sábado, 27 de enero de 2007

Basura entra, basura sale

"Si los banqueros centrales desecharan todos los datos mal medidos, quedaría muy poca información sobre la cual basaran sus decisiones" Dicho por un ex Director de Investigaciones de la Reserva Federal de Estados Unidos, citado por Caroline Baum.


Esa es la cruda realidad. No sólo la Superintendencia de Bancos tiene mala información sobre lo que realmente pasa en los bancos. Casi toda la información con la que toman decisiones los burócratas a cargo del monopolio de emisión monetaria (el Banco de Guatemala, pues), a lo sumo, está mal medida. Es importante que entendamos que las cifras "macroeconómicas" son sólo estimados muy burdos de una realidad que, en la mayoría de casos es bastante distinta. Recordemos que apenas hace unas semanas supuestamente se cambió oficialmente la forma de "medir" el PIB, y ahora resulta que éste es un 15% menor de lo que era según el cálculo anterior. Digo supuestamente, porque, o no lo han hecho público todavía, o simplemente prefieren que sea algo que pase desapercibido, ya que no conviene a sus intereses. Una de las implicaciones más importantes de ese cambio, por cierto, es que la famosa carga tributaria por la que muchos se rasgan sus vestiduras, en realidad es mayor del 12% tan cacareado. ¿Ya lo sabía usted?

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jueves, 25 de enero de 2007

¿Qué hacer ahora?

Hacia una nueva realidad.

Los problemas en un par de bancos, varias financieras, y sus repercusiones en la psiquis de los guatemaltecos podrían tener serias consecuencias en nuestro futuro, si es que ahora no tomamos las decisiones correctas. Si no aprendemos la lección, nunca saldremos de ese círculo vicioso que nos mantendrá de crisis en crisis.

Soy consciente que la situación es difícil. Las personas están preocupadas, algunas han sacado su dinero de los bancos, no saben qué hacer con sus ahorros, no saben en quién confiar. Por otro lado, entiendo que también los banqueros -que, dicho sea de paso, no todos son pícaros estafadores como algunos los quieren generalizar, sino por el contrario, en su mayoría son empresarios correctos y muy trabajadores- también están preocupados.

No nos debe extrañar que, entonces, por todas partes surjan ideas, cada una más descabellada que la siguiente, de cómo frenar el problema.

Lamentablemente, la mayoría de las soluciones propuestas no hacen más que profundizar el problema. Por un lado, el Superintendente anda viendo cómo hace para que le den más dinero para capitalizar el FOPA "urgentemente". Por otro lado, los banqueros, también preocupados de que su negocio no se vaya al traste, han voluntariado los recursos de sus cuentahabientes para "capitalizar" al FOPA.

Los que sí llegaron a un extremo de populismo son los "nacionalistas" de la nueva UCN, quienes propusieron la utópica idea que el gobierno debe respaldar el 100% de los depósitos de los guatemaltecos. Cómo se ve que no han entendido para nada el problema. ¡Si la verdadera raíz
del problema son los incentivos perversos que el FOPA promueve!

Más sensata, por ejemplo, es la idea que ha abanderado, entre otros, el columnista César García, quien propone que en lugar del FOPA, los bancos deberían contratar un seguro privado que respalde los depósitos de los contribuyentes, lo que va a obligar a los banqueros a ser más precavidos, ya que le apuesto que las aseguradoras se encargarían de contarles las costillas a los bancos y establecerían primas más o menos acordes al nivel de riesgo real que representa cada banco. De hecho, considero que los bancos pueden tomar esta vía, indistintamente del sistema actual; claro, tiene un costo, pero es mucho más caro caer presa de la incertidumbre.

Y si me preguntan a mí, me decantaría por soluciones todavía más radicales. En lugar de irnos hacia más regulación, me iría hacia menos regulación. En lugar de darle poderes casi omnipotentes a algún burócrata (que casi siempre tiene conflictos de interés con quienes
supuestamente debe "supervisar") me iría por un sistema más libre, donde cada quien asuma la responsabilidad de sus decisiones y no dependa confiado en una falsa seguridad ofrecida por los políticos.

