Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 29 de diciembre de 2,011.
Este es un lugar en el cyberespacio para compartir ideas. Las mías, en particular, se centran alrededor de la libertad individual que nos permite desarrollarnos y llegar a ser todo lo que queremos ser. Mis Ideas se publican originalmente todos los viernes en el diario Prensa Libre de Guatemala.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Metas y reglas
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 29 de diciembre de 2,011.
sábado, 24 de diciembre de 2011
Acción de Gracias
Aunque la acción de gracias se tiende a vincular más con una celebración del mes pasado, creo que la Navidad es el momento ideal para hacer un alto en el camino y dar gracias por todas las bendiciones recibidas, los éxitos alcanzados, los retos vencidos, las tristezas, las alegrías; en fin, por todo lo que obtuvimos este año. Al dar gracias por la vida que hemos tenido, creo que debemos empezar por aquellos que nos dejaron este año.
Hace apenas un par de días se fue una muy querida tía, Blanca Alvarado de Del Valle.
La tía Blanca, prima de mi mamá, era una persona admirable. Muy emprendedora y comerciante, pero además muy sencilla y de gran corazón; siempre dispuesta a ayudar a los demás. En mi caso particular, su ayuda y apoyo fueron decisivos en algunos de los momentos más difíciles de mi vida. Por lo cual siempre la recordaré y le estaré muy agradecido.
Si usted ha perdido también a una persona querida y cercana recientemente, dé gracias por haberla tenido un tiempo en su vida y por todo lo que compartieron juntos. Al final, lo que queda son esos recuerdos de una vida bien vivida.
Demos gracias por la vida. Por no ser una más de las estadísticas en Guatemala. Sé que en la mayoría de los casos, nosotros o nuestros allegados hemos flirteado con la muerte en uno de los países más violentos del mundo. Sin embargo, aquí seguimos y eso es razón suficiente para dar gracias.
Demos gracias por nuestra familia y nuestros amigos. Su compañía hace que nuestro andar por esta vida sea más feliz y placentero. Con ellos que se puede disfrutar mejor una cena, una película, un viaje, una excursión, una conversación y hasta el silencio.
Demos gracias también por los fracasos que hemos tenido este año. Porque solo tienen fracasos aquellos que se arriesgan y actúan. Quienes nunca fracasan, lo más probable es que nunca hallan intentado hacer nada fuera de su zona de confort. Y solo quienes se han arriesgado, fracasado y seguido adelante, entienden que el fracaso es un paso más que nos acerca al éxito. Así que si quiere ser exitoso, dé gracias por las lecciones aprendidas a través de los fracasos.
Demos gracias por nuestro trabajo, que si lo hemos escogido bien no es una carga, sino un placer. Y si para usted es una carga, es porque no ha encontrado aquello que le gusta hacer. El día que lo encuentre no tendrá que trabajar nunca más, como bien lo dijo Mark Twain.
Demos gracias por los éxitos que hemos alcanzado este año. Seguramente se deben a nuestra dedicación, esfuerzo, constancia, pasión y a que en algún momento tomamos las decisiones correctas. Que estos sean el combustible que alimente nuestras metas para el siguiente año.
Seamos agradecidos con todos aquellos que este año cooperaron con nosotros para que alcanzáramos nuestras metas. Y cooperemos nosotros también con otros para que alcancen sus metas.
Por último, yo doy gracias a Dios por todas las bendiciones recibidas este año. ¡Que tengan todos una muy Feliz Navidad!
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 22 de diciembre de 2,011.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Dejamos atrás
Este año fue uno extraordinario. Nos trajo muchos retos, muchos desafíos, muchas victorias, algunas derrotas, muchas bendiciones pero sobre todo muchos cambios, aquí y en todas partes. Creo que va a ser uno de esos años dignos de recordar.
Uno de los cambios para mí más memorables es la transformación de varios países del norte de África. Nadie podría haber previsto hace un año que la inmolación de un tunecino iba a ser la chispa que encendiera el fuego que consumió a varios dictadores.Mucho menos que un año después ya no quedarían ni las huellas de Muamar el Gadafi.
Ciertamente, no podemos decir que la “primavera árabe” ya haya terminado ni mucho menos que haya acabado con los vicios que la generaron, pero creo que es el inicio de más cambios en esa región. Mucha gente cree que esta será la puerta para que se radicalicen esos países; sin embargo, yo estoy convencido de que los orígenes de estos cambios tienen su raíz en deseos de la gente de más libertad, por lo que creo que, aunque haya tropiezos y reveses, poco a poco se irán consolidando sociedades más abiertas.
Otro de los cambios que más atención me han merecido es el que también creo que es el inicio del fin del Estado benefactor-mercantilista en su encarnación actual —digo esto porque no descarto la increíble capacidad que tienen para reinventarse quienes gustan de vivir a expensas de los demás—. Este proceso lo podemos ver palpablemente en varios países de Europa, los cuales están llegando a niveles insostenibles de déficit y deuda.
A este respecto, siempre recuerdo una de las frases célebres de Margaret Thatcher: “El socialismo funciona hasta que se les acaba el dinero de las demás personas”. Y esto es precisamente lo que podemos ver actualmente en varios países de Europa. Se dedicaron a vivir de “prestado” durante mucho tiempo, creyendo que nunca se les acabaría el dinero de “alguien más”, pero la fuente no podía ser eterna y son varios los gobiernos que ya llegaron al punto donde no pueden conseguir más dinero prestado.
Como suele suceder en estos sistemas llenos de incentivos perversos, quienes siempre terminan pagando el pato son los más trabajadores y responsables, en este caso los ciudadanos alemanes, pero no nos debería extrañar que, tarde o temprano, hasta ellos le zafen bulto a sus gobernantes y se nieguen a pagar lo que los demás se comieron.
Es interesantísimo notar, a pesar de las acusaciones en contra del “capitalismo”, que la crisis, el déficit y la deuda es de los gobiernos, y no de las empresas y personas trabajadoras. Así que, que no lo engañen, esta no es una crisis del capitalismo, es una crisis del Estado benefactor-mercantilista.
¿Y en Guatemala? Dejamos atrás, finalmente, a esta administración llena de corrupción e ineficiencia como la que más. Lo que no es garantía de que la siguiente no sea igual, por lo que tenemos todos los ciudadanos la obligación de seguir atentos a fiscalizar a los gobernantes para que no abusen del poder.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 15 de diciembre de 2,011.
Foto: Futurity: Hussein Elkhafaif
¿Caída o enroque?
La noticia reciente más sonada en Guatemala es la persecución penal contra Gloria Torres, hermana de la exesposa del presidente, por acusaciones de lavado de dinero y corrupción. La pregunta del millón es: ¿es esta exclusivamente una legítima persecución penal o es una venganza fraguada desde los languidecientes círculos de poder de esta administración?
La pregunta es clave ya que creo que casi nadie cuestiona el hecho de que se persiga estos casos de corrupción. Esta persecución penal debiera servir de ejemplo a todos aquellos que de una u otra manera se apropian ilegítima e ilegalmente de los fondos de los tributarios.
Lamentablemente, aquí llegamos al verdadero quid del asunto: ¿podemos esperar que el Ministerio Público y el resto del sistema judicial investiguen y persigan todos los casos de corrupción que se dan dentro de la administración pública o simplemente vemos, como muchos sospechamos, una persecución penal avivada por presiones políticas con el fin de vengar rencillas familiares pasadas?
Si este último es el caso, en lugar de sentar un buen precedente, esta persecución lo único que haría es enseñarle a los pícaros que no deben pelearse ni traicionar a quienes por el momento “detentan el poder”, so pena de caer en desgracia y parar en la cárcel.
Las sospechas al respecto son muchas. ¿Por qué hasta ahora y no antes, cuando desde hace dos años ya había sido denunciado públicamente en los medios de comunicación y algunos de los involucrados en las investigaciones periodísticas cuentan la renuencia que había en ese momento de parte de las autoridades para darle seguimiento al caso?
¿Por qué solo este caso, que no está directamente vinculado con la administración actual, cuando también han habido varias denuncias de lavado de dinero contra la misma Gloria Torres durante esta administración y en mucho mayor volumen, como por ejemplo el caso de las maletas de dinero trasladadas a Panamá por allegados a ella?
Hilando más fino. ¿Será que Gloria Torres simplemente es el chivo expiatorio negociado entre la administración saliente y la entrante para garantizar impunidad a los salientes? Hay que ponerle mucho ojo a esto y los del PP tienen mucho camino que recorrer para demostrar que esta no es una negociación como la que se ha dado en todos los cambios de gobierno anteriores, en donde ambas administraciones deciden a quién se perseguirá por corrupción de la administración saliente para que la entrante pueda lavarse la cara y decir que sí persiguió la corrupción del gobierno anterior, pero sin que esta persecución llegue a las más altas esferas, bajo la premisa de que “mañana me lo pueden hacer a mí”.
