jueves, 28 de mayo de 2009

@Jeanfer

Foto: Prensa Libre, Carlos Sebastían.

¿Complotista o simple chivo expiatorio de un animal gubernamental herido?

“Twitter, ¿qué es eso de Twitter?”, se preguntan muchas personas. Es una de las redes sociales más recientes y de mayor crecimiento que hasta hace menos de dos semanas era virtualmente desconocida en Guatemala y que los gobernantes creyeron que podían acallar impunemente en su afán de amedrentar la libertad de expresión, sin siquiera imaginarse al lío de comunicaciones a nivel internacional que se metían por ignorantes.

Bueno está. Merecido se lo tienen por dejarse cegar por el poder. Merecido se lo tienen por creerse los reyes y señores de Guatemala y que pueden acallar a los guatemaltecos amenazándolos con meterlos a la cárcel si no doblegan la cerviz y se humillan ante los todopoderosos.

Cuando empezaba la crisis a raíz del asesinato de Rodrigo Rosenberg y el video que grabó antes de su muerte, ya debería haber sido evidente para los gobernantes el poder de la Internet para masificar la información, al grado que en menos de 24 horas el video le dio la vuelta al mundo, apareciendo incluso en sitios de periódicos tan alejados de Guatemala como países de Europa oriental o de Asia.

Sin embargo, un día después, un “twittero”, Jean Anleu Fernández, @jeanfer, emitió su opinión a través de Twitter sobre el banco involucrado por Rodrigo Rosenberg en el escándalo y, a pesar de que en ese momento era una comunidad bastante pequeña (unas 250 personas) una de ellas trabajaba en la IVE y rápido, cual “oreja” de las épocas pasadas, fue con la queja a sus superiores. De allí en adelante no puedo saber lo que pasó pero como en Guatemala el “piensa mal y acertarás” es la norma, no me extrañaría que entre el Superintendente de Bancos y sus asesores hayan creído que si encarcelaban al infame twittero le harían un gran favor a su jefe, acallando rápidamente cualquier disenso y todo el mundo se callaría la boca.

Lejos estaban de imaginarse que en lugar de “acallar” a la oposición, se estaban abriendo un frente a todo lo largo y ancho del mundo, dándose colorón de que en Guatemala se reprime la libertad de expresión al ser la primera vez en la historia que se encarcela a alguien por expresar su opinión a través de Twitter.

Es claro que lo que hicieron llevaba todo el tinte de represión, ya que, para principiar, la comunidad de twitteros en Guatemala en ese momento era muy pequeña como para poder ocasionar un “pánico financiero”. Adicionalmente, el delito financiero, según está redactado, se refiere específicamente a “INFORMACIÓN” y lo que @jeanfer hizo fue emitir su “OPINIÓN”.

Adicionalmente, la semana pasada Joviel Acevedo, en su marcha que organizó en apoyo a Colom, estuvo hablando mal de los “bancos de los ricos” (con todos los pelos, señales, marcas y demás), declaraciones que fueron transmitidas a través de estaciones radiales y que pudieron escuchar miles de personas en todo el país; sin embargo, ahí no dijo nada la Superintendencia de Bancos.

¿Por qué a @jeanfer que si mucho lo leyeron 250 personas (antes del escándalo, por supuesto, ahora es conocido mundialmente) le tiraron todos los perros y le quieren poner la condena más alta que permite la ley, y a Joviel Acevedo, que lo escucharon miles de personas ni coco le pusieron? Será que son muy celosos de la ley o que simplemente están apropiándose del dicho "para mis amigos, todo, para mis enemigos, la ley"?

Para mí, es una abierta represión a la libertad de expresión.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 28 de mayo de 2,009.

jueves, 21 de mayo de 2009

¿Justicia o venganza?


Los gobernantes creen que es por venganza, los ciudadanos queremos justicia y seguridad.

La acusación que hiciera Rodrigo Rosenberg antes de morir asesinado originó, según las mismas palabras de uno de los acusados (Alvaro Colom), la "crisis más compleja que hemos tenido en los años de la democracia". En efecto, estoy seguro de que es un momento histórico, un punto de inflexión en el futuro de todos los guatemaltecos y lo que suceda, de aquí en adelante, depende de todos y cada uno de nosotros.

Cuando decidimos con Marta Yolanda Díaz-Durán transmitir al aire el audio de la acusación en nuestro programa radial, "Todo a Pulmón", a las 12:50 del lunes, no teníamos idea del torbellino que se venía, sin embargo, estábamos claros que nuestro deber, como periodistas, era darlo a conocer.

Lo que más me sorprendió y enorgulleció fue la reacción de muchísimos guatemaltecos que decidieron dejar la pasividad, dejar su zona de confort y salir a reclamar justicia. El asesinato y la acusación de Rodrigo fueron la gota que rebalsó el vaso que finalmente los movió a elevar la voz, a pedir justicia, a reclamar a los gobernantes cumplir con su obligación principal: brindar seguridad e impartir justicia.

