viernes, 30 de marzo de 2007

Poli visto, ¿poli conocido?

Ahora es cuando hacer los verdaderos cambios.

Creo que debemos aprovechar la oportunidad que ahora se presenta con el cambio de autoridades en el Ministerio de Gobernación y la Policía Nacional Civil, así como el hecho de que las mismas muy probablemente van a tener una estadía bastante corta (no más de 10 meses), aunado a que estamos en un año electoral, para realizar cambios que nos permitan por lo menos acercarnos a un mejor sistema de seguridad ciudadana.

Estoy convencido que la razón de ser de un gobierno es precisamente proveer de seguridad y justicia a los habitantes de un país, así que considero que ésta debe ser la prioridad de los gobernantes y no estar dilapidando tiempo y recursos en otro montón de cosas que ni hacen bien, ni creo que les corresponda hacerlas.

Ahora bien, ¿cómo entrarle a este problema tan complejo? Primero que nada, creo que debemos entender que no es sólo la PNC el problema, sino que debemos verlo como un todo integral: la PNC, el MP, el Organismo Judicial, el sistema penitenciario. Todos son parte de ese sistema necesario para proteger la vida, la libertad y la propiedad de los habitantes del país.

En el caso particular de la policía, creo que la mejor ruta que podemos seguir es la de acercarla a los ciudadanos. Creo que se debe cuestionar incluso la existencia de una policía nacional y mejor pensar en dividirla como mínimo a nivel departamental y de preferencia a nivel municipal.

Podrá creer que eso es un anatema, pero al final de cuentas, ¿qué sabe un oficial de la policía "nacional", sentado en su escritorio allá cerca de la línea de las estrellas, acerca de los criminales y delincuentes que acechan a los habitantes de un pequeño poblado a 300 kilómetros (o, peor aún, a más de 12 horas) de distancia?

Como contraposición, ¿cómo hacen los habitantes de ese remoto poblado para contactar a las "autoridades" que, nuevamente, están sentadas en un escritorio a 300 kilómetros de distancia?

La mejor forma en que se me ocurre que puede funcionar la policía es que sus miembros vivan, tengan sus familias, sus hijos, sus amigos, sus vecinos en la misma población a la que sirven. Por un lado, les dará mayor sentido de pertenencia así como mayores incentivos para "cuidar de los suyos" y, por el otro, la población tendrá más confianza en ellos pero también más conocimiento para poder fiscalizar sus actuaciones.

Como hemos visto ya en variados ejemplos de comunidades, barrios y colonias que se han organizado, la población es la más interesada en que haya seguridad en su vecindad, es la que tiene la mejor información (saben bien quién es honrado y quién no lo es), es la que sabe cuando llega alguien "de fuera". ¿Por qué, entonces, no aplicamos ese mismo principio a la policía?

Quizá más adelante se pueda llegar incluso a elegir en votación al jefe de la policía local, pero ya que eso conlleva otras reformas, por el momento concentrémonos en lo que se puede hacer rápidamente: acerquemos la policía a la población.

PUblicado en Prensa Libre el jueves 29 de marzo de 2,007

Technorati Tags: , , ,

sábado, 24 de marzo de 2007

¡Qué de al pelo!

Esos dizque estudiantes de la San Carlos en San Marcos si son de al pelo. Ahora resulta que para excusar su vandalismo cometido contra un colegio privado en San Marcos que no les quizo pagar una extorsión de Q 3,000, argumentan que el dinero "sería destinado a damnificados de la tormenta Stan". ¡Esa si que ni la más santa de sus abuelitas se los creería! Es que hay que ser caradura y cínicos a más no poder para ser tan irresponsables. Bien que se las llevan de muy machitos escondidos tras la impunidad del anonimato, pero a la hora de la hora, no podrían ser más cobardes.

jueves, 22 de marzo de 2007

Confusión feminista

No creo que la "sociedad" lo obligue a uno a hacer lo que no quiere.

