Es una falacia argumentar que ahora tenemos un presidente de la capital y uno del interior.
Concluida la segunda vuelta creo importante reflexionar sobre los
análisis que algunos medios y políticos han hecho de los resultados. En
particular me interesa el concepto de la segunda vuelta y el de las
“dos Guatemalas”, la de la capital y la del interior.
Desde el 22 de
septiembre, 45 días antes de la segunda vuelta, yo publiqué en este
espacio mi previsión de cómo quedarían los resultados, haciendo
proyecciones con base en los números de la primera vuelta. Dije que el
resultado quedaría:“el PP más o menos en 55 por ciento, y Líder en 45 por ciento”. Los
resultados finales me dieron la razón, quedando apenas a 1.26 puntos
porcentuales de diferencia, lo que por un lado representa una previsión
casi exacta del resultado, y por el otro reafirma mi argumento de que
deberíamos eliminar el sistema de dos rondas y mejor utilizar el sistema
de rondas simultáneas propuesto por el CEES. De esta manera nos
ahorraríamos los costos de la segunda vuelta, pero más importante, los
costos futuros de las negociaciones entre ambas vueltas que, como
demostré con mi previsión, no cambian mucho la inclinación de los
votantes.
El otro tema es que “tenemos un presidente de la capital y uno del
interior”. Eso es una falacia que no soporta el mínimo análisis. Esta
percepción se alimenta de ver los resultados pintados en un mapa y como
en 12 departamentos —los más grandes en área— obtuvo más votos el
candidato perdedor y solo en 10 el candidato ganador, entonces el mapa
se ve más rojo que naranja y, por ende, creen algunos que si fuera por
los votantes del interior, Baldizón sería el presidente.
Este análisis es completamente erróneo. Primero, esta es una
elección nacional, no departamental, por lo que lo que cuenta es el
resultado en todo el país y no el de cada departamento en particular. Si
en Guatemala se eligiera a los gobernadores podríamos quizá inferir que
Baldizón podría ser gobernador en cualquiera de esos 12 departamentos, y
Pérez en los otros 10, pero nada más.
Luego, en todos los departamentos obtuvieron votos ambos
candidatos, en algunos la diferencia es más marcada y en otros más
cercana, pero hay muchos ciudadanos en todos los departamentos que
votaron por Baldizón y muchos que votaron por Pérez.
Pero lo más importante son los números. Si quitamos los datos del
departamento de Guatemala veremos que el resultado es igual, Pérez gana
el primer lugar y Baldizón queda en segundo, aunque con menos
diferencia, ya que la diferencia en este departamento sí es grande. Los
números sin el departamento de Guatemala son: PP 51.65% y Líder 48.35%.
Si quiere llevar el argumento al extremo, y quitamos solo los datos del
Distrito Central —municipio de Guatemala—: PP 50.76% y Líder 49.24%.
Si fuera válido el análisis, que no lo es, ¿quién sería el presidente “del interior”? Otto Pérez.
Ahora bien, lo que sí es importante y deben tomar muy en cuenta
los del PP es que la diferencia no es tanta como de seguro ellos
quisieran —¿recuerdan lo de que ganaba en primera vuelta?— y que no
tienen un cheque en blanco para gobernar a su sabor y antojo.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 11 de noviembre de 2,011.
Infografía: Siglo21
1 comentario:
BIG DEAL YOU ARE NOT REALLY SAYING ANYTHING NEW AND BESIDES YOU SHOULD DO MORE ACTION AND STOP HIDING BEHIND YOUR PEN. CON LA FE SE PUEDEN MOVER MONTAÑAS PERO LA FE SIN OBRAS ES FE MUERTA; Y ESTO NO ES RELIGION ES JUSTICIA. EL CONFORMISMO MATA EL ALMA!
gerson
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