El excesivo interés porque se aprobara de inmediato demuestra lo autoritarios que pueden ser...
La excusa era que debían pasar el paquetazo antes de que se acabara
la “luna de miel”, pero la verdad es que la actuación de los del PP
alrededor de esta aprobación nos da una probadita de lo autoritarios que
pueden llegar a ser. Hicieron hasta lo imposible por lograr que se
aprobara su paquetazo sin que nadie tuviese tiempo de reaccionar, mucho
menos de discutir la propuesta. Querían que pasara sin discusión, sin
que ni los diputados, mucho menos los ciudadanos, pudiesen expresar su
opinión al respecto. Justo como lo haría cualquier dictador.
No hay que investigar mucho para darse cuenta. Por ejemplo, el
dichoso dictamen favorable de la Comisión de Finanzas del Congreso
—dictamen que, por cierto, es ilegal, a raíz de la integración de la
comisión— se nota a leguas que fue redactado por los mismos que
redactaron la propuesta. A los diputíteres de la Comisión solo se las
han de haber pasado con las órdenes expresas de que la firmaran, sin
discusión.
El caso es tan patético que hasta uno de los diputados, Carlos
Fión, del partido Creo y secretario de la Comisión, razonó su voto
diciendo que debía haber más discusión. El diputado Fión no tuvo el
carácter para votar en contra del dictamen, pero dejó en claro que de
discusión, nada; simplemente se los dieron para que lo firmaran.
De dónde si no iban a sacar los diputados de la Comisión el falso
argumento —que venía en la propuesta del Ejecutivo— de que el incremento
de la deuda en el gobierno anterior se debió al gasto “contracíclico”
para contrarrestar los efectos del cambio climático y la crisis mundial.
¡Patrañas! Ese argumento solo se lo creen los empleados del exministro
de Finanzas que ahora manejan las riendas en ese ministerio. El gobierno
de Colom nos dejó endeudados para robarse la plata y buscar la
reelección. Punto.
Pero el dictamen “favorable” fue solo el principio. Después estuvo
la negociación con las demás bancadas para aprobar de “urgencia
nacional” el paquetazo. No hay ninguna explicación lógica que justifique
calificar de “urgencia nacional” un incremento de impuestos. La única
explicación es lograr que pase antes de que la gente pueda siquiera
reaccionar, no digamos discutirla.
Y aunque la logren pasar —cuando mandé esta columna todavía no se
sabía qué pasaría en el Congreso ayer en la tarde-noche—, Otto Pérez y
los del PP deben estar claros en que esta que considerarán una victoria
no lo es. Primero, difícilmente van a lograr incrementar la recaudación
de esa manera, y quizá hasta logren que baje. Pero más importante aún es
que habrán perdido la confianza de quienes votaron por ellos. No solo
porque los cambios que propusieron, a quienes más afecta es a ellos,
sino porque no les dieron chance siquiera de expresarse ni mucho menos
de discutir el paquetazo.
Tengan por seguro que esa traición es mucho más que suficiente
para minar considerablemente la confianza que habían depositado en
ustedes. Y nada hay más fácil de perder ni más difícil de recuperar que
eso: la confianza.
Lástima. Perdieron lo más por lo menos. Y lo peor es que ni se dieron cuenta de ello.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 16 de febrero de 2,012.
Foto: Prensa Libre
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