Hace un par de semanas, durante la celebración del Día Internacional de la Mujer, un grupo de mujeres que conforman la "Batucada Feminista" se desnudaron frente a la Corte Suprema de Justicia para llamar la atención hacia la presentación de lo que denominan la "Manifiesta Feminista".

A mi me pareció una manera muy original de manifestarse, a la par de que considero que es mucho mejor el que se pinten su cuerpo a que anden como algunos otros manifestantes vandálicos manchando la propiedad privada de otras personas. Sin embargo encuentro una gran incongruencia en esta acción.

La mayor parte de feministas, y las de la Batucada no son la excepción, reprochan que se utilice el cuerpo de la mujer como un simple "objeto" en la publicidad. Mencionan, por ejemplo, el clásico anuncio de repuestos de carro en el que aparece una mujer en calzoneta (cuando no con menos ropa). Yo estoy de acuerdo con ellas en que no hay en ello más relación que la de aprovecharse del "morbo" masculino para vender más repuestos.

Lo que no entiendo es cuál es la diferencia entre el "uso" del cuerpo de la mujer en el anuncio de repuestos y el "uso" del cuerpo de las feministas para enviar un "mensaje político".

Algunas de las representantes de la Batucada estuvieron este martes en el programa Todo a Pulmón (pueden bajar la entrevista en www.radiopolis.info). Durante el programa hablé con ellas sobre esta duda y debo confesar que no me convenció su respuesta.
Su argumento es que lo que hace la mujer de la calzoneta es publicidad, están "vendiendo" su cuerpo, mientras que ellas, "tomando el control de su cuerpo", estaban haciendo una declaración política. Podré pecar de ingenuo o de simplista, pero sigo sin entender cuál es la diferencia. Para mí, es exactamente lo mismo: ambas "utilizan" su cuerpo como un objeto para transmitir un mensaje.

Otro punto que salió a colación es que ellas realmente creen que la sociedad lo obliga a uno a seguir ciertos patrones. Argumentan que las personas no tienen libertad de tomar decisiones porque la sociedad, la publicidad, el entorno, el "sistema", las obliga a actuar de determinada manera y, por tanto, no son libres. Yo creo que esa es una excusa. Todos somos libres de escoger cómo vamos a actuar. Que en muchas ocasiones no estemos dispuestos a correr con los costos que esa decisión conlleva, es una cosa muy distinta.

Si a esas vamos, considero que ellas mismas son el ejemplo perfecto de que es falso eso de que la sociedad o el sistema nos obliga ya que, si fuera cierto, ellas serían unas mujeres heterosexuales, casadas y con hijos (que es el canon establecido en nuestra sociedad conservadora), pero no lo son: son mujeres lesbianas, y orgullosas de serlo. ¿Es ese un reflejo de lo que nuestra sociedad les obligó a ser? (Pueden continuar la discusión en mi blog: jorgejacobs.com).

Publicado en Prensa Libre el 22 de marzo de 2007.

Technorati Tags: , , ,

martes, 20 de marzo de 2007

No me convencieron las feministas...


Representantes del grupo la Batucada Feminista estuvieron hoy en nuestro programa Todo a Pulmón (pueden bajar la entrevista desde nuestro sitio www.radiopolis.info). Hablé con ellas tanto al aire como fuera del aire sobre mi duda sobre la congruencia de sus acciones con sus palabras. Al final, debo confesar que no me convencieron.

Primero que nada, confirmaron a través de su "Manifiesta Feminista" (la que leyeron al aire) que sí están en desacuerdo en que se use el cuerpo de la mujer como un "objeto" en la publicidad. Lo que no pudieron explicar convincentemente (por lo menos para mí) es la diferencia entre lo que hace la señorita que sale en calzoneta en un anuncio de motos y el que ellas se desnuden en un lugar público para hacer un "statement" político. Su argumento es que lo que hace la patoja de la calzoneta es publicidad, están vendiendo su cuerpo, mientras que ellas, "tomando el control" de "su" cuerpo, estaban haciendo una declaración política. Podré pecar de ingenuo o de simplista, pero sigo sin entender cuál es la diferencia. Para mí, es exactamente lo mismo: ellas usaron su cuerpo para llamar la atención hacia un mensaje político, si así lo quieren ver, y las otras utilizan su cuerpo para un mensaje comercial, pero al final, ambas "utilizan" su cuerpo como un objeto para transmitir un mensaje.

