jueves, 30 de marzo de 2006

El norte perdido

La informalidad migratoria, por definición, no se elimina con leyes.

Creo que algunos políticos del país del norte, al ignorar (¿voluntariamente?) los principios sobre los cuales se fundamentó esa nación, principios éstos que fueron los que le permitieron a sus ciudadanos, libres, desarrollarse al grado en que están hoy, están perdiendo el norte.

Están perdiendo el norte, y no sólo en sentido figurativo, tratando de esconder la cabeza cual avestruces, sin entender cómo funciona la acción humana y cómo su país llegó a donde hoy está.

Ya no quieren tener inmigrantes ilegales, dicen, y por ello quieren pasar leyes que lleguen incluso a convertir en un crimen federal la inmigración. Ignoran, o desean hacerlo, que su país se alimentó de la inmigración y que una parte de la competitividad que hoy tienen es gracias al trabajo de esos "indocumentados".

Argumentan que brindan servicios a los indocumentados por los cuales éstos no contribuyen al erario público. Yo creo que quienes así piensan no han entendido que ese país se fundó sobre los principios de la libertad y que son esos principios los que le permitieron gozar de un desarrollo como pocos otros países lo han tenido en la historia de la humanidad.

Yo como amante de la libertad, creo que las fronteras no son más que barreras artificiales impuestas por los políticos. Creo que el libre comercio se complementa con la libre movilidad de las personas.

Creo que la lucha de algunos políticos para "frenar" estas decisiones de las personas se enfrenta con la realidad de algunas personas que están dispuestas incluso a arriesgar su vida con tal de poder aprovechar las oportunidades que le ofrece un país en donde las instituciones crean un ambiente propicio para el desarrollo.

Por definición, los "indocumentados" están dispuestos a vivir en la "informalidad migratoria" con tal de poder, aunque sea, arañar un ínfimo pedacito de ese gran pastel, ante la disyuntiva de enfrentar un gran pedazo de nada en su terruño.

Las barreras ya existentes para la "informalidad migratoria" son bastante grandes y aún así, miles están dispuestos a enfrentarlas. ¿Se evitará la "informalidad migratoria" con ponerle más obstáculos? No. Solamente elevará los costos y probablemente desanime a los mojados "al margen", pero la gran mayoría hará tripas corazón y se las ingeniará para continuar viviendo en la "informalidad".

Al igual que la informalidad económica, la migratoria, sólo se resolverá reduciendo los costos de estar en la formalidad. En el caso del país del norte, lo mejor que pueden hacer es abrir la puerta para que los indocumentados se "formalicen". El otro camino es lograr que sea más rentable quedarse en sus lugares de origen, pero esa no es tarea que les toque a los políticos del norte y, para su desgracia, los políticos del sur están haciendo todo lo posible para que esto no suceda…

Publicado en Prensa Libre el 30 de marzo de 2006.

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