Publicado en Prensa Libre el 25 de enero de 2007.


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lunes, 22 de enero de 2007

Carta de un suicida...

"Mi adorada Luisa:

Discúlpame de todo corazón el haber hecho añicos tu vida; yo sé que tú me querés mucho... como la situacón allí en el banco va a tardar mucho tiempo en componerse y yo no quiero ser una carga para nadie, a pesar que yo se que tu nunca me abandonaste, yo he tomado la decisión de quitarme la vida... es una decisión personal y te ruego que la tomés así... Si el dinero se recupera, la mitad es para ti y la otra mitar para Claudia...

Luisita, mil perdones, pero no hay alternativa; te recomiendo mucho a Claudia, ya que con tu cariño ella se sentirá fortificada: Cuidá también a tu mamá y a Julián (esposo), que es un excelente hombre. Gracias por todo lo que me diste, y disculpame pero no hay alternativa, comprendeme, por favor. Te adoro.

Para Luisita."

Esta carta fue una de las tres escritas por Roberto Lemus, quien tenía depositados en el Banco de Comercio los ahorros de toda su vida. La publicó Siglo Veintiuno el pasado viernes. Cuando la leí, me impactó mucho. Es una de las muchas historias personales alrededor de las quiebras de los bancos. Quizá nunca nos enteremos a qué extremos de angustia fueron llevados a raíz de esta crisis los otros miles de personas involucradas. Pero así como esta, le aseguro que hay muchas. ¿Cómo hacer para que no se repitan? A nivel institucional, algo he dicho en mis columnas de las pasadas semanas, y creo que lo seguiré haciendo. A nivel personal, me encuentro en un gran dilema. Precisamente porque supuestamente uno como periodista tiene acceso a mucha información y a muchas fuentes, la gente le pregunta a uno: ¿qué hago con mis ahorros?

La verdad, es que no tengo una respuesta. En algún tiempo creí que podía dedicarme a asesor financiero, pero rápidamente (afortunadamente) me percaté que el dinero ajeno es todavía más peligroso que la mujer ajena. El tiempo me ha dado la razón. ¿Qué hacer con sus ahorros acumulados con tanto esfuerzo? No le puedo dar indicaciones específicas. Lo que sí le puedo decir es que todo lo que ha sucedido recientemente no hace más que abonar a la sabiduría del antiguo dicho popular: "No hay que tener todos los huevos en la misma canasta".

Si usted es uno de los afectados por esta crisis, por lo menos permítame hacerle una consideración. Aún cuando usted crea que el mundo se le acabará si no recupera su dinero. La cosa no es así. Yo soy firme creyente de que "mientras hay vida, hay esperanza". Alguien me podrá decir que para mí es fácil decirlo porque no soy de los afectados, pero créame que he pasado situaciones difíciles en la vida, y siempre, tarde o temprano, puede uno encontrar la luz al final del túnel. Que es difícil, es difícil, pero peor es dejarse vencer. Ojalá que usted decida, no dejarse vencer por las circunstancias, recuperarse y, ahora sí, no depender de una sola canasta.

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jueves, 18 de enero de 2007

Pérdidas socializadas

El sistema que tenemos vuelve irresponsables a todos.

El cierre de dos bancos y el "rescate" que llevaron a cabo las autoridades monetarias son la mejor prueba de que el sistema actual está diseñado para fomentar la irresponsabilidad de todos, a sabiendas que siempre estarán los fondos de los tributarios babosos para taparle el ojo al macho.

¡Qué bonito! Unos empresarios que se dedican al negocio de la banca llevan a la quiebra su empresa, ya sea por equivocadas decisiones o, peor aún, por simple y llana estafa, y luego resulta que, con tal de evitar "las consecuencias", quienes terminan pagando las pérdidas no son los empresarios, sino todos los tributarios y todos los clientes de los bancos.

Este es un sistema perverso que fomenta la irresponsabilidad de todos.