Ahora bien, a través de la entrevista entendí una diferencia todavía más de fondo que tengo con las feministas (por lo menos las tres que llegaron al programa): ellas realmente creen que la sociedad, el entorno, lo obliga a uno a seguir ciertos patrones. Tienen una idea enredada de la libertad, en el sentido que muchas personas, argumentan, no tienen libertad de tomar decisiones porque la sociedad, la publicidad, el entorno, el "sistema", los obliga a actuar de determinada manera y, por tanto, no son libres. Yo creo que esa es una excusa colectivista absurda. Todos somos libres de escoger cómo vamos a actuar. Que en muchas ocasiones no estemos dispuestos a tomar una decisión porque no queremos correr con los costos que esa decisión conlleva es una cosa muy distinta, pero de eso a decir que "la sociedad" nos obliga a actuar de determinada manera, hay un mundo de diferencia.

Como muy a menudo me sucede, las ideas me llegan tarde y ya no lo dije en el programa, pero ahora lo hago desde acá: ellas mismas son el perfecto ejemplo de que eso de que la sociedad o el sistema nos obliga es falso, ya que, si fuera cierto, ellas serían unas mujeres heterosexuales casadas y con hijos (que es el canon establecido en nuestra sociedad conservadora), pero no lo son, son mujeres lesbianas, orgullosas de serlo. ¿Es ese un reflejo de lo que nuestra sociedad les obligó a ser?

Lo dejo hasta aquí por el momento, pero creo que este tema da para mucho más.

Technorati Tags: , , , , , ,

Hoy la batucada feminista en Todo a Pulmón 100.9 12:00 a 14:00

Representantes del grupo la Batucada Feminista, quienes se desnudaron frente a la Corte Suprema de Justicia durante la manifestación del día de la mujer, estarán hoy martes 20 en el programa Todo a Pulmón (100.9 FM se 12:00 a 14:00 horas en Guatemala) para explicar las razones para expresarse de esa manera. No se lo pierda, ya que espero que contesten mi pregunta sobre la congruencia. Si no lo puede escuchar, puede bajar después la entrevista desde el sitio www.radiopolis.info.¡No se lo pierda!

jueves, 15 de marzo de 2007

Los señores de la pobreza


En estos días Guatemala estará asesiada por miles de burócratas internacionales para la reunión de gobernadores del BID. Si quiere conocer un poco sobre lo que realmente sucede tras bambalinas en este tipo de reuniones, le recomiendo leer el libro "Lords of Poverty". Afortunadamente ahorita se encuentra una reimpresión en Amazon:

Una mejor opción

La única forma de evitar que se vayan es la inversión.

Algunos califican la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, como trascendental, otros como una visita "técnica". Lo que sí es cierto, es que de los temas que trató en Guatemala vale la pena comentar algunos desde una óptica especial.

Se habló por ejemplo del tema del narcotráfico, en donde el presidente estadounidense ofreció más apoyo a la famosa "guerra contra las drogas" pero reconoció que deben desincentivar a sus ciudadanos para que dejen de consumirla y comprarla. Como ya expresé mi postura sobre este tema, me limitaré aquí a decir que esa "guerra" es imposible ganarla y que mejor se debe tomar otra vía, como por ejemplo, un proceso de legalización del uso de las drogas.

Lo que sí llama la atención es un comentario hecho por el presidente Berger a su homólogo estadounidense. ¡No, no fue el de las tortillas con guacamol! En una de sus intervenciones el presidente arañó un atisbo de lucidez al expresar que en Santa Cruz Balanyá el éxodo de migrantes se ha detenido debido a la inversión y al trabajo que realiza la cooperativa Labradores Mayas (dato que por cierto era inexacto, ya que sí ha habido migración hacia el norte desde esa población). Y no fue sólo Berger; también el mandatario mexicano, Felipe Calderón, le explicó a Bush que “la emigración no se detiene por decreto”.

