Hay que entender de dónde vienen las cosas.
El gobierno del Partido Patriota (PP) no ha ni empezado y ya
comienzan a flirtear con las “tranzas” con tal de lograr sus objetivos.
La verdad es que deja mal sabor el arranque del gobierno como lo han
venido planteando en el Congreso.
Sin descansar prácticamente nada —lo
cual es encomiable—, la nueva administración empezó desde el día
después de la elección a mover a sus elementos en el Congreso para
comenzar, según ellos, con el pie derecho en el gobierno. Para ello se
dedicaron a aprobar a como diera lugar el presupuesto
para el año entrante, subiéndolo un poco de como lo presentó la
administración de Colom, y haciendo algunos cambios en las asignaciones.
Luego, quieren aprobar también, a como dé lugar, varios préstamos,
la “Ley Antievasión II”, el impuesto al Tabaco y la Ley de Eliminación
del Secreto Bancario. Para ello, han tenido que lidiar con la oposición
inicial de la UNE y del partido Líder, ambos con pretensiones de
utilizar el mismo mecanismo utilizado durante los últimos tiempos por el
PP para evitar que las cosas caminen en el Congreso, a saber, la
interpelación de ministros. La UNE ya desistió de tal interpelación, y
los de Líder están en ese proceso, aunque para ello han planteado una
negociación.
La negociación pareciera fuera de lugar, ya que lo que están
pidiendo es que se autorice un préstamo, denominado C4i, por medio del
cual se pretende comprar radares y aviones brasileños con el supuesto
fin de combatir el narcotráfico y el “cambio climático”. Y digo que
pareciera fuera de lugar porque no haría mucho sentido la insistencia de
Líder por ese préstamo, de no ser por un pequeño detalle: el préstamo
es un robo en descampado en el que, según las malas lenguas, los
principales beneficiarios son algunos de los financistas de su campaña.
Esta compra la vienen negociando desde hace dos años, inicialmente
por US$100 millones y ahora la subieron a casi US$170 millones. Desde
hace dos años yo describí en esta columna por qué no se debería
autorizar esa compra y los argumentos son aún más válidos ahora con casi
el doble de sobreprecio.
Sin embargo, el diputado Villate tuvo el descaro de decir que “los
que se opongan son narcos” (S21, 29/11/11, p.3). Pues de una vez le
contesto al diputado Villate: ni los radares ni los aviones van a servir
contra el narcotráfico. Esta compra solo va a servir para que se roben
buena parte de ese dinero de los tributarios.
Y les digo a los del PP, las malas lenguas cuentan también que los
mismos financistas participaron en su campaña, por lo que no extrañaría
que ustedes también aprueben este funesto robo. Si no quieren que su
imagen se siga deteriorando, sepan bien en qué se están metiendo porque
el lodo también les podría salpicar.
En cuanto a las otras leyes, también sepan bien en lo que se están
metiendo, porque los intereses detrás son mucho más grandes que el suyo
de recaudar más impuestos.
Adicionalmente, ¿por qué tanto énfasis en el tema de los ingresos,
cuando ni siquiera han dimensionado el efecto de la corrupción que
dicen querer combatir? ¿Por qué no poner por lo menos el mismo énfasis
en aprobar, por ejemplo, la iniciativa 4410?
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 1 de diciembre de 2,011.
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