Como en Guatemala el “piensa mal y acertarás” tiene mucha trascendencia, queda ahora en el MP y en el PP demostrar que la persecución contra Gloria Torres no es una venganza o una negociación política. ¿Cómo lo demuestran? Persiguiendo los demás casos de corrupción que se dieron durante la administración de los Colom Torres.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 8 de diciembre de 2,011.
Caricatura: Fo de Prensa Libre.
Las primeras tranzas
El gobierno del Partido Patriota (PP) no ha ni empezado y ya comienzan a flirtear con las “tranzas” con tal de lograr sus objetivos. La verdad es que deja mal sabor el arranque del gobierno como lo han venido planteando en el Congreso.
Sin descansar prácticamente nada —lo cual es encomiable—, la nueva administración empezó desde el día después de la elección a mover a sus elementos en el Congreso para comenzar, según ellos, con el pie derecho en el gobierno. Para ello se dedicaron a aprobar a como diera lugar el presupuesto
para el año entrante, subiéndolo un poco de como lo presentó la administración de Colom, y haciendo algunos cambios en las asignaciones.
Luego, quieren aprobar también, a como dé lugar, varios préstamos, la “Ley Antievasión II”, el impuesto al Tabaco y la Ley de Eliminación del Secreto Bancario. Para ello, han tenido que lidiar con la oposición inicial de la UNE y del partido Líder, ambos con pretensiones de utilizar el mismo mecanismo utilizado durante los últimos tiempos por el PP para evitar que las cosas caminen en el Congreso, a saber, la interpelación de ministros. La UNE ya desistió de tal interpelación, y los de Líder están en ese proceso, aunque para ello han planteado una negociación.
La negociación pareciera fuera de lugar, ya que lo que están pidiendo es que se autorice un préstamo, denominado C4i, por medio del cual se pretende comprar radares y aviones brasileños con el supuesto fin de combatir el narcotráfico y el “cambio climático”. Y digo que pareciera fuera de lugar porque no haría mucho sentido la insistencia de Líder por ese préstamo, de no ser por un pequeño detalle: el préstamo es un robo en descampado en el que, según las malas lenguas, los principales beneficiarios son algunos de los financistas de su campaña.
Esta compra la vienen negociando desde hace dos años, inicialmente por US$100 millones y ahora la subieron a casi US$170 millones. Desde hace dos años yo describí en esta columna por qué no se debería autorizar esa compra y los argumentos son aún más válidos ahora con casi el doble de sobreprecio.
Sin embargo, el diputado Villate tuvo el descaro de decir que “los que se opongan son narcos” (S21, 29/11/11, p.3). Pues de una vez le contesto al diputado Villate: ni los radares ni los aviones van a servir contra el narcotráfico. Esta compra solo va a servir para que se roben buena parte de ese dinero de los tributarios.
Y les digo a los del PP, las malas lenguas cuentan también que los mismos financistas participaron en su campaña, por lo que no extrañaría que ustedes también aprueben este funesto robo. Si no quieren que su imagen se siga deteriorando, sepan bien en qué se están metiendo porque el lodo también les podría salpicar.
En cuanto a las otras leyes, también sepan bien en lo que se están metiendo, porque los intereses detrás son mucho más grandes que el suyo de recaudar más impuestos.
Adicionalmente, ¿por qué tanto énfasis en el tema de los ingresos, cuando ni siquiera han dimensionado el efecto de la corrupción que dicen querer combatir? ¿Por qué no poner por lo menos el mismo énfasis en aprobar, por ejemplo, la iniciativa 4410?
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 1 de diciembre de 2,011.
El sentido menos común
Si quiere entender por qué el sentido común es el menos común de los sentidos, le recomiendo leer el libro Sentido Común en el que se publican algunas columnas que Manuel F. Ayau, mejor conocido como el Muso, publicó a lo largo de 50 años de periodismo de opinión, manteniendo siempre una impresionante congruencia de pensamiento. Al leerlo me entra nostalgia por el amigo que conocí, pero también cólera, al ver que si le hubiesen hecho caso hace 40 años, la situación de los guatemaltecos sería muy distinta.
A él le quedó la satisfacción no solo de decirlo en el momento que se debía decir, sino actuar basado en esos principios para cambiar las cosas que estaban mal.
Pero él sabía que cambios de esta envergadura no se hacen de la noche a la mañana. Lleva mucho tiempo de convencimiento a varias generaciones para lograr la masa crítica necesaria. Y a eso dedicó su vida, a sabiendas de que muy probablemente no vería muchos de los cambios por los cuales debatió durante tanto tiempo.
A pesar de los aparentes reveses y vicisitudes, se mantuvo auténtico, defendiendo los principios de una sociedad de personas libres y responsables, regida por la igualdad ante la ley —estado de Derecho— en un sistema económico de intercambio voluntario —mercado—; o lo que es lo mismo, el liberalismo.
Y no solo los guatemaltecos dejaron pasar esas enseñanzas. Cito por ejemplo un artículo publicado hace 40 años sobre el sistema monetario: “No creo que se adopte el oro hasta que el fracaso monetario internacional sea de mucha mayor magnitud que la crisis actual. Hasta que no degenere la situación en un caos, no claudicarán los economistas que hoy manejan el sistema monetario, aunque ya no pueden negar que han fracasado rotundamente en su objetivo de lograr la estabilidad monetaria a nivel mundial”.
¿Podía prever el Muso que un año después de su muerte podríamos estar llegando a ese momento? Por supuesto que no, pero lo importante es que los principios aplicables son los mismos, y desde aquella época, con un poco de sentido común, se podía prever que tarde o temprano la crisis irremediablemente llegaría.
Recorrer ese libro implica una conversación con su autor. Descubrir que no hay nada nuevo bajo el sol. Las respuestas y soluciones allí están, siempre lo han estado, pero son pocos los que tienen la humildad para reconocerlas y la valentía para defenderlas. El Muso fue uno de ellos y nos marcó el camino a muchos guatemaltecos que voluntariamente tomamos la estafeta para continuar en esa larga tarea de convencimiento por persuasión.
Lo más impresionante es que nunca se desanimó, como lo demuestra este párrafo escrito en los últimos años de su labor periodística:
“No pierdo la esperanza de que algún día echemos por la borda, al basurero intelectual, todas las teorías derivadas del fracasado colectivismo utópico que considera al ser humano como un instrumento de la sociedad y no como una criatura de Dios, con individualidad propia, con derechos inherentes a su condición humana, y no concedidos graciosamente por los políticos de los gobiernos.”
Busque el sentido común.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 24 de noviembre de 2,011.
Harold y la CC
Desde hace días tengo una inquietud,que a estas alturas del partido podría parecer irrelevante, pero que ante el claro inicio de la campaña presidencial del 2015, apenas unos días después de la segunda vuelta, no me queda otra que plantearlo: considero necesario que Harold Caballeros, si todavía tiene alguna aspiración presidencial —como en efecto parece ser—, consulte desde ahorita a la Corte de Constitucionalidad (CC) si él puede o no puede ser candidato presidencial.
La primera reacción de todas las personas a quienes se los he planteado es que eso ya quedó claro en esta elección, ya que fue candidato presidencial y, de haber ganado, hubiese sido presidente de Guatemala. El argumento continúa en que el caso llegó hasta la CC y esta lo rechazó—que fue la razón por la que Harold pudo ser candidato—, por lo que el tema ya está zanjado y no hay nada más que hablar.
Pero la cosa no es tan sencilla, particularmente en las oscuras aguas de la politiquería criolla.
El punto toral aquí es que la CC no conoció el fondo del tema. El amparo que le rechazó a la UNE lo hizo por cuestiones de forma, y no de fondo. Es decir, la CC no llegó a “conocer”, mucho menos a dictaminar, sobre el meollo del asunto: cuándo y en qué forma un “ministro religioso”, en este caso evangélico, deja de serlo y, más importante aún, cómo interpretar la —lamentablemente— vaga prohibición constitucional.
Yo no soy abogado constitucionalista, pero la experiencia de haber planteado ya varias acciones de inconstitucionalidad —desde hace más de 15 años y con varias cortes— me demuestra que los magistrados muy fácilmente pueden lavarse las manos de conocer el fondo de un caso, argumentando que la “forma” de plantearlo no es la correcta, que, entiendo, fue lo que hicieron en el caso de la UNE contra Harold. En pocas palabras, todavía la CC no ha establecido claramente cómo se interpreta la prohibición constitucional.