Y es que la verdadera razón por la que los guatemaltecos, y cualquier otro ciudadano del mundo, deciden dejarlo todo, abandonar sus raíces y arriesgar incluso la vida para llegar a Estados Unidos u otros países desarrollados es que en su lugar de origen no encuentran opciones de trabajo que les permitan satisfacer sus necesidades de manera decorosa, mientras que allá encontrarán muchas oportunidades de trabajo, las que, por lo visto, sobrepasan los riesgos de vivir en un mundo "informal".

Y ¿cuál es la diferencia? En pocas palabras: el nivel de inversión. Lo que se necesita para que la gente no se vaya de mojado es muchísima inversión. No poner un muro, ni incrementar las redadas y las deportaciones, ni criminalizar todavía más el simple hecho de cruzar una frontera sin el permiso adecuado; aún así la gente se seguirá marchando.

Mientras aquí no haya la suficiente inversión que permita elevar el nivel de productividad de los guatemaltecos y generar más y mejores empleos, la inmigración seguirá. Lo que hay que cambiar es el sistema que actualmente desincentiva la inversión en nuestro país. Hay que reducir y eliminar impuestos, quitar los obstáculos así como la animadversión a la inversión. La inmigración podrá ser ilegal, pero seguirá existiendo mientras no haya una mejor opción.

Al parecer en esta estadía de los doctores norteamericanos hizo falta llevar al oftalmólogo a pacientes importantes para ser curados de la miopía: a los gobernantes que viendo no ven.

Publicado en Prensa Libre el 15 de marzo de 2007. Foto Prensa Libre: Erlie Castillo.

Technorati Tags: , , , , , , ,

miércoles, 14 de marzo de 2007

Contradicciones Feministas al desnudo


Alguien podría explicarme ¿por qué las feministas reprochan el uso de mujeres en la publicidad aduciendo que se les está rebajando a la calidad de "objeto", pero cuando ellas mismas quieren llamar la atención hacia sus cruzadas lo que hacen es desnudarse públicamente? ¿Qué diferencia tiene el uso del cuerpo femenino en ambos casos? ¿Será que uno es sólo "propaganda", mientras que lo otro es "publicidad"? No entiendo esas contradicciones.

Technorati Tags: , , , , ,

jueves, 8 de marzo de 2007

La panacea narcótica

¿Es la legalización de las drogas una panacea?

La semana pasada argumenté que es necesario atacar los problemas de raíz, y que una de las raíces principales de muchos de los problemas de corrupción, violencia y criminalidad que afectan, no sólo a Guatemala sino a muchos países, es el narcotráfico, por lo que propongo seriamente que se debe considerar la legalización de las drogas como una forma de erradicar una de esas raíces.

Reconozco que la propuesta es controversial y que tiene muchas aristas, por lo que agradezco a todas las personas que se han involucrado en la discusión, tanto en mi blog (jorgejacobs.com) como en los suyos. No pretendo tener la única y exclusiva verdad, ni mucho menos imponérsela a los demás, pero sí considero que es mi responsabilidad contribuir a la discusión pública de temas que a todos nos atañen y nos pasan trayendo.

Uno de los argumentos principales en contra de la legalización de las drogas es que los adictos ya no son dueños de sí, por lo que resultan siendo cargas demasiado grandes a sus familias e incluso pueden llegar a cometer crímenes y, por lo tanto, se vuelven un problema para la "sociedad". De esto se colige que la "sociedad" no puede permitir que este mal la corrompa y que por tanto deben prohibirse los estupefacientes.

Yo no niego que utilizar narcóticos sea dañino para la persona que los consume y acepto también que puede volverse un infierno para los familiares. Lo que digo, y creo que hay abundante evidencia, es que prohibir que alguien utilice drogas porque lo puede dañar a él, es
incorrecto. El problema que veo es que este es un caso perfecto de la medicina que sale más cara que la enfermedad, ya que por tratar de evitar que esta persona se haga daño a sí misma o a otros, se hace un daño mucho más grande a todos los miembros de la sociedad.