La reacción del Presidente y los demás acusados no ha hecho más que echarle más leña al fuego. Ante la indignación de muchos guatemaltecos pidiendo justicia y que se separen de sus cargos para permitir una investigación transparente y sin presiones, se han empecinado en mantenerse en el poder y no renunciar al antejuicio. Pero no se conformaron con eso. Organizaron sus propias manifestaciones para contrarrestar las expresiones libres de los ciudadanos. Y fueron más allá. Encarcelaron a un "twittero" con el ánimo de acallar a los que se comunican a través de las redes sociales en Internet. Incluso arrestaron a una persona que repartía copias del video de Rodrigo, acusándolo de "incitador en contra del Estado". Afortunadamente, en este último caso, un juez tuvo la suficiente gallardía para desestimar tan absurda acusación.

Pero siguieron cometiendo más imprudencias. El Procurador General de la Nación, en el más autoritario espíritu que le nació, tuvo el cinismo de amenazarnos a los ciudadanos que quien se atreviera a hablar sobre las acusaciones vertidas por Rodrigo Rosenberg podría estar cayendo en "apología del delito" y que podría sufrir las consecuencias. Luego el Presidente también amenazó con meter a la cárcel a quienes lo han "acusado de asesino". Habría que recordar que quien lo acusó de asesino fue Rodrigo Rosenberg, y todos sabemos qué le pasó.

No han entendido que lo que sucede es que la población ya está harta de no poder salir de su casa, indistintamente de si es en la Cañada o en un asentamiento, sin la incertidumbre de saber si regresará vivo. No han entendido que la gente no busca venganza, quiere justicia.

Lo que mucha gente está pidiendo (más de 35,000 firmaron una petición así al Congreso) es que se investigue este caso sin las presiones que puede ejercer el acusado al frente del Ejecutivo. Ellos dicen que no ejercerán presiones, pero todas sus actuaciones de la semana pasada, como las mencionadas arriba, denotan lo contrario.

Habría que recordarles que en una situación similar, 30 años atrás, en la que se acusaba a los gobernantes de haber asesinado a una persona, su familia, la familia Colom, dijo que no podían esperar que se hiciera justicia cuando los acusados detentaban el poder. ¿Por qué habría de ser distinto ahora?

Yo estaré en la Plaza Italia el domingo, pidiendo justicia.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 21 de mayo de 2,009.

jueves, 14 de mayo de 2009

Petición al Congreso - Antejuicio a Colom

Esta es una petición al Congreso para que exija al Ministerio Público el antejuicio contra el presidente Colom y que mientras se resuelve el caso se ponga a Espada de Presidente interino. Les invito a que la hagan circular, que consigan firmas y que las lleven hoy a la manifestación en el Parque Central.

Puede bajar el archivo aquí.

Héroe o loco


¿Qué habríamos hecho en su lugar?

No sabías, o quizá sí, el revuelo que tu legado armaría en Guatemala y allende nuestras fronteras. Tu testimonio ha circulado por todo el mundo y llegado a lugares tan distantes como los países de Europa oriental y Asia.

“Mi nombre es Rodrigo Rosenberg Marzano y, lamentablemente, si usted está en este momento oyendo o viendo este mensaje, es porque fui asesinado por el señor presidente Álvaro Colom, con la ayuda del señor Gustavo Alejos”.

¿Cómo podrías imaginar qué tan pronto tendríamos oportunidad de escuchar tu testimonio…

“Yo qué puedo hacer, pues? Tenemos que hacer algo, y la única razón y la única forma es finalmente decir lo que todos sabemos”.

Hiciste mucho, mucho más de lo que la mayoría hemos hecho…

“Pero en la letargia que hemos caído, en una Guatemala que ya no es de nosotros, una Guatemala que es de los narcos, asesinos y los ladrones, solo volteamos a ver para otro lado”.

Todos lo saben, pero nadie se atrevió como tú a decirlo…

“Hay una cosa que siempre oímos, que hay un complot en contra del Gobierno, que es una hipótesis, pero esto no tiene nada de hipótesis; esto es una realidad. Están las cartas, están los documentos, están las declaraciones”.

Para los gobernantes, embriagados de poder, cualquier oposición es un complot…

“Pero ya llegó el momento en que los guatemaltecos no podemos seguir igual, llega el momento donde hay que pararse ante un ladrón, asesino y cobarde… Que nos están saqueando, están acabando al país, en medio de la peor ola de violencia, sin que ninguno de los guatemaltecos que estamos acosados ya por esa violencia hagamos nada. Todo el mundo espera que alguien más haga.