¿Y qué importancia tiene esto ahorita? Pues mucha, por lo menos para Harold y sus partidarios, ya que al no haber una sentencia de la CC al respecto, dentro de cuatro años, cuando se trate de inscribir nuevamente, tanto el Registro de Ciudadanos como el TSE, así como cualquier contendiente por el guacamolón podrían nuevamente oponerse a su inscripción y debería pasar otra vez por todo el peregrinaje de las cortes, lo que de seguro minaría considerablemente sus fuerzas y recursos, como lo hizo en esta ocasión, para ser uno de los finalistas. Y que tenga por seguro que más de alguien lo hará.
Así que, para curarnos todos en salud y de una vez definir este punto, le recomiendo a Harold hacer esa consulta a la CC, que, por cierto, es la misma que estará en ese momento. Si le dan vía libre, tiene cuatro años para prepararse. Si le dicen que no, tiene los mismos cuatro años para preparar a su reemplazo. ¿Para qué pasar por el calvario dos veces?
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 17 de noviembre de 2,011.
viernes, 11 de noviembre de 2011
¿2 vueltas, 2 presidentes?
Concluida la segunda vuelta creo importante reflexionar sobre los análisis que algunos medios y políticos han hecho de los resultados. En particular me interesa el concepto de la segunda vuelta y el de las “dos Guatemalas”, la de la capital y la del interior.
Desde el 22 de septiembre, 45 días antes de la segunda vuelta, yo publiqué en este espacio mi previsión de cómo quedarían los resultados, haciendo proyecciones con base en los números de la primera vuelta. Dije que el resultado quedaría:“el PP más o menos en 55 por ciento, y Líder en 45 por ciento”. Los resultados finales me dieron la razón, quedando apenas a 1.26 puntos porcentuales de diferencia, lo que por un lado representa una previsión casi exacta del resultado, y por el otro reafirma mi argumento de que deberíamos eliminar el sistema de dos rondas y mejor utilizar el sistema de rondas simultáneas propuesto por el CEES. De esta manera nos ahorraríamos los costos de la segunda vuelta, pero más importante, los costos futuros de las negociaciones entre ambas vueltas que, como demostré con mi previsión, no cambian mucho la inclinación de los votantes.
El otro tema es que “tenemos un presidente de la capital y uno del interior”. Eso es una falacia que no soporta el mínimo análisis. Esta percepción se alimenta de ver los resultados pintados en un mapa y como en 12 departamentos —los más grandes en área— obtuvo más votos el candidato perdedor y solo en 10 el candidato ganador, entonces el mapa se ve más rojo que naranja y, por ende, creen algunos que si fuera por los votantes del interior, Baldizón sería el presidente.
Este análisis es completamente erróneo. Primero, esta es una elección nacional, no departamental, por lo que lo que cuenta es el resultado en todo el país y no el de cada departamento en particular. Si en Guatemala se eligiera a los gobernadores podríamos quizá inferir que Baldizón podría ser gobernador en cualquiera de esos 12 departamentos, y Pérez en los otros 10, pero nada más.
Luego, en todos los departamentos obtuvieron votos ambos candidatos, en algunos la diferencia es más marcada y en otros más cercana, pero hay muchos ciudadanos en todos los departamentos que votaron por Baldizón y muchos que votaron por Pérez.
Pero lo más importante son los números. Si quitamos los datos del departamento de Guatemala veremos que el resultado es igual, Pérez gana el primer lugar y Baldizón queda en segundo, aunque con menos diferencia, ya que la diferencia en este departamento sí es grande. Los números sin el departamento de Guatemala son: PP 51.65% y Líder 48.35%. Si quiere llevar el argumento al extremo, y quitamos solo los datos del Distrito Central —municipio de Guatemala—: PP 50.76% y Líder 49.24%.
Si fuera válido el análisis, que no lo es, ¿quién sería el presidente “del interior”? Otto Pérez.
Ahora bien, lo que sí es importante y deben tomar muy en cuenta los del PP es que la diferencia no es tanta como de seguro ellos quisieran —¿recuerdan lo de que ganaba en primera vuelta?— y que no tienen un cheque en blanco para gobernar a su sabor y antojo.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 11 de noviembre de 2,011.
Infografía: Siglo21
Promesas democráticas
Promesas van, promesas vienen, y el domingo se detienen, pero lo más seguro es que, indistintamente de quién gane la segunda vuelta, los guatemaltecos seguiremos en las mismas condiciones. Esto es así porque el principal problema no son los candidatos a ocupar la Presidencia del Ejecutivo, sino el sistema bajo el cual vivimos, que prácticamente les permite hacer lo que se les da la gana, una vez electos. Es el problema de quedarnos en la democracia y no llegar a la República.
Como ya nos debería haber quedado muy claro, las promesas de los políticos generalmente se quedan en solo eso: promesas. El que mejor lo describió fue Alfonso Portillo, quien, ya en el ejercicio del poder, declaró claramente que los políticos son “vendedores de sueños”. En pocas palabras, van a ofrecer todo aquello que crean que es un anhelo de los votantes, con tal de convencerlos de que les premien con su voto, pero una vez electos, “si te vi no te conozco”.
De ahí que, ante la falta de planes concretos, de gabinetes desconocidos, de muchos, variados y contradictorios ofrecimientos, ¿qué puede uno creer que van a hacer?
No se necesita, por ejemplo, hacer un gran estudio cuali y cuantitativo para saber que en Guatemala la preocupación principal de la mayoría es la inseguridad. Cualquiera que haya vivido más de dos semanas en nuestro país lo sabe, probablemente por experiencia propia. Así que no nos debe extrañar que uno de los principales ofrecimientos sea el de la seguridad. Lo que nunca explican es cómo y con qué recursos lo van a hacer. El mejor (o peor) ejemplo de esto lo tenemos en los actuales gobernantes que ofrecieron “seguridad con inteligencia” y las dos han brillado por su ausencia. Y por si no fuera suficiente, ya electos tuvieron el descaro de decir que si queríamos seguridad que pagáramos más impuestos porque los que ya pagábamos los iban a destinar a sus “proyectos sociales”.
Tampoco se necesitan los estudios para saber que la siguiente preocupación es la billetera. Y aquí también han ofrecido el oro y el moro, con tal de convencernos de entregarles nuestro voto. No es de extrañar que también caen en tantas contradicciones. Al final no importa si a uno le parece algún ofrecimiento de uno de los candidatos o un par de los del otro, ya que, para principiar, con los demás ofrecimientos neutralizan cualquier beneficio que aquellos pudieran producir, y al final uno nunca puede estar seguro de que vayan a cumplir con lo que ofrecen o simplemente nos están “vendiendo sueños”.
Por eso es que en lo que debemos enfocarnos es en encaminarnos hacia una verdadera república, en la que a los gobernantes se les limite el poder y no puedan pasar por sobre los derechos de nadie. Para que no tengamos que desear que llegue el “menos peor” y rogarle a Dios que su administración no sea “tan mala”, sino que estemos seguros de que, aunque el primer mandadero —mandatario, le dicen algunos— sea el peor que pudiéramos tener, las instituciones limitarán el daño que este pueda hacernos.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 3 de Noviembre de 2,011.
viernes, 28 de octubre de 2011
El que a hierro mata
La semana pasada las noticias internacionales estuvieron centradas en el Magrev africano, con la muerte de Muamar el Gadafi y el consiguiente final de la guerra civil en Libia y las elecciones en Túnez. El final de toda una era no pudo pasar desapercibido a nivel mundial. Gadafi terminó como era de esperarse que terminara, vapuleado por algunos de aquellos a quienes durante más de 40 años aterrorizó.
Si bien es cierto quizá nunca sepamos a ciencia cierta los detalles de los últimos minutos de vida del exdictador, lo cierto es que muy probablemente murió linchado por una turba de los “rebeldes” que pelearon durante ocho meses para sacarlo del poder, con la ayuda de la Otán. En uno de los videos que circularon por internet aparentemente se le ve pidiendo clemencia ante sus captores. Sin embargo, aunque no se justifica, es comprensible que la turba sacara 42 años de resentimientos contra quien los gobernó con mano dura e implacable.
En Gadafi tenemos una nueva lección, de las que lamentablemente la gente rápidamente olvida, de que el poder se acaba tarde o temprano, y quienes abusan de él, muy probablemente lo pararán pagando caro. Al final, siempre se cumple el dicho de la sabiduría popular: “no hay mal que dure cien años ni enfermo que lo aguante”. En este caso, el pueblo libio lo aguantó 42 años, pero al final se reveló.
Lo irónico del asunto es que, según cuentan algunos de sus allegados, hasta los últimos momentos Gadafi no se explicaba por qué los libios lo odiaban y luchaban contra su gobierno. Obviamente, 42 años de poder absoluto no solo lo corrompieron absolutamente, sino que, además, lo cegaron.
