lunes, 30 de marzo de 2009

Inundados en papel moneda





Los bancos centrales de los países desarrollados, están tratando de salirse de la crisis haciendo exactamente los mismo que hizo la Reserva Federal de Estados Unidos para crearla: liberar la mayor cantidad posible de liquidez. Por si no fuera suficiente el error, lo están haciendo a lo grande, inundando el mundo de papel moneda, como lo muestran estas gráficas. Los resultados de echar a andar la maquinita a marchas forzadas, los pagaremos todos, tarde o temprano.


Las gráficas las tomé del blog The Big Picture.

jueves, 26 de marzo de 2009

Bolas y balas

La jornada de violencia del martes último, una más de las que ya estamos acostumbrados a vivir, dejó varias situaciones que vale la pena analizar detenidamente.

La primera es que la muerte está a la vuelta de la esquina y con mayores probabilidades de que ocurra al utilizar el transporte colectivo. Una vez más el transporte de personas acaparó la atención de los noticieros, y esta vez una persona de la tercera edad fue asesinada en un ataque armado perpetrado por sicarios, que también dejó a un piloto herido. La violencia continuó por tres horas más, y también el número de víctimas, entre quienes se incluyó a un agente de la PNC.

En un país como Guatemala, donde ocurre un promedio de 17 asesinatos por día, no es extraño que este tipo de cosas sucedan; sin embargo, la noticia se empezó a sobredimensionar a tal grado que se generó paranoia colectiva. Luego vino el rumor de que el Gobierno decretaría un estado de Excepción, como si no lo hubieran implantado ya los delincuentes, que nos tienen de rodillas y al borde de la histeria colectiva. Sin querer ser pesimista, puedo asegurar que no será la última jornada violenta que viviremos porque, pese a las declaraciones de los gobernantes, la situación continúa igual, y ayer mismo se comenzó el día con nuevos ataques a pilotos.

Lo diferente del martes fueron las bolas y rumores. Y así como los gobernantes dicen que podría haber gato encerrado en esta serie de ataques para desestabilizar al Estado, creo que también es válido de parte de los ciudadanos de a pie pensar que podría haber gato encerrado de parte de los gobernantes, que quieren que los diputados a toda costa aprueben el mamarracho llamado Ley de Armas y Municiones, que a quienes paradójicamente beneficiará será a los delincuentes.

Podría ser que esta “ola” de violencia infle de valor patriótico el pecho de los diputados y aprueben hoy de urgencia nacional dicha ley, para que los delincuentes, contritos, arrepentidos y obedientes, ya no busquen agenciarse de armas en el mercado negro, sino “formalizarse”. Claro que una vez aprobada tan importante legislación, las colas de delincuentes frente al Departamento de Control de Armas y Municiones serán interminables y todos, sin excepción, registrarán sus armas para que cuando asesinen y hieran a sus víctimas sean localizados de inmediato y sobre ellos caiga todo el peso de la ley.

Los que se roban (como siempre) el espectáculo son los diputados hipócritas, que por un lado se golpean el pecho y rasgan las vestiduras diciendo que van a “salvar a los guatemaltecos” de la maldición de las armas, pero por el otro se reservan el privilegio de que todos los diputados, funcionarios y hasta los ex funcionarios (aló, Portillo) pueden andar armados como y cuando se les dé la gana sin siquiera tener que registrar sus armas. ¡Qué de al pelo! Esto simplemente es inaceptable. Es el colmo del descaro de los “dipucacos”. ¿Será que ellos causaron lo del martes para aprobar más rápido la ley?

Yo no sé, usted, pero recuerdo varios reportajes donde más de algún funcionario pasado de copas ha desenfundado su arma y disparado a diestra y siniestra, y ya no digamos aquellos que hasta orgullosos se sienten de afirmar que han asesinado.

Así es que hay que tener cuidado con tanto gato en los tejados y desconfiar de las intenciones de los diputados.

Aartículo publicado en Prensa Libre el jueves 26 de marzo de 2009.

viernes, 20 de marzo de 2009

¿Pez o molusco?

El domingo tuve la grata oportunidad de visitar junto con un grupo de amigos el Chateau DeFay, en las faldas del volcán de Agua. Me impresionó lo que están haciendo allí, principalmente porque lo veo como un símbolo del triunfo de la voluntad de unos emprendedores contra lo imposible.

¿Por qué lo imposible? Porque “todo el mundo” decía que era imposible que en Guatemala se produjera vino. Una larga lista de razones apuntalaba esa supuesta imposibilidad. Pero no fueron obstáculo para que una pareja de emprendedores, Jacques y Angie DeFay, compraran hace nueve años una finca de café y la convirtieran en el primer viñedo comercial de Centroamérica. Nueve años y muchas pruebas después sale al mercado la primera cosecha comercial de vinos de Guatemala. ¿No es eso vencer a lo imposible?

