jueves, 5 de mayo de 2011

La victoria de Bin Laden


Creo que Osama Bin Laden logró incluso más de lo que esperaba.

La muerte de Osama Bin Laden cierra un nuevo capítulo en la historia del mundo; sin embargo, las repercusiones de sus actuaciones todavía están por venir; quién sabe si en las próximas décadas o incluso siglos. Desde mi punto de vista, Osama logró lo que nadie antes soñó alcanzar: sentar las bases para el deterioro y posible final de ese interesante experimento sobre lo que se puede lograr en un sistema basado en una república liberal, como lo es (o fue) Estados Unidos.

Me explico. Como consecuencia del ataque a las Torres Gemelas, en septiembre del 2001, cambiaron las reglas en Estados Unidos, al grado de que, utilizando principalmente la excusa de la “Guerra contra el terrorismo”, aunque también, en parte, la de la “Guerra contra las drogas”, redujeron y/o eliminaron las garantías de los derechos individuales, que son el alma del sistema que les permitió prosperar tanto durante más de dos siglos. Si los “padres fundadores” vieran lo que han hecho del sistema que tanto les costó establecer, seguramente se horrorizarían.

Por supuesto que muchos dirán que esas son nimiedades y “costos necesarios” a pagar por la “seguridad”, pero quienes así lo ven son víctimas del cortoplacismo que tanto nos afecta en la actualidad. No se dan cuenta de que en el largo plazo lo que ahora ven como una victoria se podría convertir en su destrucción. No se percatan de que institucionalizar el que “el fin justifica los medios” no puede acarrear buenas consecuencias.

Hay que ver esto en la perspectiva del largo plazo, en el de la historia. El mejor ejemplo que tenemos de algo similar es Roma. Esta se hizo grande y próspera durante el medio milenio que duró la República. Pero su final se empezó a gestar precisamente cuando esta terminó y empezó el Imperio. Por supuesto que en ese momento también inició su época de mayor prosperidad y paz, la de los dos siglos de la Pax Romana, pero las bases ya estaban puestas para que otro medio milenio más tarde colapsara. De hecho, podemos decir que empezó a morir en ese momento, aunque la gran inercia que traía le permitió todavía prosperar más durante algún tiempo y que tardara 500 años en sufrir las consecuencias.

En el caso de Estados Unidos, en un sentido estricto, el punto de inflexión se dio a partir de finales del Siglo XIX, con la aprobación de la ley “antimonopolio” Sherman y siguió luego con los cambios constitucionales de principios del siglo XX; sin embargo, creo que el golpe de gracia se dio a partir del ataque a las Torres Gemelas. Repito, estos son procesos de largo plazo y podrán pasar siglos antes de que se vean sus verdaderas consecuencias, pero lo importante es que las bases ya están sentadas.

Ahora bien, la historia nunca está escrita con anterioridad y las cosas pueden cambiar en el camino. ¿Qué hubiera pasado si en medio de la Pax Romana el Imperio se hubiese revertido a la República? Muy probablemente hubiéramos llegado a la modernidad mil 500 años antes. ¿Sabía usted, por ejemplo, que justo en esa época se desarrollaron las bases para el motor a vapor, tecnología que luego de la caída del imperio se perdió por un milenio y que después impulsó la revolución industrial?

Así también, Estados Unidos todavía está a tiempo de revertir su sistema hacia los principios republicanos liberales de un Estado de Derecho establecidos por los “padres fundadores”. Lamentablemente no se oyen muchas voces que promuevan esto, ni dentro ni fuera. ¿Será que Osama terminará saliéndose con la suya?

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 5 de Mayo de 2,011.

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