Alvaro Colom cree que salió bien calificado: vivirá y morirá engañado.
En los postreros días del gobierno de Álvaro Colom, ante la
ausencia de reconocimiento alguno, él mismo se ha calificado con un 8
sobre 10 y hecho que le otorguen absurdamente “condecoraciones”
oficiales como un tributo a su supuesta labor. Indigno, aunque adecuado,
final para un desastroso gobierno al que casi todos los demás queremos
sepultar en el hoyo más profundo de la historia.
No me atrevería a
calificarlo como el peor de la historia de nuestro país, ya que no viví
bajo muchos de ellos, pero sí lo puedo calificar como el peor entre los que he vivido ya con un poco de conciencia de lo que pasaba alrededor mío.
Y más cuando uno recuerda cosas como que la campaña la ganó
engañando a muchos con que “la violencia se combate con inteligencia”, y
ya montado en el Guacamolón sacó las uñas, se rió de todos los ingenuos
que le creyeron y dijo: “si quieren seguridad, paguen más impuestos,
porque los que ya pagan los voy a usar para mis proyectos sociales”.
Dicho y hecho, la inseguridad siguió siendo el principal problema
de todos los habitantes de Guatemala y unas 25 mil personas murieron
debido, en parte, a la ineptitud de los funcionarios públicos, pero
principalmente a su mala fe de desentenderse de esa que es la principal
razón de ser de cualquier gobierno. Mucha de esa sangre recaerá sobre
sus cabezas.
Colom también tiene el descaro de decir que en su gobierno no hubo
corrupción, cuando es palpable para cualquiera con dos dedos de frente
que se gastaron casi 50 mil millones de quetzales en infraestructura, y
esta no se ve por ningún lado. ¿A dónde fueron a parar esos miles de
millones de quetzales? Le puedo garantizar que no están en las
carreteras.
La excusa, lamento y quejido de Colom estos cuatro años fue que no
tenía dinero. Esa es una mentira. Su gobierno es el que más dinero ha
recaudado en la historia, además de ser el que más nos ha endeudado. En
todo caso, por lo menos en la infraestructura no puede argumentar que no
se hizo porque no había dinero, ya que el dinero sí lo “ejecutaron”.
Que no se vea dónde está es otra cosa muy diferente.
Colom se puede jactar, eso sí, de haber hecho la campaña política
perdedora más cara de la historia, ya que despilfarró casi tres mil
millones de quetzales para tratar de asegurar la continuidad del
progreso de su familia, pero ni eso le funcionó, y al final fue un
fracaso desde cualquier punto de vista: no logró que su partido siguiera
en el poder, ni mucho menos el supuesto propósito bajo el cual escondía
sus ansias de continuismo, a saber, sacar de la pobreza a la gente.
Según las estadísticas más recientes, durante su gobierno el número de
pobres, tanto porcentual como absolutamente, se incrementó.
A todo esto hay que sumar muchísimos escándalos más, que el
espacio no permite enumerar. Gracias a Dios, ya se van. Lo único que
queremos ahora es que les cuenten las costillas y que paguen los
desmanes que cometieron.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 12 de enero de 2,012.
3 comentarios:
La visión de este mamarracho y de la mayoría de gobernantes es q ellos son los dueños del país, cuando no dejan de ser empleados de los babosos q se dejaron engañaron sus promesas, como decía mi padre, el Guatemalteco hace mucho tiempo q dejo de ser valiente, se ensalza mucho y habla de mas , pero del diente al labio únicamente, a la hora de los trancazos no es nada mas q un pusilánime.
Hasta que todos nosotros guatemaltecos no EXIJAMOS la eliminación del antejuicio para poder procesar legalmente a cualquier persona y que por supuesto el sistema de Justicia guatemalteco gane credibilidad; no será hasta entonces que "empecemos" a ver menos y menos pirañas chupasangre politicos que tanto daño nos han hecho.
Coincido, el Peor Presidente, El Peor Gobierno, Programas Sociales sin buena intención para el pueblo, sino que para tratar de permanecer en el Gobierno. y De Infraestructura Vial; es una Grosería la forma en que dejaron las carreteras del país.
Barbaros.!!!
Félix Vásquez
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