Siempre he admirado a los emprendedores, a quienes ven la oportunidad donde otros no vemos más que un polvoriento camino por el que de otra manera nunca hubiéramos transitado. ¿Qué pudo pasar por la mente de los DeFay cuando vieron esta finca de café, en un país tropical, con ninguna tradición vitivinícola? ¿Se imaginaron que allí podrían sembrar uvas y producir vino?

Creo que la historia de los DeFay es un gran ejemplo para todos nosotros, particularmente en las actuales circunstancias en donde “casi todos” están apesadumbrados ante la aparente imposibilidad de remontar la crisis y salir adelante. En tiempos como los actuales es cuando más debemos buscar en nuestro interior a ese emprendedor, a ese buscador de aventuras que está dispuesto a arriesgarlo todo para lograr sus objetivos. No debemos quedarnos de brazos cruzados y esperar que venga alguien a “rescatarnos”. Todo lo contrario, debemos buscar las oportunidades en donde los demás solo ven crisis, y enfrentar los retos con mucho ánimo y optimismo.

Para terminar, quiero compartir con ustedes una pequeña parte de una entrevista que le hicieron hace unos días al escritor Arturo Pérez-Reverte, en la que expresa de manera muy vívida eso que motiva a los héroes, a los emprendedores.

“… ¿por qué van esos héroes a la guerra?”, le pregunta Jorge Fernández Díaz.

Pérez-Reverte contesta: “¿Pero por qué Jenofonte va a Persia? Va porque el hombre se mueve por dinero o por afán de aventuras. O por las dos cosas. Basta leer Moby Dick. Dinero, afán de aventuras, valor y ya está. Ya tienes al hombre que echa a andar, que toma una coraza, una espada o un arpón y va a cazar la ballena y se va a matar persas o troyanos. Esa es la historia de la Humanidad: ambición más aventura más valor. Claro, el que no tiene coraje se queda toda la vida labrando la tierra como esclavo del amo. Es el otro el que se arriesga y el que muere. Y cuando no muere, a lo mejor, a veces, consigue el premio, o no. Pero por lo menos se mueve. Siempre he simpatizado con los hombres que ponen un pie delante del otro y avanzan. Nunca me han gustado los moluscos quietos en la concha. Tengo más simpatía por el pez que corre la aventura con la piel desnuda. Siempre he querido mucho más al que se arriesga, al que conoce mundos, se mueve y al final muere, pero cuando ha vivido. El molusco, en cambio, pasa toda su vida encerrado hasta el final”.

Y la pregunta del millón: ¿qué es usted en esta perspectiva, pez o molusco?

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 19 de marzo de 2,009.

jueves, 12 de marzo de 2009

Niño símbolo

A juzgar por las decisiones de muchos inversionistas, la sola mención en un memo “interno”, el martes en la mañana, por parte del CEO del banco más grande de Estados Unidos, de que en los primeros dos meses del año tuvieron utilidades, es un indicador suficiente de que “lo peor de la crisis ya pasó”, y ahora resulta que el “optimismo” sobre el futuro regresó.

Yo no creo que sea tan sencilla la cosa. Si bien es cierto no creo que la crisis sea tan grave como algunos han pensado, sí estoy convencido de que muchas de las acciones de los gobernantes la profundizarán.

No podemos esconder la cabeza en la arena y dejar de ver la inundación de papel moneda que los bancos centrales de Estados Unidos, Europa, Inglaterra y otros están haciendo. Basta con ver un par de gráficas (las puede encontrar en www.jorgejacobs.com) para percatarse de que la consecuencia principal de los “planes anticrisis” es un crecimiento desmesurado de la masa monetaria, que tarde o temprano habremos de enfrentar.

Si no entendemos las causas de un problema, difícilmente podremos encontrar una solución. Quedarnos contentos con los argumentos superficiales de que la causa es el capitalismo y no querer profundizar más en las verdaderas causas de la crisis es una postura fácil y cómoda, pero que no nos ayudará en nada a salir de la crisis.

En el caso de la actual crisis, creo que hubo una conjunción de muchos factores, pero los principales, como ya lo he comentado en anteriores ocasiones, fueron la política monetaria de la Reserva Federal, los créditos de vivienda obligatorios y la obstaculización de las compras hostiles de empresas.

La política monetaria de la Reserva Federal, que a lo largo de su historia ha demostrado hasta la saciedad que es un péndulo con el cual sus directores (Greenspan, Bernanke, et al) tratan de adelantarse al mercado, pero siempre se equivocan, calculan mal y les sale el tiro por la culata. En este caso particular, la baja de las tasas de interés fue la semilla que alimentó la crisis inmobiliaria. Ahora están haciendo exactamente lo mismo, solo que ampliado exponencialmente.

