Elucubrar sobre supuestos ingresos fiscales que se tendrían si se eliminan exenciones es un espejismo.
Según un reporte de las autoridades, el gobierno habría "perdido" Q 2,937 millones debido a la Ley de Maquila. Como era de esperarse, la "recomendación" de las autoridades y alguno que otro despistado "consultor" es eliminar esta ley porque es un supuesto "incentivo perverso" y así recaudar mucho más. ¡Tonterías! Esas son pérdidas fantasmas que de todos modos no se "recaudarían" si se elimina la ley.
Los funcionarios públicos, los políticos, los burócratas internacionales y hasta muchos consultores (que viven todos de los impuestos que otros pagan y, por lo tanto, siempre serán parte interesada) difícilmente entenderán que todos los fondos que reciben primero deben ser creados por el trabajo, sudor, inventiva, creatividad, riesgo y aventura de los ciudadanos.
Nada cuesta a los funcionarios elucubrar sueños húmedos sobre los millones que podrían recaudar si los ciudadanos no se "aprovecharan" de las exenciones para pagar menos impuestos de los que, según ellos, deberían pagar. Sin embargo, siempre caen en el mismo simplista error de creer que la economía es un modelo matemático estático de libro de texto (ceteris paribus se le llama en el caló de los economistas, prestado del latín, que se utiliza algo así como, siendo todo lo demás igual), en donde si cambian una variable, todo lo demás sigue igual y que entonces lo único que hay que hacer es proyectar el resultado con esa sóla variable cambiada y todas las demás igual.
Pero la realidad es muy distinta. Las "variables" en la economía no son robotíos ni máquinas indiferentes a su entorno, sino seres humanos que toman muchas decisiones diariamente con base en todas las variables a su alcance, ya sea que lo hagan de una manera muy racional y esquematizada o simplemente al "feeling" y que cualquier cambio en las variables probablemente haga que sus decisiones sean distintas.
Volviendo a las declaraciones iniciales. Los funcionarios creen que si quitan la ley de Maquila, todo seguirá igual, las mismas empresas seguirán haciendo los mismos productos de la misma manera (ceteris paribus) y entonces, como por arte de magia, sus ingresos subirán Q 2,937 millones anuales. Nada que ver. La sola intención de reformar o eliminar dicha ley hará que muchas personas recapaciten sobre sus decisiones de inversión.
Siendo las cosas así, ¿de dónde saldrá todo ese dinero con el que los burócratas sueñan? De ninguna parte. No existirá. Nunca. Si lo que quieren es recaudar más, lo que necesitan es que la economía crezca más, y para ello lo que tienen que hacer es generalizar el "fomento de las inversiones" es decir, eliminar para todos los impuestos directos, y no, como pretenden, ponérselos a quienes ya se los quitaron.
Publicado en Prensa Libre el 8 de junio de 2006.
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