Fomenta la irresponsabilidad de los banqueros, ya que saben que, en última instancia, las pérdidas las terminarán pagando 12 millones de babosos que en su mayoría ni se darán por enterados. Saben que, si tienen suerte, ni siquiera se les hará una persecución penal, y si no, lo único que necesitan es conseguirse unos buenos abogados que los defiendan y, a lo mejor, hasta consiguen de regreso su banco ya saneado de las pérdidas.

Fomenta la irresponsabilidad de las autoridades, ya que saben que por muy buenas o malas que sean sus decisiones, ellos no deberán pagar sus consecuencias. Saben que siempre se podrá echar mano de los recursos de los mismos 12 millones de babosos para sacar el clavo y salir en caballo blanco saludando con sombrero ajeno.

Fomenta también la irresponsabilidad de los usuarios de los bancos, ya que confían en que su dinero estará "protegido" por las autoridades y por el dinero de los otros 12 millones de babosos.

Lo irrisorio es que quienes defienden este sistema, lo venden bajo la idea de que con la supervisión gubernamental se evitarán los "excesos" del mercado. ¡Pajas! Si las "autoridades" que supuestamente tenían que estar supervisando se enteraron de los problemas apenas unas horas antes que el resto de la población (o si no, nos han estado baboseando todavía más). Dicen ellos que su "oportuna" acción salvó al sistema. Por supuesto, con recursos ilimitados de otros (nuevamente, los 12 millones de babosos) a los cuales echar mano, cualquiera puede evitar una "crisis".

¿Es veraz la acusación de que el actual sistema privatiza las ganancias pero socializa las pérdidas? Por supuesto. Eso está en el corazón de todo estado mercantilista y benefactor como el que tenemos. Qué bueno que por lo menos algunas personas ya entendieron esto. Ahora lo que necesitamos es encaminarnos a un sistema que fomente la responsabilidad individual, no la irresponsabilidad. Un sistema donde cada quien deba pagar las consecuencias de sus decisiones, y a eso, aunque les duela a muchos, no se llega dándole más poder a los políticos sino quitándoselo.

Publicado en Prensa Libre el 18 de enero de 2007.

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miércoles, 17 de enero de 2007

Las 100 grullas que faltaron


¿Por qué el origami?, le pregunté a José Eduardo.
"Dicen que si uno hace mil grullas se le concede un deseo", me contestó el niño.
"Nuestro deseo era que mi abuelita se curara... pero nos faltaron 100 grullas", me dijo hoy en la mañana, con aires de tristeza e impotencia, en el velorio de su abuelita.

La curiosidad siempre me traiciona y no pude resistir preguntar por qué habían tantas figuras de origami regadas por toda la sala de la funeraria. Yo desconocía la historia de las grullas y la forma como me enteré de ella no podía ser más impactante. Al llegar a la oficina investigué un poquito y resulta que la grulla ("tsuru" en japonés) tiene una larga tradición. Según la leyenda, las grullas viven 1,000 años y han sido símbolo de paz y larga vida para los japoneses, chinos y coreanos. Parece ser que se acostumbra también llevarle una grulla de origami a los enfermos cuando se les visita, como forma de desearles que se repongan pronto.

Una leyenda japonesa indica que si uno hace 1,000 grullas de origami, se le concede el deseo de su corazón. Una de las historias más conocidas es la de la niña Sadako Sasaki quien, a sus 2 años de edad, fue una de las sobrevivientes de la explosión atómica en Hiroshima. Cuando tenía 12 años, como consecuencias de la exposición a la radiación desarrolló leucemia, de la que finalmente murió. Antes de morir escuchó la leyenda de las grullas y se puso a fabricarlas. No le dio tiempo de concluir su proyecto, pero sus compañeros lo terminaron. Su sueño la hizo famosa, al grado que se le erigió una estatua en el parque de la paz de Hiroshima y todos los años, el 6 de agosto, miles de grullas de origami provenientes de todas partes del mundo son depositadas bajo la estatua.

Así que, la próxima vez que vaya a visitar algún amigo enfermo, lo invito a tomarse el tiempo de hacerle una grulla de origami. Las instrucciones las puede encontrar aquí.