Luego está la política de “casas para todos”, que forzaba a las entidades bancarias a autorizar préstamos riesgosos. Esta fue otra de las semillas de la crisis.

La parte de la crisis que se atribuye a las grandes corporaciones tiene sus raíces en los incentivos que tenían muchos de sus ejecutivos que les llevaron a tomar decisiones equivocadas. Nuevamente, la raíz viene de más atrás. Durante la década de 1990, ejecutivos de las grandes corporaciones presionaron al Congreso para que se pasara legislación para evitar las compras “hostiles” de las empresas. Los políticos les hicieron caso y obstaculizaron el mecanismo de mercado para reemplazar a los malos ejecutivos. En pocas palabras, les dieron impunidad a las consecuencias de sus decisiones. El resultado lo podemos ver en los estados financieros de muchas de esas corporaciones el día de hoy.

El problema es que las decisiones que están tomando Obama y muchos otros líderes no buscan eliminar esas causas, sino las profundizan. Todo lo cual pinta mal para el futuro.

En una nota publicada el martes en los servicios financieros, Randy Frederick, director de una empresa de corretaje de bolsa, llamó a Citibank “el niño símbolo de toda esta crisis financiera”. Y aunque esta es la esperanza de muchos, yo creo que los problemas continuarán mientras se repitan los errores que nos llevaron a la crisis.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 12 de marzo de 2,009.

jueves, 5 de marzo de 2009

Nueva Aventura

Esta semana iniciamos una nueva aventura, ahora en ese mundo virtual que tanto ha revolucionado nuestra vida en los últimos tres lustros: el Internet. El nuevo emprendimiento, libertopolis.com, ha resultado ser una experiencia mucho más compleja y enmarañada de lo que esperábamos, pero finalmente logramos que saliera a luz. Creo que es nuestra humilde respuesta a la crisis: hay que innovar.

Como muchos de mis lectores saben, participo en la producción de programas radiales de opinión desde hace más de 10 años. Hace unos meses nos propusimos cambiar nuestro sitio en Internet, y mi socia, Marta Yolanda Díaz-Durán, insistió mucho en que debíamos incluir una cámara web en el estudio, para que los radioescuchas también pudieran ver lo que pasaba mientras estábamos al aire.

Durante el diseño del nuevo sitio, la famosa cámara web tenía, según nosotros, la misma importancia que todo lo demás. Nos preocupamos mucho de la operatividad y facilidad de uso e integración de todos los componentes para que los usuarios pudieran encontrar fácilmente la información que buscan en nuestros programas y veíamos la cámara como un componente más en el lanzamiento de nuestro nuevo canal por Internet.

Como generalmente sucede en todo nuevo emprendimiento, es mucho más sencillo decir lo que uno hará que hacerlo. La tarea fue titánica y nos llevó a todos los involucrados en el proyecto mucho tiempo, desvelos, estrés, adrenalina, alegatos, discusiones, acuerdos y desacuerdos, al grado que apenas unas horas antes de salir al mundo, todavía había componentes que no funcionaban, incluida la famosa cámara a la que debo muchas de las canas que ahora tengo.

Finalmente, esta semana logramos salir al mundo con el nuevo proyecto, y no fue sino hasta ya “montados en el macho” que nos percatamos de la trascendencia de lo que habíamos hecho. Lo que nosotros creíamos “técnicamente” que era lanzar un canal de audio y video por Internet, resultó siendo mucho más que eso: sin quererlo y sin buscarlo, nos convertimos en los participantes de un reality show.

Las personas que se conectan no lo hacen solo mientras transmitimos los programas, sino que se quedan luego más tiempo conectados, apreciando la música que programamos y la bonita vista de la ciudad que tenemos en el estudio. Pero las cámaras web, con esa manía de mantenerse conectadas todo el tiempo, resulta que se han vuelto el instrumento vouyerista por excelencia del siglo XXI (además de Facebook, por supuesto), y luego tenemos a los “libernautas” viendo y comentando todos los enredos en los que nos metemos para mejorar la calidad de la producción. A diferencia de la televisión, por ejemplo, la cámara sigue encendida y transmitiendo durante las pausas, así que todo lo que uno hace, aun en los cortes, está a la vista de todos.

Con todo y que no esperábamos este giro de los acontecimientos, estamos felices. Creemos que en los tiempos de crisis es cuando se presentan las mejores oportunidades y queremos aportar nuestro pequeño grano de arena en ese sentido. No nos debemos amilanar por los retos, sino buscar la manera de enfrentarlos y vencerlos. En eso consiste la empresarialidad, esa que tanto hace falta para que salgamos de la pobreza. Y ese, al final, es el secreto de la felicidad: hacer lo que a uno le gusta. Así que anímese y busque los retos a vencer en esta época de crisis. Y si le pica el vouyerista que todos llevamos dentro, nos puede ver en www.libertopolis.com.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 5 de marzo de 2,009.