jueves, 14 de mayo de 2009

Héroe o loco


¿Qué habríamos hecho en su lugar?

No sabías, o quizá sí, el revuelo que tu legado armaría en Guatemala y allende nuestras fronteras. Tu testimonio ha circulado por todo el mundo y llegado a lugares tan distantes como los países de Europa oriental y Asia.

“Mi nombre es Rodrigo Rosenberg Marzano y, lamentablemente, si usted está en este momento oyendo o viendo este mensaje, es porque fui asesinado por el señor presidente Álvaro Colom, con la ayuda del señor Gustavo Alejos”.

¿Cómo podrías imaginar qué tan pronto tendríamos oportunidad de escuchar tu testimonio…

“Yo qué puedo hacer, pues? Tenemos que hacer algo, y la única razón y la única forma es finalmente decir lo que todos sabemos”.

Hiciste mucho, mucho más de lo que la mayoría hemos hecho…

“Pero en la letargia que hemos caído, en una Guatemala que ya no es de nosotros, una Guatemala que es de los narcos, asesinos y los ladrones, solo volteamos a ver para otro lado”.

Todos lo saben, pero nadie se atrevió como tú a decirlo…

“Hay una cosa que siempre oímos, que hay un complot en contra del Gobierno, que es una hipótesis, pero esto no tiene nada de hipótesis; esto es una realidad. Están las cartas, están los documentos, están las declaraciones”.

Para los gobernantes, embriagados de poder, cualquier oposición es un complot…

“Pero ya llegó el momento en que los guatemaltecos no podemos seguir igual, llega el momento donde hay que pararse ante un ladrón, asesino y cobarde… Que nos están saqueando, están acabando al país, en medio de la peor ola de violencia, sin que ninguno de los guatemaltecos que estamos acosados ya por esa violencia hagamos nada. Todo el mundo espera que alguien más haga.

Tú diste el ejemplo: te levantaste…

“…no nací para ser héroe, lo que sí no nací es para ser un guatemalteco que mire cómo están acabando mi Guatemala los narcotraficantes, ladrones y asesinos, empezando por Álvaro Colom y su esposa”.

Eres todo un héroe que, ante las circunstancias adversas, tomaste las decisiones correctas…

“¿Cómo voy yo a poder llegar cuando maten a uno de mis hijos y decirle, pues, no puedo hacer nada?”

Hiciste mucho…

“Ahora la pregunta es: ¿qué vamos a hacer nosotros, guatemaltecos? ¿Y yo qué seré? ¿Voy a convertirme en otra estadística, igual que don Khalil Musa y doña Marjorie?”

No podemos permitir que te conviertas en una estadística más…

“Y si, lamentablemente, yo no voy a poder estar con mis hijos, como resultado de esta lucha, que alguien más me siga...”.

Somos muchos los que ya estamos siguiendo tu ejemplo…

“Dejo mi testimonio por escrito, dejo los originales de lo que estoy afirmando, para que no digan, como en otras cosas, que es un complot…”.

De todos modos dirán que es un complot, que estabas loco…

“Guatemaltecos, estamos a tiempo, por favor, estamos a tiempo”.

Eso queremos creer, que todavía estamos a tiempo.

Descansa en paz, Rodrigo Rosenberg, un héroe.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 14 de mayo de 2,009.

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