Solo para que se den una idea de lo que realmente representa el ejercicio del poder a los dictadores, según algunas notas investigativas publicadas esta semana, la fortuna “personal” de Gadafi y su familia en el extranjero podría llegar a los US$200 millardos. Para efectos de comparación, las personas más “ricas” del mundo —por medios lícitos, por lo menos— han acumulado fortunas cercanas a los US$50 millardos. Es decir, Gadafi, durante su dictadura, se robó más de cuatro veces lo que los mejores empresarios e inversionistas del mundo han podido producir. Y todo eso mientras los libios pasaban miserias.
Y de allí todavía se extrañaba Gadafi que no lo quisieran. ¿A qué nivel de megalomanía puede llegar una persona para creer que después de pasearse en la vida de varios millones de personas, estos todavía le deberían estar infinitamente agradecidos?
Al final, ni Gadafi ni sus hijos se quedaron con el botín, aunque sí lo usufructuaron varias décadas. Luego de tanto año de supuestas glorias, tuvieron un final sangriento y pasarán a la historia como un mal recuerdo de un pueblo oprimido.
¿De qué tamaño serán las fortunas robadas por los dictadores que todavía quedan por estos lares?
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 27 de octubre de 2,011.
jueves, 20 de octubre de 2011
Carreteras de Cartón
El reciente temporal que finalmente parece estar cediendo tuvo como consecuencia trágica, varias decenas de muertos e incontables pérdidas materiales para muchísimos guatemaltecos. Como corolario, terminó de desnudar la triste y cruda realidad de la inmensa corrupción que ha existido en Guatemala en la construcción de las obras públicas. Esto debe quedar muy claro: el desastroso estado de la infraestructura guatemalteca no es culpa de las lluvias, no es culpa de la depresión tropical 12-E, es culpa de la corrupción e ineptitud de los gobernantes.
No deje que le den atol con el dedo. Si bien es cierto el temporal fue largo y la lluvia cuantiosa, los problemas en la infraestructura vial de Guatemala vienen de mucho atrás. De hecho, vienen desde cuando se planifica y se construye. Y no es solo de esta administración, aunque en esta se haya exponenciado la ineptitud y la corrupción, es solo que en esta llegó la gota que rebalsó el vaso en la forma de una depresión tropical.
Durante mucho tiempo, lo que se “sabía” era que los funcionarios cobraban una “comisión” del 10% sobre todas las obras que le asignaban a alguna empresa. Durante la administración de Portillo, el robo llegó a tal nivel que la famosa “comisión” llegó, en algunos casos, al 40% de la obra. De ahí que toda la obra pública en Guatemala tenga sobreprecios que nadie en su sano juicio —si el dinero fuera de él— pagaría. Pero esa solo es una parte de la historia. La otra es que debido a los “costos” de la corrupción, lo que se construye para siendo mucho menos —tanto en cantidad como en calidad— de lo que se paga.
El resultado es que en Guatemala pagamos carreteras AAA, pero recibimos carreteras XXX. Y no es exageración, al precio que se paga el kilómetro de carretera en nuestro país, en otros construirían autobahns. No es de extrañar que los funcionarios corruptos siempre salgan con la cantaleta de que no alcanza el dinero. ¡Por supuesto que no alcanza con semejantes niveles de latrocinio!
Aquí hay que aclarar que la culpa y responsabilidad del desastre de infraestructura que tenemos y de las vidas perdidas como consecuencia no es exclusivamente de los funcionarios corruptos, sino de las empresas contratistas del Gobierno, que toda la vida han consentido y hecho fortunas a través de esa misma corrupción. Sí, ustedes, los constructores también son responsables de la destrucción y las muertes como consecuencia de la mal diseñada y peor construida infraestructura.
Y después de despilfarrar —y robarse— miles de millones de quetzales en la construcción y mantenimiento de la infraestructura vial, todavía tienen el descaro los actuales gobernantes de salir con lo mismo de siempre: “se necesita más dinero”. ¡A otros tontos con ese cuento!
Como dice María Dolores Arias, parafraseando la canción de protesta: “Qué triste se escucha la lluvia en las carreteras de cartón”.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 20 de octubre de 2,011.
Foto: Prensa Libre, Angel Julajuj.
jueves, 13 de octubre de 2011
Inmaculada Corrupción
Como en Guatemala siempre la realidad supera con creces la más increíble ficción que algún escritor se pueda imaginar, ahora resulta que los corruptos se pueden salir con la suya, sin temor a que les cuenten las costillas y vayan a tener que pagar sus robos, gracias a una sentencia de un tribunal que dice que ningún ciudadano, ni siquiera los diputados, pueden pedirles cuentas de sus fechorías, sino solo el Ministerio Público y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Aunque usted no lo crea, este es un caso verídico del cual, de hecho, ayer se llevó a cabo una vista pública en la Corte de Constitucionalidad para dilucidar si los ciudadanos tenemos el “privilegio” de poder perseguir legalmente a los funcionarios corruptos que se roban el dinero de los tributarios.
El caso en cuestión es un amparo presentado por la diputada Nineth Montenegro, ante el desvío ilegal de más de Q100 millones del Ministerio de Educación hacia los programas de Mi Familia Progresa. A la diputada se le concedió el amparo provisional, luego se emitió la sentencia de culpabilidad contra los funcionarios responsables de las transferencias ilegales, pero luego otro juzgado detuvo el amparo argumentando que la diputada no puede presentarlo, porque no es “parte interesada”.
Indistintamente de los vericuetos legalistas que están siendo discutidos actualmente en este caso, a mí me preocupa sobremanera que funcionarios corruptos se escuden en esos vericuetos para escapar de las garras de la justicia. Me preocupa, angustia y molesta todavía más que un tribunal no solo preste atención, sino que dictamine a favor de los corruptos utilizando esos argumentos.
Y lo que más me encoleriza es que no solo es tan difícil que en Guatemala alguien se tome la molestia de seguirle las huellas a los corruptos, sino que ahora resulta que nadie pueda iniciar acciones legales en su contra, ni siquiera un diputado que constitucionalmente tiene la obligación de contarles las costillas a los funcionarios públicos sobre cómo se gastan el dinero de los tributarios.
Eso simplemente es inadmisible. Si a los funcionarios corruptos solo los puede enjuiciar el Ministerio Público y la PDH, demos por sentado que en Guatemala nunca se va a perseguir a los corruptos, y los tributarios tendremos que resignarnos a contemplar impotentemente cómo los criminales que por el momento detentan el poder se apropian impunemente de nuestros recursos.
Tenemos todavía alguna esperanza de que los magistrados de la Corte de Constitucionalidad no vayan a legitimar esta atrocidad, ya que hacerlo sería darle el tiro de gracia al ínfimo estado de Derecho que todavía queda en nuestro país. Si lo hacen, Guatemala se convertirá, oficialmente, en la primera dictadura de la corrupción —todas las dictaduras son corruptas, pero esta lo sería “legalmente”—.
Le recomiendo que le siga la pista a este caso, el cual la Corte de Constitucionalidad debe resolver en las próximas semanas o meses. Su futuro está en la balanza.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 13 de Octubre de 2,011.
viernes, 7 de octubre de 2011
Presión social
Aún en la impune Guatemala, cuando la ciudadanía ejerce la suficiente presión, se pueden encontrar visos de justicia. Así lo demuestra el caso del asesinato de la niña de 8 años, Jennifer Castañaza, y su abuela Argentina de Castañaza. Ambas fueron asesinadas por el ahora confeso Jefrey Castañaza, primo de la niña y nieto de señora. Pero el caso probablemente hubiese sido uno más de los 17 asesinatos diarios que quedan sin resolver en Guatemala, de no ser porque saltó a la opinión pública, y de allí a las redes sociales.
Todo empezó hace poco más de un mes, cuando un viernes en la noche, Jefrey, quien vivía en la misma casa que ellas, las asesinó cruelmente a golpes, y se le acusa también de haber violado a la niña. Él huyó esa noche de la casa, en el vehículo de la abuela, luego de haber intentado borrar la evidencia que lo incriminaba. El carro apareció abandonado una semana después. Jefrey estaba desaparecido.
La mamá de la niña, Ana Lorena —quien también había sufrido la muerte violenta de su esposo, cinco años atrás—, se armó de valor y empezó a buscar justicia para su hija y su suegra. Tocó muchas puertas, pero los funcionarios le decían que su caso lo verían después de las elecciones —en noviembre—, aunque sí logró que un tribunal emitiese orden de captura contra el sospechoso.
