Creo que con medidas de hecho no se resuelven las cosas. Tratar de salir de la desgracia propia cargando a otros inocentes con nuestra carga, tampoco es la solución.
Las personas que depositaron sus ahorros a través del Banco de Comercio y que tienen muchas posibilidades de perder una buena parte, han empezado a recurrir a medidas de hecho para obligar a "las autoridades" a que les compensen con el dinero de los tributarios, el dinero que les estafaron.
Entiendo la desesperación que puede a uno embargarle al descubrir el engaño de que fue víctima, pero no creo que eso justifique el que busquemos resarcirnos a cualquier precio, indistintamente de quiénes sean los inocentes que paguen el pato.
¿No estamos, de esa manera, convirtiéndonos en lo mismo que condenamos? ¿En qué nos diferenciamos de aquellos que nos estafaron y nos robaron nuestro dinero? ¿Es correcto que busquemos quién nos las paga en lugar de quién nos las debe? ¿Es correcto que todos los guatemaltecos nos regresen un dinero que ellos no nos quitaron? ¿Quién nos debería pagar nuestras pérdidas?
Son todas preguntas que me hago y que esperaría que las personas que están ahora atravesando por este mal momento se hicieran. Entiendo que cuando es a uno que le pasa, lo más fácil es tratar de recuperar el dinero a como dé lugar, y no preocuparse de los dilemas éticos. Pero, lamentablemente, recapacitar en esos dilemas éticos, es lo único que nos puede separar de convertirnos nosotros mismos en eso que tanto, al momento, desdeñamos.
Es cierto: esos que nos estafaron podrán ser unos desgraciados y podemos desearles hasta de qué se van a morir, pero, ¿justifica eso entonces que nosotros veamos quién más nos las paga?
Pero alguien dirá que son las "autoridades" las culpables por no haber supervisado adecuadamente a los "banqueros", por lo que son ellos quienes tienen que pagar. Ahora bien, aún aceptando ese argumento, resulta que no son las "autoridades" quienes nos lo pagarían, es decir, no es que Oscar Berger vaya a sacar Q1,800 millones de su chequera personal, ni mucho menos Willy Zapata. Ellos lo que harían (de hecho, ya lo han hecho) es sacar la chequera del gobierno y girar un chequezote por esa cantidad casi inimaginable, para que se gire en contra de los dineros de los tributarios. No son los gobernantes los que pagan, sino otros ciudadanos, iguales a nosotros (de hecho, hasta nosotros mismos), quienes terminarán pagándonos.
Es cierto que la mayoría de ellos ni siquiera se darán por enterados y no lo "sentirán" (por aquello de que ojos que no ven, corazón que no siente"), pero eso no lo hace más justificable moralmente. Les recomiendo analizar si lo que están haciendo es la mejor vía para
solucionar su problema.
Publicado en Prensa Libre el 1° de febrero de 2007. Foto Prensa Libre: Émerson Díaz.
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