Hacer ilícito el consumo de drogas hace que sea un negocio apetecible y muy enriquecedor para las mafias, quienes no escatimarán esfuerzos para asegurar su negocio, lo que genera gran violencia, criminalidad, corrupción y, en general, un costo demasiado alto que debemos pagar todos los miembros de la sociedad, aunque ni consumamos, ni negociemos con los dichosos estupefacientes.

La discusión que se suscitó a raíz de mi artículo anterior me ha llevado a leer tanto libros como artículos, tanto en contra como a favor de la legalización de las drogas. Hasta el momento, sigo convencido que la opción de legalización tiene menos factores negativos que la "guerra contra las drogas", sin embargo, la discusión sigue abierta (la puede seguir en mi blog).

Si se quiere informar más al respecto, le recomiendo un par de libros: "La tragedia de la drogadicción" de Alberto Benegas Lynch (H) y "Romancing Opiates: pharmacological lies and the addicction bureaucracy" de Theodore Dalrymple. Este último está en contra de la legalización de las drogas, sin embargo, hace una excelente refutación de la "victimización" de los drogadictos.

Publicado en Prensa Libre el 8 de marzo de 2007.


Technorati Tags: , , , , , , ,

viernes, 2 de marzo de 2007

Legalización de las drogas: ¿una blasfemia?


Mi artículo de ayer generó bastante controversia, principalmente porque la mayor parte de gente considera que utilizar drogas es malo, daña a la persona que la usa, y por tanto hay que evitar que la use. Yo no niego que utilizar droga sea dañino para la persona que lo hace, lo que es más, yo nunca he utilizado drogas, ni creo que sea bueno hacerlo, ni le recomendaría a nadie hacerlo y hasta trataría de convencerlo de que no lo haga. Pero de eso a querer imponerle esa convicción personal a la fuerza a los demás, hay mucha diferencia. De hecho, creo tanto en la libertad, que considero que cada persona tiene el derecho de hacer con su vida lo que quiera (incluso acabarla), siempre y cuando no viole el mismo derecho que tienen todos los demás. Eso para mi, resume la verdadera libertad.

Lo que yo digo, y creo que hay abundante evidencia, es que prohibir que alguien utilice drogas porque lo puede dañar a él, es incorrecto. El argumento que utilizan algunos para justificar esto es que bajo el efecto de las drogas podría cometer actos violentos o criminales en contra de los demás, y que por tanto, no hay que permitirle esa oportunidad. El problema es que este es un caso perfecto de la medicina que sale más costosa que la enfermedad, ya que por tratar de evitar que esta persona se haga daño a sí misma, o que pueda dañar a otros, se hace un daño mucho más grande a todos los miembros de la sociedad, del que se haría si algunos de los que consumieran la droga actuaran criminalmente.

Hacer ilícito el consumo de drogas hace que sea un negocio apetecible y muy enriquecedor para las mafias, quienes no escatimarán esfuerzos para asegurar su negocio, lo que genera una gran violencia, criminalidad, corrupción y, en general, un costo demasiado alto que debemos pagar todos los miembros de la sociedad, aunque ni consumamos, ni negociemos con los dichosos estupefacientes.

La gráfica que adjunto en este post es un reflejo precisamente de cómo la criminalidad ha aumentado cuando han habido negocios "prohibidos"; el primer pico data de la época de la prohibición del licor en Estados Unidos, y el segundo coincide con el período de la "guerra de las drogas". La tomé de un excelente artículo que revisa el caso de la prohibición del licor en la década de 1920 y la compara con la prohibición de las drogas en el último cuarto del siglo pasado. En el artículo se analizan varios aspectos incluído uno muy importante sobre el derecho constitucional en EStados Unidos, donde analiza que para hacer valer la "ley seca" se debió hacer un cambio constitucional, mientras que para implementar la "prohibición de las drogas" se pasó por encima de los preceptos constitucionales de aquel país.