La semana pasada, Estuardo Zapeta, del programa Contravía en Libertópolis, se enteró del caso y conversó con ella en la radio. La entrevista fue conmovedora e impactó a muchísimas personas. Luego subimos al Internet la orden de captura, así como fotos del prófugo y de la niña y la abuela asesinadas. Casi inmediatamente las mismas se empezaron a propagar por las redes sociales, ya que muchas personas se encargaron de trasladárselas a sus amigos y conocidos. Luego tomaron la historia algunos de los medios impresos, radiales y televisivos, lo que hizo que la noticia se difundiera todavía más lejos y más rápido.
La cobertura que se le dio al tema, en los medios tradicionales, pero especialmente en las redes sociales, creo que fue el factor clave para que Jefrey, este martes, decidiera entregarse a las autoridades.
Ahora empieza todo el proceso en los tribunales, el que esperamos que concluya con una severa condena al acusado, quien ya reconoció ser el autor material de los asesinatos. Si bien es cierto esto no le regresará a la destrozada mamá su niña, es lo mínimo que esperamos para que se haga justicia.
De este caso debemos sacar varias enseñanzas: 1. La presión social puede dar resultados —no están garantizados—. 2. Esta tecnología no es más que una herramienta, algunos la pueden usar para mal, pero otros podemos usarla para el bien. 3. Los vínculos familiares no son suficiente barrera para evitar crímenes.
Le deseo mucha suerte y fortaleza a Ana Lorena, para sostenerse hasta que se llegue a la condena y que se haga justicia.
P.S.: Si quiere escuchar la entrevista original con Ana Lorena, la encuentra en www.libertopolis.com.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 6 de octubre de 2,011.
jueves, 29 de septiembre de 2011
¿El último robo?
Hace dos años intentaron perpetrar este robo por US$100 millones, ahora descaradamente lo incrementaron a US$170 millones, y quieren aprobarlo de urgencia, de seguro, para utilizarlos como seguro de retiro al abandonar “el poder”. Que no lo engañen, la compra de aviones y radares brasileños sigue siendo tan corrupta y absurda como hace dos años. Le doy un copy-paste —resumido— a mi artículo “¿Bossa-roba?” para recordar la fallida transacción original:
“La compra de US$100 millones que el Gobierno quiere realizar en Brasil presenta muchas interrogantes difíciles de responder. Lo que es peor, cada vez que los funcionarios tratan de justificar la compra suscitan más interrogantes que las que intentan aclarar…”.
“La realidad es muy distinta. En el mundo existen pocos proveedores de sistemas de radar, los cuales no son generalmente compatibles entre sí. En el caso de Latinoamérica, la gran mayoría de radares —más del 90 por ciento— son de una empresa española —filial de una gringa—. Los únicos distintos son, casualmente, los brasileños…”.
“…en Guatemala, tanto el radar primario como los tres secundarios existentes son de la empresa española, incompatibles con los brasileños. Adicionalmente, Cocesna, que es el sistema de radares que controla el tráfico aéreo comercial regional, también utiliza esos sistemas. Pero el problema no sólo es de compatibilidad, sino también de costos”.
“Si lo que se quiere hacer es tener ‘controlado’ todo el espacio aéreo guatemalteco, esto se puede lograr añadiendo cinco radares primarios en lugares estratégicos, conectados al sistema ya existente. A ojo de buen cubero, cada radar podría costar unos US$5 millones, con lo que la compra no debería ser mayor a los US$25 millones. Aviones de alcance, que son los que se necesitaría aquí si lo que quieren es ‘combatir el narcotráfico’, se pueden conseguir en poco más de US$1 millón cada uno. Si van a comprar seis aviones, ya vamos por unos US$33 millones. La pregunta es: ¿En qué se van a gastar los otros US$67 millones?” —2011: ahora US$137 millones—.
“Todavía más, la pregunta debería ser: ¿Para qué gastarse ese dinero en un sistema ‘contra el narcotráfico’, cuando para principiar, ni es nuestra guerra y, además, ya los gringos tienen controlado el espacio aéreo de la región con sus Hawkeyes? Si no hacen más contra los aviones de los narcos, no es exactamente porque carezcan de información…”.
“Si lo que quisieran es resolver los problemas de violencia y criminalidad, sería una mucho mejor inversión la compra de helicópteros policiales, que con una inversión menor de los US$5 millones podrían tener el suficiente equipo para tener las 24 horas, los 365 días del año, un helicóptero siempre sobrevolando la ciudad y listo para llegar a cualquier escena del crimen en pocos segundos. Pero pareciera ser que esa no es la motivación...”.
Hace dos años desenmascaramos este robo y se evitó. ¿Será que ahora se saldrán con la suya y se robarán casi el doble?
P.S.: Si quiere leer completo el artículo mencionado, lo encuentra en www.jorgejacobs.com
jueves, 22 de septiembre de 2011
De segunda
La segunda vuelta se nos viene encima con todos los vicios inherentes a ese sistema arcaico de elección. Ya empezamos a ver todas las “alianzas”, trances, contubernios, venta y compra de voluntades, amistades, apoyos, fotos y cuanto crean necesario los candidatos para la victoria. Todo por el juego de comprar y vender votantes como si de piezas de ajedrez se tratara, juego completamente errado ya que los votos, en su mayoría, no son endosables. Pero a los políticos les gusta creer que sí son endosables.
Esto tiene su raíz en que la mayoría de politiqueros creen que pueden babosear a la gente —como bien lo demuestra la mayoría de campañas recientes o pasadas—, porque parten de la premisa que la gente es tonta y no se va a percatar de sus engaños. Lamentablemente debo reconocer que los politiqueros no dejan de tener algo de razón, ya que mucha gente, hasta la fecha, les sigue creyendo. Afortunadamente, eso va cambiando y estoy convencido que cada vez más, la gente está tomando decisiones más razonadas.
Esto tiene varias causas, siendo las principales los continuos desencantos debido al abuso del poder y la corrupción de los gobernantes, aunado a que la era de la información, principalmente gracias a la ubicuidad de los celulares, le ha abierto los horizontes a muchas personas que antes no tenían esa oportunidad. Pero todavía nos falta camino por recorrer y los politiqueros siguen encontrando quién les crea sus vanos y hasta imposibles ofrecimientos.
Y entonces, ¿qué va a pasar en la segunda vuelta? Indistintamente de las alianzas y apoyos de los excandidatos, creo que la mayoría de quienes votaron por Suger, Caballeros y Torrebiarte se van a decantar por Pérez Molina, y de los votantes que apoyaron a los demás candidatos, la mayoría se va a inclinarse principalmente por Baldizón. El que se haga público el apoyo de Sandra Torres al partido Líder —aunque en la primera vuelta ya lo apoyaba— no hará más que fortalecer ambas tendencias.
Haciendo un poco de números, me atrevo a hacer un vaticinio del resultado de la votación en la segunda vuelta. Si se utilizan solo los votos que ambos candidatos obtuvieron en la primera vuelta, Pérez obtuvo el 61 por ciento y Baldizón el 39 por ciento. Según mis cálculos, en la segunda vuelta esa ventaja disminuirá, pero no se revertirá, quedando el PP más o menos en 55 por ciento y Líder en 45 por ciento. Este resultado, por supuesto, dependerá de que los del PP no cometan tantas torpezas como las que cometieron hace cuatro años, las que podrían reducir aún más la diferencia.
Lo que nos deja lo que vengo diciendo desde hace meses: Otto Pérez sería el próximo presidente de Guatemala y Manuel Baldizón, el candidato a vencer dentro de cuatro años. Repito, si no cometen tantos errores.
Lamentablemente, estas negociaciones entre la primera y segunda vuelta siempre tienen secuelas nefastas para quienes después tenemos que pagar las consecuencias. Lo mejor sería que utilizáramos el sistema de rondas simultáneas propuesto por el CEES, que nos evitaría pérdidas de tiempo, dinero y, principalmente, valores.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 22 de septiembre de 2,011.
Foto: eldiario21.com.
jueves, 15 de septiembre de 2011
Lecciones Electorales
Las votaciones del domingo nos dejaron muchas lecciones que aprender y la oportunidad de corregirlos para el futuro. Para muchos hubo bastantes sorpresas, para algunos, las sorpresas nos salieron de donde no esperábamos. Lo importante es reflexionar sobre lo que se puede aprender. La principal sorpresa para mí fue la falta de información la noche electoral. Eso no había pasado en las elecciones anteriores. Hasta la famosa noche de “la ramita” ya se tenía algo de información antes del apagón. De lo poco que he podido averiguar, entiendo que hubo dos problemas.
Uno fue el canal de comunicación entre los centros de votación y el centro de cómputo. Y el otro con el servidor de información pública —el de la información que se ve en internet—. Esos son errores o problemas técnicos que no debieran haber tenido mayor trascendencia, de no ser porque la comunicación no se manejó bien.
