lunes, 20 de febrero de 2006

¿Qué podemos lograr en el 2006?

Si no sabemos a dónde vamos, nunca llegaremos.

He dedicado bastante tiempo a leer, escuchar e investigar acerca de cómo llegar a tener una vida exitosa, no solamente en el área económica sino en todas las áreas de nuestra vida. Al final de cuentas, puedo decirle que el secreto del éxito no es la gran panacea, ni la piedra filosofal, ni un secreto que está escondido en las entrañas de la tierra disponible solamente para los iniciados en alguna oscura tradición.

En general, el secreto del éxito se puede resumir en unos pocos principios sencillos los cuales, cualquiera que los siga, casi sin excepción, alcanzará a vivir una vida plena y de muchas realizaciones. Y entonces, alguien preguntará, ¿por qué tan pocas personas pueden considerarse exitosas? ¡Allí está el detalle!, diría un recordado cómico mexicano.

En efecto, los expertos en estos temas consideran que solamente el 5% de la población tiene el ánimo, la iniciativa y la disposición para poner en práctica estos sencillos principios que lo van a encaminar hacia una vida plena y feliz. El resto, lamentablemente, se autocondenan a vivir una vida mediocre.

¿Quiere usted llegar al final de sus días lamentándose por todo lo que un día soñó pero nunca llegó a hacer? Pues quiero decirle que esto no debe ser así, y usted puede, si realmente se lo propone, cambiar su vida y lograr todos aquellos sueños que alguna vez lo apasionaron. ¿Que ya es muy tarde? Nunca lo es.

Si de veras quiere cambiar su vida, le cuento que uno de los secretos más importantes es uno que, por sencillo, parece inconsecuente: póngase metas. De hecho, el problema con la mayoría de las personas es que realmente no saben a dónde van. Y si uno no sabe a dónde va, cualquier camino es bueno, pero ninguno le va a llevar a alcanzar sus objetivos.

Estas épocas de transición entre años son propicias para, si no las tiene aún, establecerse metas. Pero no lo haga como lo ha hecho otras veces, que al llegar a mediados de enero, cuando mucho, ya ni siquiera se recuerda qué fue el objetivo que se trazó. Tómelo muy en serio, póngase metas muy definidas y que sean humanamente alcanzables.

Por ejemplo, si uno de sus propósitos en la vida es llegar a ser "millonario", pero sus ingresos actuales son bastante bajos, no se ponga como meta ser millonario el año entrante; propóngase una meta más asequible, como por ejemplo, duplicar sus ingresos el año próximo. Si se empeña en alcanzar este objetivo, lo logra, y lo repite durante varios años, en menos de lo que se imagina podrá alcanzar ese otro objetivo.

Pero lo mismo es aplicable para otras áreas. Si tiene años de no hacer ejercicio, no se proponga tener el cuerpo de Arnold Schwarzenegger para el año entrante. Mejor propóngase que por lo menos va a caminar una media hora dos o tres veces por semana.

Le doy otra idea de una meta importante para el próximo año: reconquistar a su esposa/o.

Artículo publicado en Prensa Libre el jueves 29 de Diciembre de 2,005

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