Los politiqueros quieren debilitar la camisa de fuerza que les impide enseñorearse de los demás...
Que no lo engañen. No es por la “modernización” del Estado, ni por
el beneficio de las “mayorías”, ni por ayudar a los más pobres, ni por
las amenazas del crimen organizado, ni porque los guatemaltecos estemos
mejor. No es por ninguna de esas razones por las cuales los
politiqueros quieren que se convoque a una Asamblea Nacional
Constituyente, (ANC). La verdadera razón es porque no les gusta que la
Constitución le ponga límites a su actuar y quieren quitarle todos los
candados posibles para enseñorearse de los guatemaltecos, pero
especialmente de su dinero. Esa es la triste realidad.
Hay que entender que el concepto detrás de las constituciones es
limitar el poder de los gobernantes para que no pasen por encima de los
derechos de los habitantes de un país. En pocas palabras, es una camisa
de fuerza que limita lo que los políticos pueden hacer para que no se
enseñoreen de un país. Es la principal garantía que tenemos los
habitantes de un país de que los políticos no se aprovecharán del uso de
nuestros recursos para convertirnos en súbditos y esclavos.
Y estas garantías están establecidas principalmente en la primera
parte de la Constitución, la parte “dogmática”, la cual no puede ser
modificada sino por una Asamblea Nacional Constituyente. De ahí que no
nos debe extrañar que los politiqueros quieran aprovechar esta
oportunidad para hacer cambios aquí, que es donde pueden librarse de
algunos de esos candados que tanto les pesan.
Hay que hacer notar que la ANC solo es necesaria para cambiar el
capítulo de los “Derechos Individuales”, por lo que la pregunta del
millón es: ¿por qué les interesa a los políticos que se puedan cambiar
los derechos individuales consignados en la Constitución?
Yo creo que ninguna consideración actual es lo suficientemente
grande como para arriesgar que nuestros derechos individuales sean
manoseados por los políticos de turno. Si al tema de seguridad se
refiere, ya tenemos el ejemplo que ni a los políticos ni siquiera a los
magistrados de la Corte de Constitucionalidad les ha importado violar
los derechos individuales consignados en la Constitución, al aprobar y
sostener violaciones a los mismos, como por ejemplo la intercepción de
llamadas telefónicas. Si no les ha importado pasarse la Constitución por
el arco del triunfo en aras de la “seguridad”, ¿qué podemos esperar que
no hagan cuando tengan a su disposición poder eliminar cualquier
derecho de los ciudadanos que a los políticos les estorbe?
¿Se necesitan cambios a la Constitución? Definitivamente. Pero no
cualquier cambio y especialmente no aquellos que puedan reducir nuestros
derechos individuales. El convocar a una Asamblea Nacional
Constituyente es completamente inaceptable desde todo punto de vista.
No se necesita para reformar lo que los políticos dicen que quieren
reformar. No deje que los politiqueros lo engañen con ese cuento y al
final le digan lo que para ellos representa una ANC: los ciudadanos y
sus derechos Aquí No Cuentan.
Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 7 de junio de 2,012.
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