Se debió haber aclarado cuál era el problema en lugar de dar explicaciones no creíbles. Se debió también poner una computadora conectada al sistema en la que la Prensa pudiese ver la información que iba entrando. Pero no se hizo y todos los que estábamos en el centro de cómputo nos fuimos ya en la madrugada sin tener la más mínima idea de lo que pasaba. Ese error de comunicación dio pie para que se levantaran muchos rumores sobre “lo que estaba pasando”. Esto se debe corregir para la segunda vuelta.
Luego están los resultados. Esos a mí no me sorprendieron aunque a muchos sí. Los porcentajes finales estaban en línea con lo que yo esperaba. Desde que la candidata oficial quedó fuera de la contienda, sabíamos que en sus mítines pedía que votaran por Baldizón, por lo que no es de extrañar los votos que recibió: por lo menos la mitad serían atribuibles al partido oficial. Esto se confirma aún más con los resultados al Congreso, donde fue ese partido el que recibió los votos y no Líder.
El que ya no estuviese la candidata oficial, también influyó en que muchos votaran por candidatos que tenían menores posibilidades, lo que también abonaba a que hubiese una segunda vuelta. Esta ventaja ya no la tendrá Líder en la segunda vuelta, por lo que a pesar de las “alianzas” que haga, la batalla se le presenta cuesta arriba.
La conformación del Congreso tuvo varias sorpresas, siendo la principal el arrastre que todavía tiene Alfonso Portillo. Algunos partidos, como el FRG y los Unionistas se salvaron por pelitos y otros como ADN terminaron su carrera sin diputados.
Lo que no fue sorpresa para mí fue que las personas cada vez más han aprendido a votar cruzado. Si bien es cierto todavía la mayoría vota “en línea”, cada vez más personas razonan su voto de manera distinta entre los presidenciables e incluso entre las listas nacional y distrital. Eso es bueno. Creo que todos hemos tenido oportunidad de aprender algo en esta elección. Ojalá que se corrijan los problemas para la segunda vuelta.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 15 de septiembre de 2,011.
jueves, 8 de septiembre de 2011
La hora de la verdad
Llegó la hora de la verdad. La hora en que todos tenemos la oportunidad de escoger a nuestros “mandatarios” —léase bien; eso significa mandaderos, quienes ejecutan las órdenes, no quienes las dan; estos, por lo menos en teoría, somos los ciudadanos—. Para muchos es un momento de esperanza, de cambio, de mejoras; pero para otros es más de lo mismo: solo cambiar de ladrones, y para otro gran grupo, es una pérdida de tiempo y de recursos, o le es simplemente indiferente. Yo sí creo que las elecciones son importantes, por diversas razones.
La razón más importante es que creo que esta elección permitirá que empiece un cambio en el Congreso. Si bien es cierto, el 80 por ciento de los actuales diputados busca la reelección; no creo que todos lo logren. Y entre los nuevos que lleguen, tengo la esperanza —espero que no ingenua— de que se abra la puerta para comenzar un cambio en el sistema. Lo que realmente necesitamos es una transición hacia una verdadera República, en la cual los mandatarios estén sujetos a la ley y que ni ellos ni la “mayoría” pueda pasar por encima de los derechos individuales de cualquier habitante. Este cambio es necesario para no estar como estamos en estas elecciones, esperando que llegue alguien “no tan malo” o “el menos peor”, ya que de ello dependerán muchas de las decisiones que tomaremos nosotros y, en especial, las que tomarán los inversionistas.
Otro nuevo aspecto que cabe resaltar en estas elecciones es la participación ciudadana por medio de las redes sociales, en particular Facebook y Twitter. Estas elecciones serán las más observadas, y no lo digo por el ejército de observadores nacionales e internacionales, ni por la cobertura de la Prensa, sino por toda la información que estará generando la ciudadanía misma a través de las redes sociales. Esta nueva forma de participación ciudadana, la cual ya rindió sus frutos en la anulación de la inscripción de Sandra Torres, permitirá que los hechos aislados y que antes se conocían pasado mucho tiempo, si es que se llegaban a saber, ahora se conozcan casi en tiempo real, lo cual de alguna manera frenaría el mal accionar de aquellos que quieran entorpecer el proceso electoral.
Este es un perfecto ejemplo de cómo la tecnología ha liberado a las personas y les ha abierto horizontes antes insospechados. Yo estoy convencido de que este es un gran paso, ya que no solo masifica el consumo, sino también la generación de información. Por supuesto, eso presenta otro problema y ahora se hace más importante aún la capacidad de analizar y sintetizar ese océano de información.
Así que este próximo domingo viva la fiesta ciudadana, participe, vote según los dictámenes de su razón y recuerde que lo mejor que podría hacer con su voto es cruzarlo. Sea parte del cambio, utilice las redes sociales para informar lo que sucede a su alrededor. Y si quiere conocer un buen análisis y síntesis de lo que suceda, escúchenos el domingo desde las 6 horas.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 8 de septiembre de 2,011.
jueves, 1 de septiembre de 2011
El visionario
La semana pasada nos enteramos de la renuncia de Steve Jobs al cargo de CEO de la empresa Apple. Su renuncia implica que la larga batalla contra el cáncer lo ha debilitado lo suficiente como para ya no seguir en el día a día de la empresa. Aunque para muchos esto quizá carezca de importancia, creo que Jobs es un gran ejemplo y uno de los grandes líderes de la empresarialidad del que todos podemos aprender algo. En mi caso particular, he admirado a Jobs desde mis primeros encuentros con las computadoras en los inicios de los ochenta.
Mi primer trabajo formal fue en una empresa que vendía computadoras Apple, lo que me permitió dar mis primeros pasos en el mundo cibernético al teclado de una Apple II. Eso también me permitió jugar con una de las primeras, si no la primera, Macintosh que tocó suelo guatemalteco. Pasar de las computadoras, en donde casi todo era texto —menos los juegos, que la Apple II tenía muy buenos— a un ambiente gráfico como el de la Mac fue toda una revolución en su momento, al grado de que a Microsoft le tomó por lo menos una década acercársele.
Ello también me permitió seguir de cerca todos los entresijos de la lucha corporativa que se desató ente Jobs y John Sculley —a quien éste había contratado—, que concluyeron con la salida de Jobs de Apple, uno de sus peores momentos, pero que tiempo después reconoció que fue un paso necesario para llegar hasta donde llegó.
Un cuarto de siglo después, Jobs ha demostrado que si uno tiene la visión y el empeño suficientes, puede cambiar el mundo. Según algunos analistas, y yo los apoyo, él cambió el mundo por lo menos en cinco ocasiones. Con la Apple II logró que la computadora fuera “personal”. Con la Mac definió el concepto de facilidad de uso y abrió las puertas para que cualquiera, sin conocimientos técnicos, pudiese usar una computadora.
Con el Ipod, aunado al Itunes, cambió para siempre la forma en que interactuamos con la música y, de hecho, sentó las bases para el cambio total de la industria musical. Con el Iphone volvió a cambiar el mundo; esta vez en la industria de la telefonía. Y más recientemente, con el Ipad cambió nuevamente la manera en la que usamos las computadoras.
En el ínterin logró que la empresa que inició con su amigo Woz en el garaje de su casa se convirtiera en la empresa de tecnología más reconocida y admirada del mundo, y mejoró considerablemente el estilo de vida a millones de personas alrededor del mundo.
Y eso sin contar la contribución que hizo al mundo cinematográfico con las animaciones de Pixar, lo que con el tiempo, además, lo convirtió en el principal accionista de Disney.
A pesar de los fracasos y obstáculos que enfrentó, incluyendo los de salud, se logró sobreponer, continuar y alcanzar éxitos como pocas personas lo han logrado. Eso creo que es lo admirable de Steve Jobs, y lo que podemos aprender de quien pasará a la historia como uno de los grandes visionarios de la tecnología y del mercadeo. Aun así, y a pesar de la enfermedad, no se retira completamente, por lo que esperamos tener todavía Jobs para rato y que nos siga sorprendiendo con nuevas formas de aplicar la tecnología.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 1 de septiembre de 2,011.
jueves, 25 de agosto de 2011
Usted es la diferencia
Aunque nuestra Constitución dice que Guatemala es una república, la realidad dista mucho de ese ideal; a lo más que podemos aspirar actualmente es a una democracia incipientemente decadente. La diferencia principal es que en la República nadie está por encima de la ley, y esta protege los derechos individuales de todos los habitantes. Parece un ideal tan sencillo pero es tan difícil de alcanzar que muy pocas veces en la historia algunas sociedades se le han acercado. Eso sí, cuando lo han hecho el progreso de la humanidad se ha acelerado considerablemente.
El problema de la democracia es que tarde o temprano degenera al punto donde los políticos que aprenden a manipular el sistema para vivir muy bien de él siempre paran abusando del poder en su propio beneficio y el de sus cercanos, en detrimento del resto de la población.