Otro punto que el artículo recalca es que, si lo que se quiere es evitar que algunas personas se dañen a sí mismas por medio de las drogas, la "guerra contra las drogas" ha sido un completo fracaso ya que lo único que ha logrado es encarcelar y arruinarle la vida a muchísimos de esos que supuestamente dice querer "proteger". Y eso sin contar la innumerable cantidad de personas inocentes, a lo largo y ancho del mundo, que han sido afectados por los "efectos secundarios", tanto del narcotráfico como de quienes dicen combatirlo.

El artículo realmente es muy bueno y yo le recomiendo muy especialmente leerlo, ya que es muy ilustrativo. Lamentablemente sólo lo encontré en inglés y ahorita no lo puedo traducir. Si quiere leer algo en español, le recomiendo el libro de Alberto Benegas Lynch (H) que recomendé en mi artículo de ayer.

El tema da para mucho, por lo que los invito a seguir estudiándolo y a discutirlo.

Technorati Tags: , , , , , ,

jueves, 1 de marzo de 2007

Sistema corruptor

Problemas radicales, requieren soluciones radicales.

Mientras no se quite el incentivo de lo prohibido en los estupefacientes, el narcotráfico seguirá siendo un gran negocio que corromperá a casi cualquiera. No son excepciones ni los policías guatemaltecos, ni los funcionarios de la DEA ni mucho menos los de la ONU.

Si bien es cierto se han elucubrado muchas hipótesis alrededor de los sucesos recientes que desenmascararon lo que todos sabíamos pero nadie tenía pruebas: que algunos, si no muchos o incluso la mayoría de, policías son tanto o más criminales que los que dicen perseguir, lo cierto es que mucha –que no toda– de esta corrupción tiene sus raíces en un flagelo que afecta a toda Latinoamérica: el narcotráfico.

Pero este problema jamás se resolverá con la "guerra al narcotráfico". Esa es una guerra perdida de antemano. De hecho, mientras más leña se le hecha al fuego, mientras más "dura" sea la supuesta lucha, mejor negocio es. ¿Tan difícil será entender esto?

La única forma de acabar con esa espada de Damocles es legalizando el uso, tenencia y distribución de estupefacientes. Sí, aunque parezca una herejía.

La prohibición que pesa actualmente sobre esas sustancias es lo que les da un margen de utilidad (de riesgo, dirán algunos) tan alto que las convierte en un negocio atractivísimo para quien esté dispuesto a enfrentar los riesgos de actuar al margen de la ley. Ese nivel de rentabilidad es el que permite que quienes están en ese negocio tengan tantos excedentes que pueden comprar la voluntad de casi cualquiera, ya sea con plata o plomo.

El argumento que se utiliza para justificar la prohibición es que los estupefacientes arruinan la vida de quien los consume. Primero que nada, quiénes se creen los gobernantes que son para decidir por las personas qué es lo que más les conviene. Si alguien a sabiendas que esas sustancias le harán daño las quiere consumir, pues que lo haga, siempre y cuando no afecte a los demás. Y si los afecta, pues que se le aplique la ley (por las faltas o crímenes que cometan, no por el consumo).

Ahora bien, lo irónico del caso es que ahorita, aunque sean completamente prohibidas, de todos modos las personas las continúan usando (yo incluso argumentaría que no es a pesar de que son prohibidas sino porque lo son), pero con el agravante de toda la violencia, asesinatos, crímenes y corrupción que afecta a todo el mundo.

Ese costo social tan alto que todos los que ni consumimos, ni comerciamos, ni tenemos nada que ver con las drogas tenemos que pagar por causa de esa enfermiza y absurda terquedad de los gobernantes que se creen guardianes de la moralidad de las masas no se justifica bajo ninguna excusa. Mientras no se resuelva esto, todo lo demás no es más que inútiles ajustes cosméticos.

P.S.: Si quiere conocer más sobre este tema, le recomiendo leer el libro "La tragedia de la drogadicción" de Alberto Benegas Lynch (H).




Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 1 de marzo de 2007

Technorati Tags: , , , , ,