¿Cuándo restaurarán la pena de muerte? ¿O se ejecutará "por cuenta propia"?
Hace un par de días conocimos la manera brutal en la que una niña, Evelin, de 6 años fue secuestrada, violada y cruelmente asesinada por un par de criminales, quienes lloriqueando, luego de la brutalidad de que hicieron gala, argumentaron estar bajo el efecto de drogas y cumpliendo con un ritual "satánico". La respuesta de la gente presente, y de mucha que luego se enteró de la macabra historia fue la misma: "no tenemos esperanza de que las instituciones oficiales hagan justicia, debemos hacerla por mano propia".
Circunstancias extremas como ésta tienen la propiedad de aflorar en las personas pasiones de otra manera reprimidas o por lo menos "domesticadas". Ahora bien, estas pasiones desbordadas son sólo la punta del iceberg de lo que puede estar pasando en las mentes y corazones de muchísimas personas.
Me impresionó mucho, por ejemplo, escuchar ayer en el programa radial de mi compañero Estuardo Zapeta, que la mayoría de personas que llamaron para comentar el asesinato de Evelin afirmaran públicamente que, de ser su hija la asesinada, no tendrían problemas en hacer justicia por su propia mano.
Uno de los radioescuchas explicó, a manera de ejemplo, que a una su conocida le asesinaron a su hijo y que ésta le comentó, meses después, que los responsables "también descansaban ya". Otro comentó que antes era opositor a que las personas se armaran, sin embargo, luego de que asaltaron a su hijo un par de veces y asaltaron también a su hija, ahora tenía escopeta en su casa.
Otro aspecto revelador e impactante, fue que todas las personas que llamaron solicitaban a las autoridades restablecer y ejecutar cuanto antes la pena de muerte, no solo contra este par de engendros, sino contra todos los que están pendientes de ser ejecutados desde que el vendedor de ilusiones (Portillo, pues) se lavó las manos dejando en el vacío legal el indulto y, como consecuencia, la pena de muerte.
Para terminar de exacerbar los ánimos, no tardarán los supuestos "defensores de los derechos humanos" en defender a los criminales, y olvidarse de las víctimas, como ha sucedido en tantos casos, particularmente argumentando que la pena de muerte es "muy cruel", como si el que una niña de 6 años sea violada y decapitada no lo fuera.
Si los politiqueros criollos tuvieran dos dedos de frente se percatarían que, aunque sea "políticamente incorrecto" (me refiero a esa corrección política que los colectivistas tratan de imponer) implementar nuevamente la pena de muerte en Guatemala, es muy políticamente viable (léase, genera votos) ya que una gran mayoría de la población está a favor de la misma (casi el 90%) y les garantizo que un buen porcentaje estarían dispuestos a ejecutarla ellos mismos, llevados por la desesperación.
Publicado en Prensa Libre el 4 de enero de 2007
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