La solución de fondo es encaminarnos a una verdadera república, que es lo que pretende empezar a hacer la propuesta de ProReforma. Pero mientras llegamos a ese punto, hay otras cosas que los ciudadanos podemos hacer, siendo la principal evitar que algún político pueda hacerse de demasiado poder. En nuestro caso particular, la mejor forma de lograr eso es evitando que cualquier partido tenga mayoría en el Congreso.
¿Por qué? Porque debido a la forma en que muchas personas en Guatemala votan, generalmente los partidos que más posibilidades tienen de llegar a dirigir el Organismo Ejecutivo también serán quienes mayor número de diputados tendrán. En un caso extremo, como los que se daban antes en Guatemala y que esperamos no se repitan, el mismo partido que dirige el Ejecutivo tiene también la mayoría de diputados, y eso hace que se elimine la separación de poderes, convirtiendo al Congreso en una simple oficina de trámites para quien se transforma, prácticamente, en un dictador “democráticamente” electo.
Así que, indistintamente de cuáles sean sus preferencias presidenciales, yo le invito a que reflexione bien su voto para diputados, tanto los de la lista nacional como los de la lista distrital. Aún si su preferencia es por los candidatos que actualmente encabezan las encuestas, no vote a ciegas por los candidatos del mismo partido, sino analice también las otras posibilidades disponibles.
Si usted contribuye a que quienes lideran las encuestas —los primeros dos puestos, que son los que más probablemente pasen a la segunda vuelta— no tengan una mayoría en el Congreso, le hará un gran favor no solo a todos los guatemaltecos, sino a los mismos candidatos presidenciales, al evitarles ser envueltos por el manto corruptor del poder absoluto.
No tenga pena de que su candidato no obtenga suficientes diputados. La mayoría de votantes no hacen esta reflexión y votan “en línea” por el mismo partido, así que está en sus manos evitar que el sistema se siga degradando. ¡Vote cruzado!
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 25 de agosto de 2,011.
jueves, 18 de agosto de 2011
La seguridad que vale
Lo que atormenta a la mayoría de guatemaltecos es la criminalidad común y las extorsiones, no el narcotráfico.
A riesgo de ser incomprendido, desterrado y hasta linchado por las huestes políticamente correctas, me aventuro a publicar aquí lo que para mí debe ser la ocupación principal de quienquiera sea electo como nuestro mandatario —o sea, mandadero—: la seguridad. Obviamente, decir eso no tiene nada de controversial, lo que sí lo tiene es el cómo: cambie las prioridades, que la número uno sea combatir la criminalidad común y las últimas sean combatir al crimen organizado y al narcotráfico.
Aquí es donde muchos se rasgarán sus pulcras vestiduras, me hostigarán y me condenarán a pasar la eternidad en el quinto infierno.
Pero no hay nada de qué escandalizarse, es puro y simple sentido común. Los recursos siempre serán escasos y, por lo tanto, hay que invertirlos en aquello que pueda dar un mejor rendimiento, considerando siempre el corto, mediano y largo plazos. En el caso de la seguridad, cualquiera con un poco de observación podrá percatarse de que lo que tiene aterrada a la población no es el narco, ocupado en ver cómo lleva su droga a Estados Unidos, sino el asaltante, que lo puede matar en la esquina por un pinche celular, el ladrón que dos veces por semana le roba sus pertenencias en un bus urbano, el marero extorsionador del barrio que ha obligado a muchos a cerrar sus negocios y, en el peor de los casos, a abandonar sus viviendas. En el interior la cosa no es muy diferente, al grado de que en muchas comunidades se han organizado bajo la premisa de “ladrón visto, ladrón linchado”.
No hay que ser un “gran estadista” para entender que los pocos recursos que tenemos se deben invertir en aquello que más nos afecta a todos. Y es en garantizar la seguridad de todos los ciudadanos en lo que se deben invertir los recursos de los tributarios. Al fin y al cabo esa y la impartición de justicia son las razones primordiales por las cuales se organizan los Estados y pagamos impuestos.
¿Y qué pasa con el narcotráfico? Esa es una guerra que no solo no es nuestra sino que quienes, dizque están más interesados en combatirla, en la realidad no lo hacen. En Estados Unidos, el consumo de drogas se ha mantenido relativamente estable desde que se declaró oficialmente la “guerra contra las drogas”, hace 40 años.
Dicen que se acabó el narcotráfico en Colombia, pero no es cierto. Se redujo la violencia derivada del narcotráfico, sí. Se redujo un poco la producción de cocaína, sí. Pero en Colombia todavía se produce casi el 40% de toda la cocaína del mundo.
Otro ejemplo es Afganistán. Allí se produce casi el 70% del opio en el mundo. Cuando lo invadió el Ejército de Estados Unidos, de hecho se incrementó la producción y se ha mantenido estable durante los 10 años que ha estado ese ejército acampado allí. ¿Y entonces?
Uno de los candidatos con más posibilidades me argumentaba que algunos narcos han cometido delitos en nuestro territorio, a lo que le respondí que esos delitos sí hay que perseguirlos y evitarlos, pero combatir el trasiego de drogas es una causa perdida.
La única forma de acabar con el narcotráfico es legalizando las drogas, pero como para que eso pase todavía falta algún tiempo y muchas muertes, nosotros mejor ocupémonos en aquello que está a nuestro alcance y que se puede resolver con solo un poco de decisión y no muchos recursos. Y si eso no les parece suficiente, cuando hayan acabado con la criminalidad común, y solo en ese momento, entonces dedíquense a jugar su guerrita de las drogas.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 18 de julio de 2,011.
jueves, 11 de agosto de 2011
El día después
Si exigimos que hagan bien su trabajo, es también correcto reconocerles cuando lo hacen.
Los magistrados de la Corte de Constitucionalidad cumplieron lo que se esperaba de ellos: dictaminar de acuerdo con nuestra Constitución, no de acuerdo con sus posibles intereses políticos, y con ello se ganaron el respeto de los guatemaltecos que queremos vivir en paz en una república donde se respete el Estado de Derecho. Yo, que fui uno de los muchos que les exigimos públicamente que actuaran correctamente, quiero ahora reconocerles el mérito de un trabajo bien hecho.
Desconozco, pero puedo imaginar, las presiones que cada uno de ellos recibió para dictaminar en un sentido o en otro, lo que hace más respetable el que al final haya sido una decisión unánime, que no deja lugar a dudas. Atrás quedaron los meses de incertidumbre, y creo que este es un momento trascendental en la vida institucional de los guatemaltecos. Y como dije en mi artículo anterior, ahora creo que sus nombres: Alejandro Maldonado Aguirre, Mauro Chacón Corado, Héctor Pérez Aguilera, Roberto Molina Barreto, Gloria Patricia Escobar, Juan Carlos Medina Salas y Héctor Efraín Trujillo Aldana, serán recordados no solo en la red, sino en la historia, por esta decisión.
¿Y qué es lo trascendental de esta decisión? De lo que puedo entender en la sentencia, el argumento central es que la prohibición para los parientes del presidente empieza a funcionar a partir del momento en que este toma posesión, por lo que, aunque Sandra Torres se hubiese divorciado al día siguiente, la prohibición igual le aplicaría. Así también quedó sanjado el concepto de si esta prohibición aplicaba o no al cónyuge, por no formar grado. De esta suerte, esperamos nunca más pasar por otra etapa de incertidumbre similar.
Otro tema importante que quedó claro es que en materia electoral el Registro de Ciudadanos y el Tribunal Supremo Electoral tienen completa competencia y no dependen de otros tribunales para tomar decisiones. Hasta aquí todos los magistrados estuvieron de acuerdo y la decisión fue unánime, lo que abona a fortalecer la institucionalidad.
Donde hubo discrepancias fue en el tema del fraude de ley —en este caso, fraude constitucional—, y eso fue lo que motivó al magistrado Alejandro Maldonado Aguirre a emitir un voto “concurrente”, y a los magistrados Gloria Escobar y Héctor Trujillo, a secundarlo. Según los otros cuatro magistrados, el divorcio de los Colom se realizó con la intención de evitar que se le aplicara la prohibición constitucional y de esa manera defraudar la normativa constitucional. Ellos argumentaron que de no ser por la decisión del Registrador de no permitir la inscripción, el fraude se hubiese consumado en su totalidad.
Según los tres magistrados del voto concurrente, no se puede demostrar esa intencionalidad, y por tanto no se puede probar que existió un fraude constitucional. En todo caso, la mayoría aceptó que hubo un fraude constitucional.¿Por qué es importante esta diferenciación tan sutil? Porque tratar de alterar el orden constitucional tiene consecuencias penales, las que, en su momento, se le podrían imputar a los Colom, pero más importante aún, la consecuencia última podría ser una inhabilitación de por vida. ¿Será que eso fue lo que trataron de evitar?