Yo, por mi parte, mantendré en mi oficina la que me regalaron hoy en la mañana en el velorio.


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lunes, 15 de enero de 2007

¡¡Los padres de la corrección política!!

De las cosas que se entera uno por pura casualidad. ¿Sabía usted quiénes fueron los padres de la criatura esa denominada "corrección política"? Pues nada más ni nada menos que el mismísimo Adolfo Hitler en persona, asesorado, como era de esperarse por el no menos famoso Joseph Goebbels. Sí, aquel Ministro de Propaganda que inmortalizó: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".

Va a creer usted que desde hace ya unos 70 años, Goebbels le recomendó a su amigo "Fito" que debía ser "políticamente correcto", así que éste en sus discursos, introdujo el ahora tan conocido y copiado "alemanes y alemanas..." Definitivamente, Salomón tenía mucha razón cuando dijo que no hay nada nuevo bajo el sol, lo que ahora es, ya fué. ¿Conocerán los políticamente correctos sus raíces nazis y quiénes son sus ancestros ideológicos?



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domingo, 14 de enero de 2007

Liberalismo...

Por razones académicas me tocó darle una releída al libro "Liberalismo" de Ludwig von Mises. Encontré nuevamente algunas citas que creo importantísimas, por lo que las voy a estar subiendo al blog. Es especialmente interesante tomar en cuenta que el libro fue escrito por Mises en 1927, hace ya 80 años, sin embargo, los principios allí explicados no sólo continúan vigentes, sino que los acontecimientos mundiales durante esos años no han hecho más que validarlos.

Aquí les va una: " Pero el poder, como decía Jacobo Burckhardt, es malo per se, ejérzalo quien lo ejerza. Corrompe a quien lo maneja, induciendo al abuso".

Otra forma de decir la máxima de Lord Acton: "El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente".

Si les interesa conocer más de este libro, es el que estamos estudiando con el Doctor Julio César De León Barbero (quien, por cierto, escribió el prólogo para la edición en español más reciente) todos los lunes de 12:30 a 14:00 en el programa "Todo a Pulmón" por la Lite FM 100.9.

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jueves, 11 de enero de 2007

¿Quién ganará?

¿La pregunta del millón?

En los inicios de un año electoral, la pregunta más usual que le inquieren a uno casi todas las personas con las que se encuentra es la misma (de seguro creen que porque uno se "mueve" en círculos más "informados" la bola de cristal le funciona mejor): ¿Quién cree que ganará las elecciones?

¿Será que gana Colom en la primera vuelta? ¿Será que Harold capturará el "voto evangélico"? ¿Podrá Giamattei sobreponerse a la historia y lograr por primera vez la reelección del partido oficial? ¿Logrará Pérez Molina mantener la distancia y enfrentar en segunda vuelta a Colom? ¿Podrá el Doctor Suger lograr la suficiente inercia para colarse en la segunda vuelta? Y así sucesivamente, la serie de preguntas que le hacen a uno y que de seguro rondan la cabeza de muchísimos guatemaltecos.

Ahora bien, si analizamos la pregunta y sus repreguntas, todas adolecen del mismo mal: están enfocadas en la silla presidencial.

Esa constante inquisición revela que no hemos logrado superar la etapa del caciquismo, en la que la gente espera que llegue "el hombre" o "la mujer" (para que vean que recién pasada la luna llena hasta yo puedo ser políticamente correcto) que van a ser lo suficientemente buenos, justos, honrados, probos, decentes, éticos, correctos, aparte de sabios, doctos, capaces, inteligentes, a la vez que de carácter y decididos, quienes le van a resolver todos sus problemas.

No hemos entendido, a pesar de la multiplicidad de decepciones a lo largo de los años, que nunca va a llegar el líder ideal. Nunca tendremos ese dirigente dechado de virtudes que a fuerza de su carácter y virtudes nos sacará del subdesarrollo y nos llevará triunfantes por la senda del progreso.

