cómo se desarrollaba la democracia en aquel país, previendo que su país seguiría un rumbo similar en el futuro.

El resultado de las observaciones de ese viaje de 9 meses es considerado uno de los libros más importantes de las ciencias políticas. De una manera muy elocuente, Tocqueville describió el funcionamiento de la democracia en Estados Unidos, cómo se conformaban sus instituciones, los aciertos y los desaciertos que él encontró. La influencia que esas instituciones tenían sobre el actuar de las personas.

Una de las principales lecciones del libro fue el hallazgo de Tocqueville acerca de cómo los estadounidenses dependían mucho del voluntarismo y las asociaciones voluntarias para resolver sus problemas, sin esperar que alguien más, léase el gobierno, se los resolviera.

Tocqueville lo describe así: "El habitante de los Estados Unidos aprende desde su nacimiento que hay que apoyarse sobre sí mismo para luchar contra los males y las molestias de la vida; no arroja sobre la autoridad social sino una mirada desconfiada e inquieta, y no hace un llamamiento a su poder más que cuando no puede evitarlo."

Tocqueville hace una interesante reflexión sobre el conflicto entre la igualdad y la libertad, explicando que los beneficios de la igualdad se ven en el corto plazo pero sus defectos sólo son visibles en el largo plazo, mientras que los beneficios de la libertad se perciben a largo plazo, por lo que la mayor parte de personas, con una visión cortoplacista, se inclinan más hacia la igualdad que hacia la libertad.

Mi recomendación es que no se limite a este pequeño comentario, sino lea la obra. Existe una edición relativamente económica del Fondo de Cultura Económica. Adicionalmente, el libro se puede encontrar gratuitamente por Internet. La versión en inglés la encuentra en: "xroads.virginia.edu/~HYPER/DETOC/home.html". No he encontrado todavía una versión en español en el Internet, pero casi le puedo asegurar que ya ha de existir.