Se deben aprender varias lecciones de esta votación.
Las votaciones del domingo nos dejaron muchas lecciones que aprender
y la oportunidad de corregirlos para el futuro. Para muchos hubo
bastantes sorpresas, para algunos, las sorpresas nos salieron de donde
no esperábamos. Lo importante es reflexionar sobre lo que se puede
aprender. La principal sorpresa para mí fue la falta de información la
noche electoral. Eso no había pasado en las elecciones anteriores.
Hasta la famosa noche de “la ramita” ya se tenía algo de información
antes del apagón. De lo poco que he podido averiguar, entiendo que hubo
dos problemas.
Uno fue el canal de comunicación entre los centros de votación y el
centro de cómputo. Y el otro con el servidor de información pública —el
de la información que se ve en internet—. Esos son errores o problemas
técnicos que no debieran haber tenido mayor trascendencia, de no ser
porque la comunicación no se manejó bien.
Se debió haber aclarado cuál era el problema en lugar de dar
explicaciones no creíbles. Se debió también poner una computadora
conectada al sistema en la que la Prensa pudiese ver la información que
iba entrando. Pero no se hizo y todos los que estábamos en el centro de
cómputo nos fuimos ya en la madrugada sin tener la más mínima idea de
lo que pasaba. Ese error de comunicación dio pie para que se levantaran
muchos rumores sobre “lo que estaba pasando”. Esto se debe corregir
para la segunda vuelta.
Luego están los resultados. Esos a mí no me sorprendieron aunque a
muchos sí. Los porcentajes finales estaban en línea con lo que yo
esperaba. Desde que la candidata oficial quedó fuera de la contienda,
sabíamos que en sus mítines pedía que votaran por Baldizón, por lo que
no es de extrañar los votos que recibió: por lo menos la mitad serían
atribuibles al partido oficial. Esto se confirma aún más con los
resultados al Congreso, donde fue ese partido el que recibió los votos y
no Líder.
El que ya no estuviese la candidata oficial, también influyó en
que muchos votaran por candidatos que tenían menores posibilidades, lo
que también abonaba a que hubiese una segunda vuelta. Esta ventaja ya no
la tendrá Líder en la segunda vuelta, por lo que a pesar de las
“alianzas” que haga, la batalla se le presenta cuesta arriba.
La conformación del Congreso tuvo varias sorpresas, siendo la
principal el arrastre que todavía tiene Alfonso Portillo. Algunos
partidos, como el FRG y los Unionistas se salvaron por pelitos y otros
como ADN terminaron su carrera sin diputados.
Lo que no fue sorpresa para mí fue que las personas cada vez más
han aprendido a votar cruzado. Si bien es cierto todavía la mayoría vota
“en línea”, cada vez más personas razonan su voto de manera distinta
entre los presidenciables e incluso entre las listas nacional y
distrital. Eso es bueno. Creo que todos hemos tenido oportunidad de
aprender algo en esta elección. Ojalá que se corrijan los problemas para
la segunda vuelta.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 15 de septiembre de 2,011.
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