No hemos entendido, o no lo queremos hacer, que el problema no son los dirigentes, no son "el hombre" o "la mujer" que lleguen a los cargos de dirección pública. No. El problema no está en la persona que elegimos. El problema está en el sistema.

Y mientras no cambiemos el sistema, igual da quién llegue al poder. Los resultados, por supuesto, no serán iguales, pero tampoco serán tan distintos. Unos robarán más, otros robarán un poco menos. Unos tomarán algunas buenas decisiones, otros tomarán muchas malas decisiones. Unos trabajarán con toda la buena intención, otros simplemente llegarán a aprovecharse para su propio bolsillo. Pero al final, los resultados palpables serán bastante similares, y esperaremos otros 4 años para ver si ahora sí se aparece el buen líder que nos guiará hacia la utopía.

Entendámoslo de una vez. Mientras no se cambie el sistema, da igual quién gane. Seguiremos igual. Si queremos un cambio real que nos dirija en la senda del desarrollo, olvidémonos del caciquismo y enfoquémonos en donde se puede cambiar el sistema: en el Legislativo.

Publicado en Prensa Libre el 11 de enero de 2007

jueves, 4 de enero de 2007

Ira reprimida

¿Cuándo restaurarán la pena de muerte? ¿O se ejecutará "por cuenta propia"?

Hace un par de días conocimos la manera brutal en la que una niña, Evelin, de 6 años fue secuestrada, violada y cruelmente asesinada por un par de criminales, quienes lloriqueando, luego de la brutalidad de que hicieron gala, argumentaron estar bajo el efecto de drogas y cumpliendo con un ritual "satánico". La respuesta de la gente presente, y de mucha que luego se enteró de la macabra historia fue la misma: "no tenemos esperanza de que las instituciones oficiales hagan justicia, debemos hacerla por mano propia".

Circunstancias extremas como ésta tienen la propiedad de aflorar en las personas pasiones de otra manera reprimidas o por lo menos "domesticadas". Ahora bien, estas pasiones desbordadas son sólo la punta del iceberg de lo que puede estar pasando en las mentes y corazones de muchísimas personas.

Me impresionó mucho, por ejemplo, escuchar ayer en el programa radial de mi compañero Estuardo Zapeta, que la mayoría de personas que llamaron para comentar el asesinato de Evelin afirmaran públicamente que, de ser su hija la asesinada, no tendrían problemas en hacer justicia por su propia mano.

Uno de los radioescuchas explicó, a manera de ejemplo, que a una su conocida le asesinaron a su hijo y que ésta le comentó, meses después, que los responsables "también descansaban ya". Otro comentó que antes era opositor a que las personas se armaran, sin embargo, luego de que asaltaron a su hijo un par de veces y asaltaron también a su hija, ahora tenía escopeta en su casa.

Otro aspecto revelador e impactante, fue que todas las personas que llamaron solicitaban a las autoridades restablecer y ejecutar cuanto antes la pena de muerte, no solo contra este par de engendros, sino contra todos los que están pendientes de ser ejecutados desde que el vendedor de ilusiones (Portillo, pues) se lavó las manos dejando en el vacío legal el indulto y, como consecuencia, la pena de muerte.

Para terminar de exacerbar los ánimos, no tardarán los supuestos "defensores de los derechos humanos" en defender a los criminales, y olvidarse de las víctimas, como ha sucedido en tantos casos, particularmente argumentando que la pena de muerte es "muy cruel", como si el que una niña de 6 años sea violada y decapitada no lo fuera.

Si los politiqueros criollos tuvieran dos dedos de frente se percatarían que, aunque sea "políticamente incorrecto" (me refiero a esa corrección política que los colectivistas tratan de imponer) implementar nuevamente la pena de muerte en Guatemala, es muy políticamente viable (léase, genera votos) ya que una gran mayoría de la población está a favor de la misma (casi el 90%) y les garantizo que un buen porcentaje estarían dispuestos a ejecutarla ellos mismos, llevados por la desesperación.

Publicado en Prensa Libre el 4 de enero de 2007