jueves, 6 de julio de 2006

¿Qué debemos cambiar?

¿Cuáles son los cambios propuestos?

He hablado sobre la necesidad de una reforma del sistema y de la propuesta de reforma constitucional de principios que ha hecho la Asociación Proreforma; ahora bien, ¿en qué consisten los cambios propuestos? La propuesta es bastante completa pero me gustaría resumir los cambios principales.

La reforma constitucional de principios establece un sistema bicameral, con funciones distintas para cada cámara: un Senado para promulgar la ley y una Cámara de Diputados para conformar la legislación.

El Senado se encargará principalmente de decretar la Ley, es decir, las normas generales, permanentes y abstractas de conducta justa, que definen los derechos de las personas y, por lo tanto, será esencialmente apolítico. Estará integrado por cuarenta y cinco senadores, de edades entre 50 y 65 años, que durarán en su cargo 15 años y no podrán ser reelectos.

La Cámara de Diputados se encargará de emitir los decretos legislativos necesarios para la operación del gobierno. Será esencialmente política, responsable ante sus electores, y estará integrada por diputados electos para períodos de cuatro años. Esta Cámara se renovará por mitad cada dos años, siendo su número fijo e independiente del aumento de la población, fijándose para tal efecto 23 distritos electorales y dos diputados por distrito, para un total de 46 representantes.

La propuesta establece la forma democrática de remover de su cargo al Presidente de la República, por demostrada incompetencia, extralimitación en el ejercicio de sus funciones, intromisión grave en otros organismos y corrupción. Para tal destitución se necesitan tres cuartas partes del Congreso de la República. Contempla la revocatoria del mandato por un mecanismo de consulta popular.

Se establece también una alternancia en la elección de los Poderes Legislativo y Ejecutivo a través de la elección de la mitad de la Cámara de Diputados cada dos años.

Se impide la legislación casuística o discriminatoria, así como la que concede privilegios a grupos o personas en particular. Así también se establece que, con excepción de los códigos, que serán competencia del Senado y tendrán vigencia indefinida, la legislación ordinaria tendrá una vigencia de 10 años.

Se eleva a dos terceras partes el número de votos necesarios para la aprobación de impuestos y deuda pública. También se prohíbe que los impuestos recaudados se utilicen en obras o partidas presupuestarias diferentes a las de su asignación.

En general, se suprimen muchas disposiciones y relaciones presupuestarias que no corresponden a una Constitución de principios, por ser puramente reglamentarias.

Si quiere conocer mejor el proyecto, lo invito a estudiarlo en el sitio www.proreforma.org.gt donde están detalladas todas las reformas. Y si se convence que es lo que necesitamos, apóyelo.

Publicado en Prensa Libre el 6 de julio de 2006.

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