En México el registro de celulares fue un total fracaso.
En Guatemala se está haciendo una campaña muy fuerte para instaurar
un registro de celulares bajo el argumento de que este servirá para
reducir la criminalidad y las extorsiones. Casualmente, la semana
pasada derogaron un experimento similar en México —el Registro
Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut)—, por su total fracaso en lograr esos mismos propósitos, con el agregado de que ahora
todos están preocupados por lo que pueda pasar con los datos personales
en el registro. ¿Por qué seguir insistiendo en algo que no funciona?
Desde que se planteó aquí la posibilidad de establecer el famoso
registro, yo me opuse a la idea. Mi oposición se basa en varios
principios, siendo el más importante la defensa del derecho que todos
tenemos a la privacidad. Existen muchas razones por las cuales
cualquiera de nosotros quisiera salvaguardar su privacidad, siendo la
principal, en una sociedad como la guatemalteca, irónicamente, la
seguridad.
Digo irónicamente porque quienes promueven el registro aducen
razones de seguridad, pero si este se instala las posibilidades de que
se use en nuestra contra son mucho mayores que las de los riesgos de los
que supuestamente nos libraría. Además de la seguridad, hay más
razones, como el temor a persecuciones por diversas causas: políticas,
ideológicas y, ahora, hasta fiscales, así como el simple, natural y muy
legal deseo de la mayoría de las personas de mantenerse en el anonimato.
Si no me cree a este respecto, solo hay que ver el debate actual
en México sobre los datos de más de 60 millones de mexicanos recopilados
a la fuerza por el Renaut, que ahora no saben cuál va a ser su destino.
Ya hay hasta rumores de una parte de la base de datos circulando por
internet y que podría ser utilizada por el “crimen organizado” para
extorsionar a muchos mexicanos. ¿Por qué no me extraña que suceda esto?
La otra razón es porque soy fiel creyente de que los problemas
hay que atacarlos de raíz y no por las ramas. El problema de los robos
de celulares y las extorsiones no es el “anonimato” de los usuarios de
los celulares. La raíz del problema es la falta de certeza del castigo.
Los criminales saben muy bien que las posibilidades de ser atrapados,
enjuiciados y condenados por sus delitos son tan bajas que no hay mucho
riesgo en cometerlos. Esto no se soluciona registrando los celulares.
Aún si este registro desincentivara a los criminales —que no lo hace,
como mal lo comprobaron en México—, lo único que lograrían es cambiarles
el objeto del delito.
Si realmente queremos reducir la criminalidad, a lo que hay que
entrarle es a incrementar la certeza del castigo, y eso solo se resuelve
a través de que funcionen mejor las instituciones de seguridad y
justicia. No hay de otra.
La excusa de que por lo menos algo se logra mientras se resuelve
el problema mayor no es válida. ¿Por qué se va a sacrificar al 99.9% de
usuarios honestos de los celulares, poniéndolos en mayor riesgo —como
también lo están comprobando ahora en México— porque las autoridades son
incapaces de realizar sus funciones primordiales? Definitivamente el
registro no es ni siquiera paliativo, no digamos solución.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 8 de marzo de 2,012.
1 comentario:
En Guatemala se propone que el registro esté a cargo de cada operador cómo actualmente lo hacen con más de 2 millones de celulares registrados entre lineas fijas, programa Hambre Cero y para pagos móviles, distinto a México que fracasó por tener el registro en una institución del Estado. Disiento con el blog cuándo se plantea una desventaja para el ciudadano honesto registrar su celular, nosotros lo vemos cómo una ventaja que el pueda tener propiedad de su celular y que nadie más lo pueda habilitar, así reducir el robo de celulares y que la gente no siga con miedo en la calle por un celular, especialmente que no pierda la vida por eso. Es un tema muy importante y esperamos pronto cambie la estrategia porque llevamos más de 8 años intentando agarrar a todos los ladrones y creemos que sin tecnología es casi imposible reducir estos delitos.
Publicar un comentario