Tú diste el ejemplo: te levantaste…

“…no nací para ser héroe, lo que sí no nací es para ser un guatemalteco que mire cómo están acabando mi Guatemala los narcotraficantes, ladrones y asesinos, empezando por Álvaro Colom y su esposa”.

Eres todo un héroe que, ante las circunstancias adversas, tomaste las decisiones correctas…

“¿Cómo voy yo a poder llegar cuando maten a uno de mis hijos y decirle, pues, no puedo hacer nada?”

Hiciste mucho…

“Ahora la pregunta es: ¿qué vamos a hacer nosotros, guatemaltecos? ¿Y yo qué seré? ¿Voy a convertirme en otra estadística, igual que don Khalil Musa y doña Marjorie?”

No podemos permitir que te conviertas en una estadística más…

“Y si, lamentablemente, yo no voy a poder estar con mis hijos, como resultado de esta lucha, que alguien más me siga...”.

Somos muchos los que ya estamos siguiendo tu ejemplo…

“Dejo mi testimonio por escrito, dejo los originales de lo que estoy afirmando, para que no digan, como en otras cosas, que es un complot…”.

De todos modos dirán que es un complot, que estabas loco…

“Guatemaltecos, estamos a tiempo, por favor, estamos a tiempo”.

Eso queremos creer, que todavía estamos a tiempo.

Descansa en paz, Rodrigo Rosenberg, un héroe.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 14 de mayo de 2,009.

viernes, 8 de mayo de 2009

H1N1

Strassenmusiker in Mexiko mit Mundschutz

Si alguna lección nos deja la alerta mundial por la gripe A es que, en estas doradas épocas, el pánico se transmite todavía más rápido de lo que se pueda transmitir cualquier virus. Si bien es cierto, las facilidades actuales de movimiento hacen que sea virtualmente imposible incluso saber de la existencia de un nuevo virus antes de que éste haya tenido la oportunidad de viajar a muchos confines de la tierra, ni aun eso se puede comparar con la velocidad a la que la información, aunque a veces sea más desinformación, se propaga.

Solo bastó que se mencionara la palabra “pandemia” para que muchísimas personas esperaran lo peor. Se empezó a hablar, por ejemplo, de la mal llamada “gripe española” de finales de la Primera Guerra Mundial, que fue responsable de alrededor de 60 millones de muertes. Pocos siquiera repararon en que el término se refiere a la extensión geográfica que abarca una epidemia y no a su grado de peligrosidad o mortalidad. Es decir, no tiene nada que ver con lo mortífera que puede llegar a ser la enfermedad, sino con su velocidad y facilidad de contagio.

Como los mismos representantes de los organismos internacionales se han tomado la molestia de recalcar, la gripe A de la cepa H1N1 a que se refiere la actual “crisis” no es letal (por lo menos no más de lo que lo son cualquiera de los virus de gripe que todo el tiempo están atacando a los humanos y que son directa o indirectamente responsables de aproximadamente medio millón de muertes al año). Así es, con todo y que ésta es una cepa “nueva” y no conocida, y por lo mismo el cuerpo humano no necesariamente la reconozca ni tenga las defensas para combatirla, no tiene la capacidad para diezmar a la población humana, ni mucho menos.

De lo que se ha logrado averiguar en estos pocos días, ésta es una gripe que muy probablemente viene de las aves, y que utilizó algún cerdo que estaba en el lugar equivocado, en el peor momento, para mutar y hacer el brinco de las aves a los humanos, proeza que hasta ahora se cree que solo la puede lograr pasando, precisamente, por el trampolín porcino.

La verdadera crisis, a mi manera de ver, es que estas alarmas no hacen más que avivar en muchísimas personas la necesidad de sentirse “protegidas” por algo mayor que ellos y, por supuesto, los políticos no dejan pasar la oportunidad de dejar en claro que “para eso es que están los gobiernos”, y por eso es que debemos todos los tributarios dar más (léase pagar más impuestos), para que ellos tengan los recursos suficientes para actuar en caso de que se presente una crisis.

Aunque no soy partidario de las teorías de la conspiración, como la que indica que toda esta crisis se debió a la decisión de un puñado de políticos para “restaurar la economía”, sí creo que los políticos, de aquí y de todas partes son lo suficientemente aprovechados como para descubrir en estas crisis la oportunidad de jalar agua para su molino y todavía salir en caballo blanco, presentándose como los “salvadores” de la humanidad.

No nos extrañe, pues, que los politiqueros de Guatemala se quieran aprovechar de la gripe A para, por lo menos, aprobar su nuevo paquetazo fiscal, mientras la ciudadanía está preocupada en la “pandemia”. Tan desesperados están porque su paquetazo pase antes de que la gente le ponga coco, que ya hasta llegaron al extremo de amenazar con un golpe de Estado si no se los aprueban. ¿Nos vamos a dejar?

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 7 de mayo de 2,009.