viernes, 8 de agosto de 2008

Interés de Estorbar

La Junta Monetaria y el Banco de Guatemala decidieron subir la tasa de interés un siete por ciento, con el argumento de que es la única forma para tratar de frenar la inflación. Yo creo que, en las actuales circunstancias, es una de las peores decisiones que pudieron tomar.

Lo peor de todo es que no pueden siquiera argumentar desconocimiento. Por ejemplo, en una entrevista publicada el 14 de julio (unos días antes de subir la tasa de interés), la presidenta del Banco de Guatemala, María Antonieta de Bonilla, indicó: "Y en ese sentido sí vemos margen de acción para la política monetaria (subir las tasas de interés para frenar el crédito, el consumo y el crecimiento de la economía, con el fin de moderar los precios)". ¿Queda claro que conocen las consecuencias de sus decisiones? Por supuesto.

Las implicaciones son muchas y ya las estamos empezando a ver. Frenar el crédito, frenar el consumo, frenar el crecimiento de la economía, en momentos en que ya de por sí la situación no estaba nada boyante, es como meterle zancadilla a un cojo. El argumento de que en otras partes lo están haciendo tampoco es un gran consuelo.

Un error usual es confundir los efectos con las causas. En el caso de la inflación, por ejemplo, para muchas personas ésta es el índice de precios al consumidor (IPC), pero éste es solo un reflejo de los cambios en los precios, que no siempre están relacionados directamente con la inflación. La inflación es un aumento generalizado en el nivel de precios, debido a una expansión monetaria mayor al crecimiento de la producción; es decir que hay más cantidad de moneda para comprar la misma cantidad de productos.

Por definición, en nuestro mundo actual, en donde la emisión monetaria es un monopolio gubernamental controlada por los bancos centrales, los únicos que pueden generar inflación son los mismos bancos centrales. Y ¿cómo lo hacen?, cuando toman decisiones que modifican la masa monetaria sin relación con el crecimiento de la economía, como, por ejemplo, cuando deciden "rescatar" al dólar para que no se devalué y salen a comprar dólares al mercado. ¿Con qué cree que "compran" los dólares? Pues con quetzales que salen a incrementar la masa monetaria.

Los banqueros centrales, de aquí y de todas partes del mundo, se pasan la vida jugando de un extremo a otro, en lo que para ellos son puras "decisiones técnicas", pero que para el resto de nosotros, que somos quienes pagamos las consecuencias, pueden tener efectos devastadores. Si no me cree, vea lo que sucede actualmente en Estados Unidos, cuya crisis tiene sus raíces en las decisiones de la FED.

Y ¿pueden subir los precios por otras razones? Por supuesto. Actualmente, por ejemplo, el incremento en el precio del petróleo y sus derivados y en los de los granos básicos tienen efecto sobre los precios de muchos productos; no necesariamente de todos, pero sí influyen en muchos, aumento que se refleja en el IPC, pero que no tiene raíces monetarias (al menos no locales). ¿Se puede resolver esto subiendo la tasa de interés en Guatemala? Por supuesto que NO. Y como el principal componente en el incremento del IPC es ese incremento en el petróleo y los granos básicos, la JM está aplicando la medicina equivocada a un paciente ya débil. Y todos sabemos lo que puede pasar cuando eso sucede: ¡el enfermo se puede morir! (Y eso, sin contar con los otros que todavía quieren chuparle la sangre al enfermo, subiéndole los impuestos).

Publicado en Prensa Libre el jueves 7 de agosto de 2,008.

No hay comentarios.: