jueves, 12 de abril de 2007

¿Libertad de culto?

¿Tenemos libertad de creer o no creer lo que queramos?

Mi artículo de la semana pasada sobre el “anticristo”, así como los escritos por otros estimados columnistas, han generado una interesante controversia sobre la libertad de culto. El tema ha estado centrado en José Luis de Jesús Miranda, que se hace llamar el Anticristo, y en su intención de venir a Guatemala.

El principal punto en el que quienes hemos escrito al respecto parecemos ser incomprendidos es que no estamos defendiendo a Miranda porque somos fanáticos suyos. De hecho, las columnas que he leído, por ejemplo, de Dina Fernández o Estuardo Zapeta, no hablan precisamente bien de Miranda en particular.

Yo, desde que supe de él hace unos tres años, considero que es un charlatán que simplemente aprendió a manipular la controversia para su propio beneficio. Vea, si no, toda la publicidad gratuita que ha conseguido gracias a quienes cayeron en su trampa y se le han opuesto; lo que lograron es darle relevancia.

Pero el punto no es si estamos o no de acuerdo con las “creencias” que predica. Lo que defendemos es ese derecho “sagrado” que tenemos todas las personas a creer en lo que queremos creer y dejar de creer en aquello que no queremos creer.

Defendemos ese derecho, conocido como libertad de culto, que nuestra Constitución dice defender y que ha sido una de las bases principales de la convivencia pacífica en sociedad. Defendemos el derecho de Miranda de predicar sus creencias y el derecho de los guatemaltecos a escucharlas y, si así les place, creerlas.

El siguiente argumento es que “este tipo está loco” y que puede ser “dañino” para las personas, que va a “engañar” a muchas personas. A este respecto, yo considero que puede estar loco el tipo (que lo dudo mucho) y pueden estar más locos quienes le creen; sin embargo, no es esa una razón válida para que el Gobierno les restrinja su derecho a creer o no creer.

Se argumenta también que “ataca a otras religiones”. Pues yo prefiero que exista competencia en el tema religioso a que algún “iluminado” en el Gobierno decida lo que podemos y lo que no podemos escuchar.

Sí reconozco que la libertad de culto debe tener límites, pero son los mismos que tiene toda actividad dentro de una sociedad de personas libres y responsables, a saber, el que no se infrinja los mismos derechos que tienen todos los demás de creer en lo que más les plazca, sin coacción ni violencia. Si alguien recurre a la violencia contra los demás para imponer sus ideas religiosas, entonces sí es algo que no se debe tolerar.

Ahora hemos llegado al colmo de que en el Congrueso aprobaron un punto resolutivo en el que se pide al Ejecutivo que impida el ingreso a Guatemala de toda persona que “pregone creencias contrarias a Dios”. Esto sí que es el colmo de los colmos. Algunos amigos, ateos confesos, de seguro tendrán que salir exiliados del país debido a esta nueva ola de “celo santo” de parte de los intolerantes congruesistas.

Publicado en Prensa Libre el jueves 12 de abril de 2007

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6 comentarios:

Manolo dijo...

Desde mi auto-exilio veo esta situación que se está dando en Guatemala por negarle la entrada al susodicho "líder religioso". Esta entrada en su blog es excepcional y toca todos los puntos importantes. Mi comentario es el siguiente: Guatemala, como país democrático (dentro del concierto de las naciones, diría el querido presidente Cerezo) tiene la obligación de defender la libertad de culto de sus ciudadanos. Por otro lado, el gobierno (como los gobiernos de cualquier nación contemporánea) tiene el derecho de negarle la entrada a cualquier persona que no es ciudadana del país. Asi que al negarle la entrada a quien se hace llamar "anticristo" es totalmente dentro del derecho del estado y no esta negando la libertad de culto de sus ciudadanos.

Para finalizar, el gobierno de Guatemala tiene todo el derecho (y la obligación) de usar el argumento de "seguridad nacional" para prohibir el ingreso de quien puede desestabilizar la situación social del país. ¿Acaso no hacen lo mismo otras naciones, países, y estados?

Anónimo dijo...

El problema no es que venga un charlatán haciéndose pasar por líder espiritual, el problema es que acá somos tan fanáticos que los que causarían problemas e inseguridad nacional. Son tan fanàticos que que luego pegan el grito en el cielo cuando escuchan de la venida de un timador en lugar de informarse si este tipo tiene base real para sus argumentos, o han más ver si sus propios argumentos están bien.

El Estado prohíbe los anticristos, y luego quienes siguen? los que no lleven una biblia bajo el brazo al salir a la calle. Por favor, a ese paso vamos a terminar gobernados por talibanes.

G.Ruiz dijo...

No defiendo las creencias de este Cuate pero la verdad, si se empieza a prohibir la entrada de personas que vienen con una corriente de pensamiento distinta al status quo, en donde iremos a parar, es inadmisible que anhelemos que se cumplan nuestras leyes cuando se usa nuestra constitucion como bien les parezca a las personas que nos gobiernan solo para agradar a un o unos grupos de poder religioso que bien les valdrian unos cuantos votos y aun asi como ciudadanos responsables que contamos con libre albedrio para creer lo que nos vanga en gana le aplaudamos este tipo de decisiones

Anónimo dijo...

Primer artículo en que estamos de acuerdo, la gente debe creer lo que le plazca, esa si es una libertad individual sumamente respetable. Si creo que en algunas ocasiones por el bien de todos los ciudadanos debe regirse hasta las papitas de McDonald´s(R). Pero este no es el caso. Nadie puede reprimirle ni dictar lo que es correcto o incorrecto en culto.

Si creo interesante que se haga por seguridad, pero también creo en la consciencia social, no es necesario si TODOS, fueramos conscientes y solidarios. Si se infringe la ley ahí se tiene el Estado y ellos lo deben controlar.

Más creo que fue por el año y el gobierno no quiso pagar el costo político que implicaba dejar entrar a alguien que profesa en contra de la Religión Judeo-Cristiana en sus dos denominaciones mayoritarias en Guatemala (Iglesia Católica y la Iglesia Pentecostal).

No olvide Sr. Columnista de Prensa Libre que fue el gobierno más liberal de la Región (El Salvador) quien impidio y dicto la conducta por los otros paises.

GERARDO dijo...

GERARDO, ME INTERESAN SUS COMENTARIOS Y SOY ESPECIALISTA ENEL TEMA DE LA LIBERTAD DE CREENCIAS, ME GUSTARIA ENTREVISTA EN SU PROGRAMA RADIOFONICO.
GRACIAS

Anónimo dijo...

Y a que?, cara de verga, sabes a kien conoci ayer? a tu mama sabes como la conoci? me chupo la verga
weno bye, me saludas a tu jefa

Saludos, El chupapijas