Debo felicitar también a Adela de Torrebiarte, por ser la única entre los políticos que tuvo la gallardía de defender la Constitución, y a su abogado, Stuardo Ralón, por su clara defensa de los principios constitucionales.
Si quiere leer la resolución, la encuentra en el área de descargas de www.libertopolis.com.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 11 de agosto de 2,011.
viernes, 5 de agosto de 2011
#YoNoSoyCobarde
Ahora es cuando nos debemos manifestar...
Hoy será la vista pública. Vendrán los “movilizados”. Harán mucha bulla. Pedirán, exigirán, que la inscriban. Y usted, ¿qué hará? ¿Se quedará de brazos cruzados esperando que pase “lo que tenga que pasar”? ¿Verá sin inmutarse cómo se violenta la Constitución frente a sus narices? ¿O se armará de valor y hará algo, como, por ejemplo, exigirles a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) que conocen el caso que decidan de acuerdo a la Constitución y no de acuerdo a sus intereses políticos y/o económicos?
Los magistrados de la CC que resolverán este caso: Alejandro Maldonado Aguirre, Mauro Chacón Corado, Héctor Pérez Aguilera, Roberto Molina Barreto, Gloria Patricia Escobar, Juan Carlos Medina Salas y Héctor Efraín Trujillo Aldana, deben saber que atrás se han quedado los tiempos cuando los funcionarios públicos podían actuar impunemente sin temor a que las consecuencias de sus acciones les fueran a alcanzar.
Ya no es así. Ahora mismo, a través de una campaña a través de las redes sociales, utilizando el hashtag #Yonosoycobarde, están circulando las fotos de cada uno de los magistrados, declarándoles “#yonosoycobarde y usted?” y exigiendo respeto a la Constitución.
Y no es la única: hay varios otros grupos e iniciativas formados en las redes sociales precisamente con el mismo propósito. Alguien podrá decir que eso solo lo ve un pequeño grupito de “privilegiados” en la capital, pero esto dista mucho de ser cierto. Solo en Facebook ya hay casi millón y medio de usuarios registrados en el país, y no solo en la capital, sino en casi todas las áreas urbanas. Muchos de ellos, jóvenes, que son el segmento más grande de la población, apenas despertando a la vida cívica; algunos de ellos con mucho empuje y ánimo.
Lo cierto es que, indistintamente del efecto que en este momento puedan tener las redes sociales, los nombres y las caras de los magistrados de la CC seguirán rebotando por mucho tiempo en la red, y muchísimas personas podrán verlas y juzgar el resultado de sus decisiones.
Por supuesto que hay gente a quien el escarnio público le tiene sin cuidado. El mejor ejemplo quizá sea el de los mismos dirigentes de la coalición UNE-Gana, que tienen el descaro de solicitar que el magistrado Roberto Molina Barreto se inhiba de conocer el caso, argumentando que ya en algún momento se expresó al respecto, pero no dicen nada de su propio magistrado, Héctor Trujillo, quien hasta fue abogado de Sandra Torres, lo que no es de extrañar, viniendo de personas que han manifestado públicamente que en la política no hay lugar para la “moral”.
Pero creería que la mayoría de magistrados no se van a dejar intimidar por las presiones o, como dicen las malas lenguas, por las negociaciones.
Los ciudadanos guatemaltecos esperamos que decidan conforme a derecho ante una violación flagrante de la Constitución y no conforme a sus intereses políticos y/o económicos. Lo que está en juego es mucho más que una simple candidatura y una elección. Está en juego la poca institucionalidad que queda en Guatemala y la esperanza de que algún día podamos encaminarnos hacia una verdadera república en donde se respeten los derechos individuales de todas las personas.
Nuevamente pregunto, ante un momento tan importante para todos nosotros, usted, ¿no va a hacer nada? ¿Se va a quedar callado? #Yonosoycobarde, ¿y usted?
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 4 de agosto de 2,011.
domingo, 31 de julio de 2011
¿Qué pasa ahora?
1. La UNE tiene 48 horas para apelar ante la CC. Si presumimos que fueron notificados el sábado en la mañana, el plazo termina mañana lunes en la mañana. Para no arriesgarse, probablemente interpongan la apelación hoy.
2. La apelación la deben conocer 7 magistrados de la CC: los 5 titulares y 2 suplentes, a menos que algun titular se abstenga de conocerlo, en cuyo caso un suplente lo debe sustiuir.
3. La forma de seleccionar quienes de los magistrados suplentes participan en un caso es a través de un programa de computadora con resultados aleatorios.
4. Se presume que 3 magistrados son afines a la UNE, 1 titular y 2 suplentes.
5. Aún si el "azar" escogiera a esos 2 suplentes, todavía están en minoría, 3 contra 4. Las posibilidades de lograr que se acepte su apelación están en su contra ya que tendrían que "convencer" a alguno de los otros magistrados.
6. Si solicitan una vista pública, ésta se deberá realizar entre el miércoles y el jueves.
7. Los magistrados probablemente resuelvan en 8 días, con lo que deberemos esperar hasta el próximo lunes para conocer el desenlace de esta candidatura.
jueves, 28 de julio de 2011
No hay dinero que alcance
A los políticos del mundo, no hay dinero que les alcance.
Ahora que suenan campanas de “retomar” el pacto fiscal para “asegurar” que el Gobierno tenga los fondos necesarios para funcionar adecuadamente, creo de vital importancia reflexionar sobre una de las principales mentiras de toda la historia: “si se le da a los gobernantes el dinero suficiente, el Gobierno va a funcionar bien y todos vamos a estar mejor”. Esta sola expresión incluye varias mentiras, pero la principal radica en la palabra “suficiente”: para los políticos nunca hay dinero (de otros) que alcance.
Esta no es mi opinión. Es un hecho comprobado a todo lo largo de la historia, desde Mesopotamia y Egipto hasta la fecha, y a todo lo ancho del mundo, desde Guatemala hasta África, pasando por todos los países, desarrollados o no. Con muy contadas excepciones a lo largo de seis mil años de historia registrada, los políticos, gobernantes, reyes, dictadores y buena parte de sus séquitos siempre han encontrado alguna otra cosa en la que se puedan gastar el dinero de los pagadores de impuestos, de tal suerte que no haya dinero que les alcance.
Y si no tiene el tiempo o el interés de conocer lo que ha pasado en la historia, no es necesario —al menos en este punto—. Mire ahorita para cualquier parte y encontrará por todos lados países con graves problemas por el simple pecado de gastar más de lo que tienen.
La “crisis” en Europa es un simple y lógico resultado de los excesos de muchos políticos irresponsables que han derrochado a manos llenas dinero que no tenían. Y eso a pesar de que los acuerdos que formaron la Eurozona establecían límites muy claros y específicos al déficit que los gobiernos podían tener.
Once años después, la excepción son los países que algunos años han cumplido ese límite. A todos los demás, los límites les han valido olímpicamente. Hay que acotar que el problema no es sólo de los políticos, sino también del sistema de Estado Benefactor, del cual los grupos de interés se aprovechan para materializar la máxima que Frederic Bastiat planteó hace más de 160 años: “El Estado es esa ficción por medio de la cual todos buscan vivir a expensas de los demás”.
El otro ejemplo relevante hoy día es Estados Unidos y su “crisis” de la deuda. No se deje engañar por las apariencias. Ese límite de la deuda lo han incrementado 78 veces en los últimos 60 años. El “problema” actual es por el poder político. La deuda les viene del norte a la mayoría de políticos estadounidenses, una vez no les toquen los entitlements (privilegios) de sus grupos de votantes.
No digo que la deuda no sea un problema, sino que a los políticos lo que les preocupa es que no van a poder seguir utilizando el dinero de otros para mantener su cómoda y privilegiada situación. Una vez lleguen a un acuerdo que les permita seguir gastando a manos llenas, otros dos billones —millones de millones— de dólares más de deuda no serán problema. Lo verá.
Y así como Grecia, España, Portugal, Italia, Irlanda y Estados Unidos, está la mayoría de países, incluida Guatemala, que ya dejó atrás el argumento de que porque tenía poca deuda podía seguir endeudándose.
La conclusión lógica es que, para los políticos, no hay dinero que alcance. Por ello, lo importante para los ciudadanos es: ¿cómo hacemos para limitar a los políticos y que no nos dejen endeudados hasta el infinito? Y aquí llegamos a otro de los temas que casi produce placeres orgásmicos a muchos economistas y analistas: la carga fiscal.
Continuará…
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 28 de julio de 2,011.
Grafica tomada de Cato@liberty.